El centenario del escritor Miguel Angel Asturias, que en 1967 ganó el premio Nobel de Literatura, marcó este año la actividad cultural en Guatemala, su país, y los homenajes aún no han terminado.
Asturias, nacido el 19 de octubre de 1899 y muerto el 9 de junio de 1974, dejó un legado de más de 40 obras que lo identifican como uno de los grandes novelistas latinoamericanos de este siglo. También es uno de los más traducidos a lenguas extranjeras.
"Fue un idealista, preocupado por la solución de los problemas de Guatemala a través de una visión democrática pero a la vez revolucionaria del sistema", señaló a IPS el ex comandante rebelde Rodrigo Asturias, hijo mayor del escritor.
El gobierno de Alvaro Arzú creó la Comisión Nacional del Centenario de Miguel Angel Asturias, que dsde principios de este año realizó actividades oficiales y populares en homenaje al autor de 'Mulata de Tal'.
El programa comprendió tanbién la reedición de las obras de Asturias, que también fue diplomático y abandonó Guatemala tras el derrocamiento en 1954 del presidente constitucional Jacobo Arbenz, forzado por Estados Unidos.
El Ministerio de Cultura colocó una placa recordatoria en la fachada de la casa de Asturias y dio el nombre del novelista a una avenida de la capital.
El presidente de la Comisión del Centenario, Juan Cifuentes, indicó que se han realizado concursos de literatura y de pintura sobre la vida y "el legado ideológico-cultural" del escritor.
La Comisión gestiona ante una casa editorial la traducción a las lenguas quiché y cakchiquel de dos novelas de Asturias, que probablemente serán 'El Señor Presidente', de 1946, y 'Hombres de Maíz', de 1949, informó Cifuentes.
'El Señor Presidente', una novela que recreó el opresivo clima de la larga dictadura de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), es un clásico latinoamericano y una de las obras que llevaron a la Academia de Suecia a premiar a Asturias con el Nobel.
Pero el escritor guatemalteco prefería 'Hombres de Maíz', por tratarse de "una denuncia" y "una protesta social" en defensa "de la tierra y de los valores culturales de la población indígena", dijo Rodrigo Asturias, que en la guerrilla era conocido como el comandante Gaspar Ilom.
El compromiso político de Asturias se expresó especialmente en la llamada Trilogía Bananera, conformada por 'Viento Fuerte', (1950), 'El Papa Verde' (1954) y 'Los Ojos de los Enterrados' (1960), destacó el ex guerrillero.
Esas obras describen la explotación de los obreros de las plantaciones y la influencia de las compañías bananeras estadounidenses en Guatemala hasta la segunda mitad de este siglo. Una de esas empresas, United Fruit, promovió la intervención de Estados Unidos para derrocar a Arbenz.
Entre sus creaciones también se destacan 'Leyendas de Guatemala', de 1930, 'Week-end en Guatemala', de 1957, y 'El Alhajadito', de 1961.
Asturias se matriculó en la facultad de Medicina en la estatal Universidad de San Carlos, pero abandonó esos estudios por el derecho, y en 1923 obtuvo el título de abogado con una tesis sobre 'El problema social del indio'.
Viajó luego a Londres, para seguir cursos de economía política, y también realizó estudios sobre las culturas americanas precolombinas en Francia.
Se desempeñó como diplomático a partir de 1946 y luego de la caída de Arbenz vivió en Argentina, Italia y Francia. Murió en Madrid, aunque fue sepultado en París, según lo había pedido.
Los restos del novelista serán repatriados el próximo año, anunciaron portavoces de su familia. (FIN/IPS/lp/ff/cr/99