BRASIL: Congreso acentúa dilemas del PT

El Partido de los Trabajadores (PT) esquivó el fantasma de una división interna en su último Congreso Nacional, pero debió postergar la definición sobre la estrategia electoral para los comicios presidenciales de 2002.

Esta fue la principal conclusión a que llegaron analistas políticos de Río de Janeiro y de Sao Paulo, las principales ciudades del país, tras el cierre del II Congreso Nacional del PT, realizado del 24 al 28 de noviembre en Belo Horizonte.

La nueva dirección nacional del partido es controlada por los moderados, conducidos por su presidente, José Dirceu, y por su líder histórico, Luis Inácio Lula da Silva. El grupo radical y los centristas, sumados, lograron menos de 45 por ciento de los cargos del comitê nacional.

Ese resultado fue alcanzado a costa de una serie de compromisos entre las tres principales tendencias internas.

Los moderados no lograron eliminar del programa del partido la opción por el socialismo, mientras los radicales retrocedieron en su exigencia de plantear la renuncia inmediata del presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso.

La falta de definiciones más claras acentuó el dilema que vive el PT, que no tiene otro candidato presidencial excepto Lula, ex sindicalista metalúrgico derrotado en las tres últimas elecciones presidenciales en Brasil y que, según las encuestas, sigue sin superar la barrera del 30 por ciento de las intenciones de voto.

"Los sondeos en profundidad revelan una clara tendencia de los brasileños a buscar una nueva aventura política, pasada casi una década de la apuesta anterior por el 'ineditismo' político, materializada en la victoria de Fernando Collor de Mello en 1990", afirmó Marcos Coimbra, de la encuestadora Vox Populi.

El "ineditismo" es la preferencia del un gran sector del electorado por candidatos cuya figura constituya una novedad en la escena nacional.

Según Coimbra, "Lula no sería el principal beneficiado de la tendencia hacia el cambio, porque una parte considerable de los brasileños ya no lo ve, paradójicamente, como un elemento novedoso en la política nacional".

Militantes del PT vinculados al diputado federal José Genoino, de la corriente moderada, consideran que el partido se enfrenta hoy con una trampa. La opción por la unidad interna con Lula puede llevar a la cuarta derrota electoral consecutiva en comicios presidenciales.

La alternativa de un nuevo candidato podría ser la solución para capitalizar la tendencia al "ineditismo", señalada en las encuestas, pero aumenta el riesgo de una división entre moderados y radicales, que podría ser fatal en términos electorales para los comicios presidenciales del 2002.

La situación del PT ha llevado analistas políticos como Janio de Freitas, del diario Folha de Sao Paulo, a afirmar que crecen las condiciones para que la oposición de izquierda camine hacia alianzas suprapartidistas en las que el candidato presidencial puede ser ajeno al PT.

La política de alianzas estuvo en el orden del día del congreso de Belo Horizonte, pero es un asunto muy delicado dentro del PT.

Los radicales son la mayoría partidaria en el estado de Río de Janeiro, donde el gobernador es Anthony Garotinho, del tambien opositor Partido Democratico Laborista (PDT), considerado un posible candidato presidencial de la oposición.

Los radicales lanzaron la candidatura de Lula en el Congreso en Belo Horizonte para bloquear una posible alianza con el PDT. Pero hay otra posibilidad.

El ex ministro Ciro Gomes, del Partido Popular Socialista (PPS, el antiguo Partido Comunista Brasileño) figura en los sondeos com más preferencias que Lula.

Hay sectores moderados del PT que admiten una alianza com Gomes, pero la mayoría del partido la rechaza, porque el dirigente del PPS fue ministro de Economia en 1993 y es considerado neoliberal. (FIN/IPS/cc/mj/ip/99

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