Cuba descartó hoy un cambio radical en su relación con México, al ubicar la amistad mutua por encima de las diferencias que quedaron en evidencia a raíz de la IX Cumbre Iberoamericana, celebrada en La Habana la semana pasada.
El portavoz de la cancillería cubana, Alejandro González, aseguró en conferencia de prensa que la tradicional amistad y solidaridad entre ambos países están "por encima de cualquier discrepancia y reunión".
"No nos sentimos ofendidos por esos encuentros. Sólo nos preocupa la actitud crítica que pueda asumir nuestro pueblo", dijo González sobre la reunión mantenida el día 14 entre la canciller mexicana, Rosario Green, y el opositor cubano Elizardo Sánchez.
El portavoz recordó que el presidente cubano, Fidel Castro, dirigió el año pasado una carta al pueblo mexicano pidiéndole "humildemente perdón" por declaraciones suyas publicadas en la prensa. González no dijo, sin embargo, que Cuba esperara un gesto similar por parte de México.
Castro habría afirmado que los niños mexicanos conocían más al ratón Mickey que a los héroes nacionales y que México le había dado la espalda a América Latina al crear el Tratado de LIbre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá.
"El respeto al derecho ajeno es la paz", dijo González, citando al ex presidente mexicano Benito Juárez (1858-1872).
En su declaración, llevada por escrito al habitual encuentro de los jueves con los corresponsales extranjeros en la isla, el portavoz dejó claro que para La Habana las reglas del juego cambian totalmente "cuando de México se trata".
Hay cosas que Cuba "nunca podrá olvidar", dijo González en la primera reacción oficial cubana a la posición asumida por México antes, durante y después de la IX Cumbre de La Habana.
Entre esos detalles "inolvidables", el portavoz recordó que México fue el único país latinoamericano que mantuvo sus relaciones con la isla después de que Castro llegó al poder en 1959 y de la declaración del régimen cubano como socialista.
Las relaciones bilaterales se han basado durante décadas en el respeto de la soberanía de cada país, la no intervención en los asuntos internos del otro y la posición mexicana contra el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba.
Pero los primeros signos del cambio aparecieron el día 5, cuando el presidente de México, Ernesto Zedillo, se reunió con Carlos Alberto Montaner, uno de los principales dirigentes anticastristas del exilio cubano.
México no fue la excepción de la Cumbre y, como otros de sus pares latinoamericanos, Green, aprovechó su estancia en La Habana para reunirse con representantes de la disidencia.
Cuba ve a los miembros de la oposición como "marionetas" del gobierno de Estados Unidos, organizados y financiados por Washington y las organizaciones más radicales del exilio en ese país.
Por último, durante la clausura de la Cumbre de La Habana Zedillo marcó su distancia crítica con Castro al asegurar que no puede haber democracia ni desarrollo sin el absoluto derecho a ejercer las libertades cívicas.
"Lo que pasa con las relaciones es que se están modernizando", dijo al diario mexicano Reforma el embajador de México en Cuba, Pedro Joaquín Coldwell, quien reconoció que "en la década de los 70 y 80 esto hubiera sido inconcebible".
Cuestionado sobre el estado de las relaciones bilaterales, el diplomático aseguró que México está ampliando sus interlocutores en la isla y que "este pluralismo" conducirá necesariamente a "un enriquecimiento de las mismas".
Recordó, además, que el gobierno cubano también "ha diversificado sus canales de comunicación con las organizaciones políticas de la sociedad mexicana".
Por su parte, González quiso "dejar claro" que Cuba ha tenido contactos con organizaciones reconocidas por el sistema institucional mexicano.
Para el portavoz de la cancillería cubana, la diferencia esencial entre la oposición mexicana y la de su país se encuentra en que en el primer caso es parte del sistema político, mientras que en la isla es financiada por Estados Unidos para subvertir el orden constitucional.
Como punto adicional a favor del gobierno de Castro, González afirmó que Cuba "jamás alentó movimiento revolucionario alguno" en México. (FIN/IPS/da/mj/ip/99