ELECCIONES-URUGUAY: El ímpetu juvenil de un viejo candidato

Jorge Batlle, del gobernante Partido Colorado, intenta a los 72 años y con entusiasmo juvenil ganar la Presidencia de Uruguay, una meta suprema que no alcanzó en otras cuatro tentativas y de la que sólo lo separa ahora su desafiante, el izquierdista Tabaré Vázquez.

Batlle y Vázquez se enfrentarán este domingo por la Presidencia en segunda vuelta electoral, luego de que la izquierda se convirtiera en la fuerza política mayoritaria en la primera ronda, el 31 de octubre.

Controvertido aún dentro de su propio partido, con una trayectoria que incluye enfrentamientos con el presidente Julio María Sanguinetti, el liberal Batlle propone una economía abierta y aconseja tomar el ejemplo de Holanda, Finlandia y Nueva Zelanda.

Se trata de países pequeños, como Uruguay, «muy pujantes, que tienen una alta tasa de inversión tecnológica para agregar valor a lo que producen y, por lo tanto, tienen una baja tasa de desempleo», dijo el candidato colorada.

Varias de sus propuestas han sido calificadas por sus rivales de «ridículas», «exageradas» o «simples fuegos de artificio». En cambio, según sus asesores, esas mismas iniciativas demuestran que Batlle es un adelantado.

El candidato colorado apunta a que Uruguay negocie directamente con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, integrado por Canadá, México y Estados Unidos, una decisión que, a su juicio, contribuiría en alguna medida a impulsar el Area de Libre Comercio de las Américas.

En cuanto al Mercado Común del Sur (Mercosur), el bloque que este país conforma con Argentina, Brasil y Paraguay, la propuesta podría ser de «una pausa» en la unión aduanera, de acuerdo con el senador Alejandro Atchugarry, muy cercano al aspirante colorado.

«En la medida que Argentina y Brasil no se ordenen y no lleguemos a un entendimiento honrado de socios, Uruguay debería hacer una pausa, una flexibilización de los compromisos del arancel externo» del Mercosur, dijo Atchugarry.

Batlle, que intenta ser el cuarto presidente uruguayo de su dinastía familiar, también propone estimular a las empresas industriales y comerciales del Estado, impulsar una fuerte política de obras públicas y mejorar la educación, «la más importante de nuestras inversiones».

Mientras, para sus rivales izquierdistas, Batlle es una líder político que «no ha conseguido despegarse de quienes tienen el poder tradicional en Uruguay», según declaró Hugo Cores, ex secretario político de Vázquez.

«No veo a Batlle, vinculado a funcionarios que han sido grandes productores de clientelismo y de despilfarro en los entes del Estado, capaz de combatir esas políticas, más allá de lo que puedan ser sus intenciones personales», argumentó Cores.

«Las novedades» que maneja el candidato colorado proceden de «las solapas de los libros». Su pensamiento, enraizado en ideas de los años 50, con aristas socialdemócratas, «no es capaz de producir una propuesta alternativa», agregó.

Pero el ex vicepresidente Gonzalo Aguirre, del cogobernante Partido Nacional, afirmó que Batlle fue durante la dictadura militar (1973-1985) el político colorado «más dispuesto a dar la cara, sin medir riesgos».

En aquella época «nadie sabía quién era un médico llamado Tabaré Vázquez», dijo Aguirre, quien el domingo dará su voto a Batlle, según lo dispuesto por el Partido Nacional, que quedó excluido de la segunda vuelta.

Aguirre sostuvo que Batlle es «talentoso», «tolerante» y «preparado para gobernar, ya que sabe de economía, comercio internacional, fue varias veces legislador y tiene un patriotismo sereno, heredado de sus mayores».

«El pensamiento económico y el voluntarismo» de Vázquez «son los mismos que llevaron a la ruina al Perú de Alan García, a la Nicaragua de Daniel Ortega y al Ecuador del folclórico señor (Abadalá) Bucaram», agregó.

El candidato a la vicepresidencia de Batlle es el senador Luis Hierro, del sector colorado que encabeza el presidente Sanguinetti. Hierro, un profesor de historia, fue derrotado por Batlle derrotó en las elecciones internas de abril.

Batlle, un abogado que nunca ejerció la profesión, está casado en segundas nupcias con Mercedes Menafra. Tiene dos hijos de su primer matrimonio. Su dinastía tiene presencia ininterrumpida en la dirección del Partido Colorado desde 1870.

Fue proscripto por la dictadura militar, como casi todos los políticos de la época, y con el apoyo de varios amigos se dedicó a empresas agropecuarios que aún desarrolla.

Batlle ingresó en 1958 en la Cámara de Diputados y en 1985, a la salida de la dictadura, logró un escaño en el Senado, que retuvo en 1994, mientras que su rival, Vázquez, sólo se lanzaría a la actividad política en 1989, para ganar las elecciones municipales en Montevideo.

Ejerció el periodismo en el desaparecido diario partidario Acción, fundado por su padre, Luis Batlle Berres, y en el cual trabajaron destacados dirigentes colorados, entre ellos Sanguinetti. Propietario de una radioemisora en la década del 60, condujo un programa de jazz, una de sus pasiones.

En 1968, convertido ya en líder de una de las principales corrientes internas del coloradismo, sufrió uno de los mayores golpes políticos de su carrera. Fue acusado de utilizar en beneficio propio la información de una devaluación de 25 por ciento, aunque la justicia no pudo confirmar la denuncia.

Vender el oro de las reservas del Banco Central, atraer a científicos rusos para desarrollar tecnologías, criar caballos de carrera para exportar o aliarse con Argentina y Paraguay para competir con Brasil en el Mercosur, han sido algunas de las iniciativas de Batlle cuestionadas por sus adversarios.

El candidato colorado también propone una ley de responsabilidad fiscal, que ponga límite al gasto y al endeudamiento.

Batlle logró acortar la distancia de casi ocho puntos que en la primera vuelta lo separó de Vázquez. La mayoría de los sondeos indican un empate técnico, y algunos otorgan incluso una leve ventaja al aspirante oficialista.

Ese avance en las encuestas se debe en gran medida al apoyo expreso que el Partido Nacional concedió a Batlle para la votación final.

Pero Vázquez también se lanzó en busca del voto extrapartidario, y ha logrado el respaldo activo de algunos dirigentes nacionalistas. Cuando sólo faltan tres días para las elecciones, nadie se atreve a predecir el resultado. (FIN/IPS/rr/mj-ff/ip/99

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