EE.UU.-NIGERIA: Washington promueve nuevo relacionamiento

El gobierno de Estados Unidos anunció sus planes de construir una nueva relación con Nigeria una semana después de la visita a Washington del presidente Olusegun Obasanjo, el primero elegido en forma democrática en 16 años.

El subsecretario de Estado Thomas Pickering anunció en un testimonio ante un subcomité del Senado una serie de programas que el gobierno pretende impulsar como muestra de su apoyo al nuevo régimen democrático del país más poblado de Africa.

Funcionarios estadounidenses quieren destinar 108 millones de dólares a proyectos en seis grandes sectores nigerianos durante los próximos 18 a 24 meses. La cifra representa el cuádruple de la otorgada por Washington a Abuja este año en ayuda para el desarrollo.

Los proyectos incluyen el apoyo a reformas económicas, entrenamiento militar -en especial para reforzar el control civil- , respaldo a reformas institucionales y reconstrucción de infraestructura, el sector agrícola y servicios sociales.

Pero no está claro si la administración de Bill Clinton obtendrá siquiera una fracción de los fondos que pretende, debido a una áspera disputa partidaria por el presupuesto dentro del Congreso, dominado por el Partido Republicano.

Pickering, quien fuera embajador en Nigeria a comienzos de los años 80, también anunció el jueves la creación de un Comité Económico Conjunto de Asociación, que servirá como mecanismo permanente de diálogo entre ambos países sobre temas económicos, comerciales y de inversión.

La aparición de Pickering ante el subcomité para Africa del Comité de Relaciones Exteriores del Senado se produjo seis días después de la recepción de Obasanjo en la Casa Blanca y dos semanas después de un encuentro entre la secretaria de Estado Madeleine Albright y el ex general en Nigeria.

Estos hechos reflejan la importancia que Washington asigna al país africano, que suministra a Estados Unidos ocho por ciento de sus importaciones totales de petróleo.

Desde que el ex presidente nigeriano Ibrahim Babangida anuló las elecciones en 1993, las relaciones bilaterales se enfriaron, y se congelaron cuando Sani Abacha, el dictador más brutal de Nigeria desde la independencia, tomó el poder en noviembre de ese año.

Tras la repentina muerte de Abacha, en junio de 1998, Washington inició una reaproximación con Abuja que culminó con la victoria electoral el pasado mayo de Obasanjo, un favorito de Estados Unidos desde que gobernó el país africano a fines de la década de 1970.

Obasanjo impresionó a las audiencias en Washington, donde además de reunirse con Clinton lo hizo con decenas de legisladores de ambos partidos.

"Causó una muy buena impresión. Nos gustaría ayudarlo lo más posible", declaró un colaborador del presidente republicano del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.

Desafortunadamente, la ayuda sería mucho menor a la que esperan los nigerianos, señalaron Pickering y otros altos funcionarios.

Si los líderes republicanos del Congreso no aceptan el pedido de Clinton de agregar unos 3.000 millones de dólares a un paquete de asistencia al exterior de 12.600 millones, la ayuda a Nigeria y a Africa en general podría caer el año próximo, advirtieron.

Y aun si el Congreso aprobara una iniciativa de perdón de la deuda de los países más pobres, Nigeria no sería elegible para ese beneficio, porque obtiene importantes recursos de sus exportaciones de petróleo.

Nigeria, que se recupera de 16 años de desastroso gobierno militar, merece un "dividendo de democracia" traducido en apoyo económico, tanto en ayuda para el desarrollo como en perdón de la deuda, destacó Obasanjo en su visita a Washington.

Actualmente, Abuja destina casi 40 por ciento del presupuesto nacional al pago de los intereses de la deuda externa, estimada en más de 30.000 millones de dólares.

"Aunque las autoridades nigerianas entienden la situación presupuestal de aquí, el público en general quedará muy decepcionado si Washington no le ofrece un 'dividendo de democracia'," señaló Adotei Akwei, un especialista en Nigeria de la organización de derechos humanos Amnistía Internacional.

Washington podría ayudar a Obasanjo de otras maneras, por ejemplo intentando favorecer a Nigeria en instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y levantando la prohibición de vuelos directos entre Estados Unidos y Lagos, sugirió Akwei.

También se prevé que Washington levante a comienzos del 2000 las sanciones impuestas a Nigeria en 1993 por su falta de cooperación con los esfuerzos de Estados Unidos contra el narcotráfico.

Washington pretende que Obasanjo realice reformas económicas según las pautas del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, y en particular, que intensifique sus esfuerzos contra la corrupción y aplique un programa de privatizaciones, al que Pickering calificó de "extremadamente importante".

Las nuevas privatizaciones "introducirán, en un país como Nigeria, elementos de competencia y eficiencia que a veces han estado ausentes", señaló Pickering.

Así mismo, el subsecretario destacó la importancia de Nigeria en la estabilidad de Africa occidental, en especial por su papel dominante en la fuerza regional ECOMOG, que desplegó contingentes en Liberia y Sierra Leona. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mlm/ip-dv/99

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