Cerca de 4.000 indígenas se sumaron hoy a la movilización de campesinos del sur de Colombia que reclaman del gobierno el cumplimiento de compromisos en inversión social y seguridad, y a los grupos armados que no los involucren en el conflicto interno.
Los indígenas de las comunidades guambiana y paez, de 18 reservas del departamento Cauca, en el sudoeste del país, se incorporaron a la protesta campesina, que desde el 1 de noviembre mantiene bloqueado el tránsito de la carretera Panamericana, que une el sur de Colombia con Ecuador.
El gobernador de la reserva de Muchique, Feliciano Valencia, dijo que los indígenas adhieren a los reclamos de "sus hermanos de sangre", los campesinos, para que el gobierno de Andrés Pastrana declare la región en emergencia económica y que los grupos armados irregulares respeten su autonomía.
Valencia señaló que en sus comunidades los niños "se mueren de hambre y a causa de enfermedades y los jóvenes, en su mayoría, son obligados a incorporarse a la guerrilla .
El Consejo Regional Indígena (CIRC) denunció que el día 4 las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) declararon "objetivo militar" a las autoridades del cabildo (concejo) de la reserva de Jambaló y a maestros de Corinto que no cumplen "sus directivas de educación revolucionaria".
Los indígenas guambianos y paeces afirmaron este martes que permanecerán unidos a la protesta de los campesinos "hasta que el gobierno cumpla con los acuerdos pactados hace más de un año", y la guerrilla garantice el respeto a su autonomía.
Las peticiones de los campesinos e indígenas involucran a 22 municipios de la zona a los que, según los organizadores de la protesta, el gobierno no les ha cumplido con la implementación de programas de inversión por unos 300 millones de dólares, aprobados por el entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998).
Felipe Osorio, alcalde de Popayán, capital del departamento de Cauca, aseguró que la movilización mantiene totalmente incomunicada la ciudad, sin la posibilidad de recibir alimentos, y causa pérdidas diarias por cerca de 1,2 millones de dólares.
El corte del tránsito de la ruta Panamericana afectó también a turistas de otros países de América del Sur que pretenden llegar a Bogotá desde Ecuador.
Los indígenas y campesinos mantienen el control en cinco puntos de la carretera y han anunciado para este miércoles una "toma de Popayán".
Angel Solano, líder de la protesta, dijo a IPS que mantendrán el bloqueo hasta que "el gobierno cumpla lo pactado". Sin embargo, el ministro del Interior, Néstor Martínez, indicó que Bogotá no cuenta con recursos suficientes para llevar a cabo el plan comprometido por Samper.
La principal petición de los campesinos es la realización de una reforma agraria, que implica inversiones por 76 millones de dólares en la compra de tierras para ser redistribuidas.
José Castro, Defensor del Pueblo (Ombusdman), opinó que las demandas de los indígenas y los campesinos del Cauca "son justas", porque se trata de compromisos asumidos por el gobierno.
El Cauca es una región conflictiva en la que confluyen grupos guerrilleros junto a narcotraficantes que estimulan el cultivo de la hoja de coca.
En los 23 días de protesta se registraron enfrentamientos con la policía y un manifestante fue muerto. El ministro Martínez aseguró que esa persona fue asesinada por intentar abandonar la movilización.
Martínez declaró este martes estar preocupado por una posible infiltración de las FARC en la protesta, y afirmó que el gobierno buscará fórmulas para atender las demandas de campesinos e indígenas, aunque no en la medida que ellos piden.
"Esperamos que los campesinos bajen algunas de sus exigencias para que este conflicto llegue a su fin", dijo Martínez. (FIN/IPS/yf/dm/ip/99
