CHILE: Oficialismo seguro de ganar en primera vuelta presidencial

El comando del candidato presidencial oficialista en Chile, Ricardo Lagos, afirmó hoy que ganará por mayoría absoluta en la primera vuelta de los comicios, mientras su adversario, Joaquín Lavín, asegura que habrá segunda vuelta.

La guerra de encuestas para la elección del 12 de diciembre está circunscrita a Lagos y Lavín, aunque en gran medida la probabibilidad de la segunda vuelta depende de la votación de otros cuatro candidatos menores, y en especial de Gladys Marín, del Partido Comunista.

El senador Carlos Ominami, encargado de comunicación de la candidatura de Lagos, aseguró que según un reciente sondeo en Santiago, el candidato de la coalición oficialista de centroizquierda ganará en la primera vuelta con 52 a 53 por ciento de los votos.

El lunes, dirigentes de la candidatura derechista de Lavín aseguraron que, de acuerdo a sus propios sondeos, éste aventaja a Lagos por seis puntos, aunque no lograría mayoría absoluta, lo cual daría paso a la segunda vuelta, prevista para el 16 de enero.

Lagos, un socialista moderado, es el candidato de la Concertación por la Democracia, una coalición de socialistas, democristianos y socialdemócratas que gobierna Chile desde el restablecimiento de la democracia en marzo de 1990.

Lavín, de la conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI), es el abanderado de la Alianza por Chile, un pacto de su partido con Renovación Nacional, la otra gran colectividad de la derecha en Chile.

Marín, respaldada por el PC y otras fuerzas menores de izquierda marxista, es la tercera carta en una lid que incluye también a la ecologista Sara Larraín, a Tomás Hirsch, del Partido Humanista, y a Arturo Frei Bolívar, un disidente democristiano apoyado por la Unión de Centro-Centro, de derecha populista.

Marín, Larraín y Hirsch pueden restar votos a Lagos desde el espectro progresista, aunque la polarización creada en torno a estos comicios tiende a concentrar los votos casi absolutamente en los dos candidatos principales.

Lagos y Lavín tienen copados los lugares de propaganda callejera y sus campañas muestran un poderío económico que contrasta con la escasa presencia publicitaria de las otras cuatro candidaturas.

El único espacio propagandístico equitativo es el de los canales de señal abierta de televisión, que por ley están obligados a transmitir una franja de 10 minutos y tienen prohibido vender tiempos publicitarios con fines políticos.

Si bien en esa franja los tiempos se distribuyen equitativamente entre los seis candidatos, lo cierto es que en este frente las campañas de Lavín y Lagos muestran también su poder.

Los espacios del abanderado oficialista y su adversario de derecha demandaron la contratación de expertos, con altos costos de producción, lo cual no ocurre con los otros candidatos, cuya propaganda televisiva tiene menor calidad fílmica.

El comando de Lagos utiliza desde la semana pasada su franja televisiva para "desenmascarar" a Lavín, a quien acusa de ocultar su condición de derechista y firme partidario del ex dictador Augusto Pinochet (1973-90).

Lavín dice representar el futuro y el cambio, y en su campaña elude temas críticos, como las violaciones de derechos humanos bajo la dictadura, mientras promete que solucionará los problemas de pobreza, salud y educación, y combatirá las drogas y la delincuencia.

Ominami aseguró que gracias a los mensajes televisivos de "desenmascaramiento" de Lavín, el porcentaje de indecisos, estimado hace dos semanas en 15 por ciento, disminuye en favor de Lagos, cuya campaña además es la que goza de mayor credibilidad.

En el comando oficialista se afirma que el candidato de la derecha llegará a alrededor de 40 por ciento de los votos el 12 de diciembre y que Lagos obtendría entre 52 y 53 por ciento de los votos válidos, es decir sin considerar nulos ni en blanco.

Esta estimación dejaría sólo un restante de ocho por ciento de los votos que se distribuirían entre los otros candidatos, con proyecciones de cuatro por ciento para Marín y entre uno y 1,5 por ciento para Larraín, Hirsch y Frei Bolívar.

La mayor preocupación en el comando de Lagos está en que los candidatos "chicos" superen las votaciones que les atribuyen actualmente las encuestas e impidan que el oficialismo triunfe en la primera vuelta.

La mayor sorpresa podría provenir de la candidata comunista, si ésta duplica el porcentaje que se le atribuye actualmente y alcanza entre ocho y nueve por ciento en la elección que se llevará a cabo dentro de tres semanas.

En una segunda vuelta, los votos de Marín, Hirsch y Larraín irían casi en su totalidad para Lagos, como una forma de rechazo a Lavín, aunque los candidatos menores afirman que no negociarán un respaldo al candidato oficialista en enero. (FIN/IPS/ggr/ag/ip/99

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