CUBA-EE.UU.: Exiliados en Miami rechazan misión "humanitaria"

Exiliados cubanos en Miami y políticos republicanos de Estados Unidos rechazaron la misión en Cuba del gobernador del estado de Illinois, mientras La Habana la celebró como una señal más de la creciente oposición al embargo comercial en su contra.

En su visita, el gobernador George Ryan, del Partido Republicano, condenó el embargo que Washington impuso a La Habana hace 37 años y ofreció un paquete de ayuda humanitaria de un millón de dólares.

La visita "refleja el creciente rechazo de distintos sectores de la sociedad de Estados Unidos hacia la política hostil y el embargo contra Cuba", declaró Alejandro González, portavoz de la cancillería cubana.

"Cuba siempre recibirá con los brazos abiertos a todos aquellos que lleguen aquí inspirados por un sentimiento de respeto y buscando promover la cooperación", expresó el presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, Ricardo Alarcón, al recibir a Ryan.

El permiso otorgado por el Departamento de Estado estadounidense al gobernador para viajar a Cuba le prohibía explícitamente entablar conversaciones de índole comercial con funcionarios de La Habana.

Por lo tanto, entre el anuncio y la concreción de la visita, el 23 de octubre, la misión de Ryan se transformó de "comercial" en "humanitaria".

El objetivo original de la misión consistía en obtener una ventaja para las granjas y empresas manufactureras de Illinois sobre sus competidores estadounidenses por si Washington decide aliviar el embargo contra Cuba y permitir un comercio limitado de alimentos, fármacos y productos relacionados.

Pero en los días previos al viaje y en toda la visita, Ryan trató de concentrar la atención de los medios en la ayuda por más de un millón de dólares que su delegación llevó a Cuba en alimentos, suministros médicos y material educativo.

Además, declaró que el embargo es "una política fracasada" y que "el aislamiento de Cuba no sirve a los mejores intereses de Illinois ni de Estados Unidos".

La delegación de 45 miembros incluyó al presidente de Archer Daniels Midland, una de las mayores empresas alimenticias de Estados Unidos, así como ejecutivos de la fabricante de equipos agrícolas John Dere Ltd. y la gigantesca compañía farmacéutica Baxter International.

También integraron la delegación varios líderes de la comunidad empresarial de Illinois, que respaldó unánimemente la misión.

"Cuba tiene un enorme potencial para los agricultores estadounidenses, pero primero la política debería cambiar", declaró George Obernage, de los Cultivadores de Maíz de Illinois.

"Si las relaciones se normalizaran, estaríamos interesados en establecer un programa de vuelos hacia y desde Cuba", dijo Joe Hopkins, de la compañía aérea United Airlines, que ofreció un avión tripulado para el viaje.

"Creo que deberíamos abandonar el embargo y prepararnos para una nueva relación con Cuba", agregó Michael Madigan, presidente de la Cámara de Representantes de Illinois, que este año se transformó en el primer cuerpo legislativo estadual en aprobar una resolución que exhorta a poner fin a las sanciones.

Sin embargo, no todos en Illinois aprobaron la gestión de Ryan.

"Creo que el gobernador actuó contra los intereses del pueblo estadounidense al tratar de beneficiar a grandes empresas de Illinois", opinó Juan López, profesor de ciencia política de la Universidad de Illinois.

Así mismo, la Cámara Cubano-Estadounidense de Comercio, con sede en Chicago, exhortó a Ryan a no realizar el viaje.

Sin embargo, dada la pequeñez y escasa influencia política de la comunidad cubano-estadounidense de Illinois, la oposición a la visita quedó en manos de los exiliados cubanos en Miami, más organizados y con mayores recursos.

"La visita del gobernador perjudicó al sufrido pueblo de Cuba", afirmó la congresista republicana Ileana Ros Lehtinen. "No creo que se pueda cambiar los métodos del dictador con amor", agregó, en referencia al presidente cubano Fidel Castro.

Líderes del Partido Republicano, que procuran el voto de la comunidad hispana, también criticaron la actitud de Ryan.

Jeb Bush, gobernador de Florida, expresó mediante un portavoz "decepción y sorpresa" por la visita de Ryan a Cuba, que "sólo otorga legitimidad a un régimen que oprime a su pueblo".

Su hermano George W. Bush, gobernador de Texas y principal candidato a la nominación como postulante a la presidencia por el Partido Republicano, quedó en una situación embarazosa tras la gestión de Ryan, que encabeza su campaña en Illinois.

En un discurso pronunciado la semana pasada en Florida, George W. Bush prometió mantener el embargo económico contra Cuba si resulta elegido presidente.

Ryan se defendió de las críticas enfatizando el aspecto humanitario de su misión.

En Cuba, Ryan se reunió con destacados disidentes y periodistas independientes, asistió a una misa y mantuvo reuniones con líderes de la Iglesia Católica, además de pedir la liberación de presos políticos en una reunión no prevista con Castro, que rechazó la petición.

De vuelta en Estados Unidos, Ryan calificó de "éxito" su misión y afirmó que construyó "puentes entre los pueblos cubano y estadounidense".

Aunque lamentó la falta de libertades personales en Cuba, elogió el progreso de la isla en materia de educación y salud pública.

"Creo que fue un intercambio muy fructífero. Marcamos una diferencia en la forma que los estadounidenses ven a Cuba y en que los cubanos ven a Estados Unidos", señaló el gobernador en reiteradas ocasiones. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/mlm/ip/99

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