Los países del Caribe asistirán la próxima semana a la III Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) con una agenda muy diferente a la que proponen las naciones industrializadas.
Los 15 países reunidos en la Comunidad del Caribe (Caricom) pretenden que se revise y modifique la OMC porque la creciente liberalización del comercio internacional no los benefició y la rápida desregulación del mismo amenaza a sus pequeñas economías, aseguran.
La posición de la Caricom tiene el apoyo de los 71 países que integran el grupo de naciones en desarrollo de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP), según fuentes oficiales.
Los países del Sur en desarrollo sostienen que no se les permitió participar plenamente en las negociaciones comerciales previas de la Ronda Uruguay (1988-1994) que desmanteló el Acuerdo General de Aranceles y Comercio y creó la OMC.
Estados Unidos y la Unión Europea pretenden que la conferencia ministerial que se celebrará en la ciudad estadounidense de Seattle desde el martes 30 hasta el 3 de diciembre convoque a la "Ronda del Milenio" de nuevas negociaciones comerciales.
Pero los países de la Caricom no están de acuerdo porque la ronda incluiría negociaciones sobre nuevos puntos, como la inversión, la políticia de competencia y el comercio electrónico, según un documento que señala la estrategia de negociación que tendrá el grupo.
Caricom debe adoptar el concepto de "revisión, reparación y reforma" para la conferencia de Seattle, agrega el documento.
"Esto contrasta con la noción de una 'ronda integral' que, aunque abarque a la anterior, en la práctica… incluirá temas nuevos", señala el documento.
El primer ministro de Jamaica, Percival Patterson, quien también conduce las negociaciones de comercio exterior para Caricom, sostiene que hace falta un nuevo enfoque en la OMC debido a los cambios que ocurrieron en el mundo.
"La OMC constituye la arquitectura mundial de las negociaciones de comercio", declaró Patterson.
"Nuestra principal inquietud es que antes de comenzar a negociar temas nuevos, como la agricultura y los servicios, debemos evaluar las experiencias que tuvimos hasta el momento con la liberalización del comercio internacional", agregó.
"La verdad es que los países en desarrollo se beneficiaron poco con la experiencia. Debemos buscar la manera de conseguir… una mayor participación en las negociaciones", dijo Patterson.
La Caricom apoya posturas similares adoptadas por otros países en desarrollo, como la de Egipto, que no aceptará negociar nuevos temas hasta que se concluya "la consideración de la aplicación de los puntos" actuales.
La Caricom también apoya la decisión del Grupo de 15 países en desarrollo de que la "falta de aplicación o incumplimiento de las obligaciones asumidas en la Ronda Uruguay no se deben usar como instrumentos de negociación para obtener más concesiones" del Sur.
Shridath Ramphal, que dirige un equipo de técnicos que negocia las relaciones de Caricom con la OMC, explica que el mundo industrializado propone internacionalizar el comercio basado en la teoría de que las economías crecerán si se liberalizan.
"Se demostró que la globalización tiene un lado oscuro, como lo indica el Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo", dijo.
El documento de Caricom sobre la conferencia en Seattle también señala que la región, y el resto del Sur en desarrollo, busca un tratamiento "especial y diferenciado" para las pequeñas economías.
Las obligaciones "asumidas en la Ronda Uruguay profundizaron el sufrimiento de las pequeñas economías. Estos problemas especiales deben ser tomados en cuenta como parte del proceso de revisión, reparación y reforma", agrega.
A la región le preocupa especialmente que se liberalicen el sector de la agricultura y los servicios. El Caribe ya pagó un alto precio por aplicar las reglas de la OMC a sus exportaciones agrícolas, sostiene el documento.
"La OMC no demostró la flexibilidad que pensamos es necesaria para tratar los problemas de las pequeñas economías. No buscamos agrandar nuestra tajada a costa de nadie. Pero nuestra pequeña tajada disminuye mientras la población aumenta", dijo Patterson. (FIN/IPS/tra-en/rs/cb/aq/if/99