INDONESIA: Provincia de Aceh es el punto débil del nuevo gobierno

Ninguna declaración del nuevo presidente de Indonesia, Abdurrahman Wahid, fue tan explosiva y riesgosa políticamente como su sugerencia de que la provincia de Aceh debería realizar un plebiscito de autodeterminación al igual que Timor Oriental.

Hasta ahora, las decisiones de Wahid marcaron un apartamiento de la dictadura de Alí Suharto (1967-1998) y aun de la presidencia de transición encabezada por Bacharuddin Jusuf Habibie (1998- 1999).

Desde que asumió la presidencia el 20 de octubre último, Wahid designó un gabinete diverso, representativo de la diversidad étnica de Indonesia, y cerró algunos ministerios como parte de un conjunto de medidas tendentes a la descentralización.

Además, Wahid asumió una responsabilidad personal por Aceh, la provincia más al norte de la isla de Sumatra, anunciando que cambiaría el anterior enfoque militar al movimiento separatista y que retiraría las tropas.

Aceh permanece sumergida en la pobreza aunque alimentó a Indonesia con sus vastos recursos naturales durante décadas.

Los habitantes de la provincia creen que su aspiración de independencia merece tanta atención nacional e internacional como la de la antigua colonia portuguesa de Timor Oriental, ocupada por Indonesia en diciembre de 1975.

La violencia en Aceh recrudeció desde la renuncia del dictador Alí Suharto, el año pasado, y en especial en los últimos meses del régimen de Habibie.

El ejército indonesio adoptó una actitud muy dura, en reflejo del temor del gobierno a que el referéndum del 30 de agosto en Timor Oriental para decidir entre la independencia o la integración a Indonesia alentara el sentimiento separatista en otras partes del archipiélago.

Pero el 4 de este mes, Wahid sorprendió a los indonesios con la siguiente declaración: "Si permitimos que Timor Oriental decida su futuro, ¿por qué no permitirlo a Aceh? Eso sería injusto".

Desde entonces, esa declaración adquirió vida propia. Aunque sonó como música para los habitantes de Aceh, resentidos por una década de operaciones militares y violaciones a los derechos humanos, generó duras críticas de la oposición y del propio ejército.

Ahora, la posición de Wahid sobre Aceh es considerada su principal punto débil y su mayor desafío.

"Una vez que Aceh se vuelva independiente, otras provincias (Riau, Maluku e Irian Jaya) la seguirán, e Indonesia ya no existirá más", advirtió Fachry Ali, un analista político de Yakarta.

Líderes del parlamento, ahora mucho más independiente, también se oponen a la idea de un plebiscito en Aceh.

Los críticos señalan que la declaración de Wahid alentó a los acehneses a salir a las calles y reclamar una votación como la de Timor Oriental, que resultó favorable a la independencia por abrumadora mayoría.

A principios de este mes, más de un millón de acehneses realizaron una marcha por la capital de la provincia, Banda Aceh, en apoyo al plebiscito.

En consecuencia, Wahid interrumpió una gira por varias capitales del sudeste asiático, pero el día 11 partió hacia Estados Unidos. Los críticos señalaron que el presidente debió quedarse en Indonesia para hacer frente a lo que consideran las consecuencias de sus propias declaraciones sobre Aceh.

"La nación está bajo una gran amenaza, y él prefiere viajar al exterior", se quejó Fachry.

El canciller Alwi Shihab, en una conferencia de prensa ofrecida en pleno vuelo de regreso a Yakarta, declaró que el presidente estadounidense Bill Clinton le expresó a Wahid su firme respaldo a la integridad de Indonesia.

"La postura de Estados Unidos es que Aceh forma parte inseparable de Indonesia", aseguró Shihab.

Algunos críticos opinan que Wahid no actuó con debilidad, sino con astucia.

"Sugirió que se permitiría un plebiscito en Aceh porque el reclamo ya era inevitable y sería una medida coherente con su naturaleza demócrata, pero por otra parte se aseguró que ningún país extranjero reconozca el resultado de ese plebiscito", observó un analista político.

Aceh es un tema mucho más sensible para la mayoría de los indonesios que Timor Oriental, que sólo fue integrada a este país en 1976, cuando el ejército indonesio ocupó el territorio tras el retiro de las tropas coloniales portuguesas. La anexión nunca fue reconocida por las Naciones Unidas.

En cambio, Aceh forma parte de la República de Indonesia desde su nacimiento y jugó un importante papel en la lucha contra los colonizadores holandeses. Además, sus cuatro millones de habitantes son musulmanes devotos, al igual que 86 por ciento de la población nacional.

Las frustraciones de Aceh tienen origen en promesas incumplidas de una genuina autonomía por parte de los gobiernos de Ahmed Sukarno (1945-1967) y Suharto.

El sentimiento separatista aumentó debido a los abusos cometidos por el ejército en la era de Suharto y a la escasa proporción que la provincia obtiene de los ingresos que genera para todo el país, especialmente con su gas natural.

Aunque supuestamente la intervención militar terminó, en julio la indignación pública en Aceh volvió a aumentar tras la matanza por soldados de un líder religioso y al menos 50 de sus seguidores.

Ahora, Wahid intenta componer las relaciones con la promesa de investigar los abusos cometidos en Aceh y aumentar la proporción de ingresos de la provincia derivados de la explotación de gas natural, petróleo y recursos forestales.

Pero muchos acehneses consideran que ya es demasiado tarde. A diferencia de Timor Oriental, en Aceh no hay dos partes en la cuestión de la autodeterminación, destacó Mohammad Nazar, líder del Centro de Información sobre el Referéndum de Aceh.

Nazar, de 26 años, aseguró en varias entrevistas que "nadie" haría campaña por la autonomía de Aceh, mucho más valiosa económicamente para Yakarta que el pequeño Timor Oriental.

La decisión de Wahid de entablar vínculos comerciales con Israel también le valió duras críticas dentro de su propio grupo musulmán. Los críticos temen que algún día se establezcan lazos diplomáticos con Israel, y varios embajadores de países islámicos también expresaron preocupación.

Mientras Wahid intenta equilibrar el apoyo internacional con la resistencia doméstica, crecen los reclamos de autonomía regional, e incluso de federalismo.

Los parlamentos de las provincias de Kalimantan Oriental y Riau ya se pronunciaron a favor de la separación, y en Irian Jaya hubo varias manifestaciones callejeras en reclamo del autogobierno.

"Creo que el federalismo ya no es sólo una idea, sino una necesidad", expresó Anhar Gonggong, director de Valores Históricos y Tradicionales del Ministerio de Educación Nacional.

Gonggong propuso incluso la formación de los "Estados Unidos de Indonesia" en el año 2010. Con el crecimiento de los movimientos separatistas en varias regiones, advirtió, la elite política de Indonesia corre una carrera contra el tiempo para evitar la desintegración nacional.

"Si no presentamos una solución de inmediato, el país se derrumbará", previno. (FIN/IPS/tra-en/ky/js/mlm/ip/99

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