"Three Kings" ("Tres Reyes"), una de las películas estadounidenses más subversivas de los últimos años, presenta una imagen equilibrada de los árabes y una visión muy crítica del papel de Washington en la guerra del Golfo.
Antes del estreno, grupos defensores de los derechos de los musulmanes temían que la película, basada en una historia ficticia, fuera un alegato contra los árabes, y el Consejo de Relaciones Islámicos-Estadounidenses, de Washington, llegó a afirmar que el guión contenía epítetos ofensivos.
Por su parte, el gobernador de Texas, George W. Bush, que lidera la contienda republicana para las elecciones presidenciales del próximo año, tenía una preocupación más directa.
Su temor era que la película dejara mal parado a su padre, George Bush, quien en su condición de presidente de Estados Unidos comandó la ofensiva contra Saddam Hussein en 1991, cuando se libró la guerra del Golfo.
Washington y sus aliados europeos y árabes lanzaron la guerra en enero de 1991 para que Bagdad abandonara Kuwait, país al que había invadido en agosto de 1990.
Russell decidió que la película sería su mejor defensa, así que invitó al Consejo y al gobernador Bush a un preestreno. Los musulmanes deben haber salido satisfechos luego de ver el filme, pero el gobernador no.
"Three kings", producida por el estudio Disney, causó verdadera sorpresa entre los defensores del ex presidente George Bush, que no se quedaron nada contentos.
El filme cuenta la historia de cuatro soldados de Estados Unidos que intentan recuperar un cargamento de oro kuwaití cerca de Karbala, una ciudad de Iraq, durante la guerra del Golfo.
El héroe de la película es el capitán Archi Gates, encarnado por George Clooney.
Gates explica a sus tres soldados que el caos que sobrevino en Iraq luego de la guerra del Golfo fue causado por el gobierno de Bush, que alentó la lucha de la oposición interna contra Saddam Hussein.
"Estados Unidos prometió apoyo a los rebeldes, pero no cumplió. Ahora los están masacrando", dice Gates en la película.
La principal sorpresa que se llevaban los soldados al mando de Gates, que apenas participan en la guerra, es que las fuerzas de Hussein y los rebeldes iraquíes están tan ocupados en sus luchas internas que apenas se dan cuenta de la presencia de los estadounidenses.
La primera reacción de los rebeldes iraquíes al encontrarse con el escuadrón de Gates, formado por el sargento Elgin (el rapero Ice Cube), Troy Barlow (el ex rapero Mark Wahlberg), y Conrad Vig (el director Spike Jonze), es pedir comida.
Russell muestra la extraña sensación de los soldados estadounidenses al salir de su campamento en busca del tesoro con una serie de efectos visuales.
Los efectos utilizados incluyen, entre otros, el uso de una iluminación saturada, de modo que el desierto tiene una palidez inusual, y la posibilidad de seguir el recorrido de una bala dentro de un cuerpo humano.
El caos que rodea a los soldados se percibe por la acumulación de objetos, que van desde una caravana de autos de lujo hasta pelotas de fútbol, pasando por una vaca que al explotar produce una inundación de leche.
Los soldados iraquíes terminan ayudando a los soldados estadounidenses a sacar el oro de un bunker, para lograr que se vayan de una vez y les permitan volver a aplastar rebeldes.
Un iraquí intenta escaparse utilizando una procesadora de alimentos robada, mientras otros miran a Rodney King en video y se preguntan por qué Michael Jackson trata de parecer un blanco.
Una odiosa periodista de televisión caracterizada por Nora Dunn, que solo es sensible a los pájaros empapados en petróleo, aparece de tanto en tanto en escena buscando historias que valgan la pena.
Al final de la película, Gates y sus soldados deciden ayudar a los desesperados rebeldes iraquíes a huir a Irán para salvarse del ejército iraquí.
Clooney, en una faceta cínica que le sale muy bien, logra socavar el arquetipo John Wayne y compone una buena versión moderna de ese personaje.
Ice Cube, un rapero que en general hace el papel de chico duro de la calle, le pone humor a su papel de ex maletero del aeropuerto que se convirtió en soldado, y al final se suma a una plegaria musulmana, quizá como forma de tranquilizar a los ofendidos por algún adjetivo utilizado antes.
Jonze resulta gracioso en su papel de soldado sureño campesino, y Wahlberg convence en su interpretación de un individuo muy confundido por los cambios políticos que suceden a su alrededor.
La capacidad del director para evitar el maniqueísmo se puede apreciar en el pequeño papel de Said Taghnaoui, un torturador iraquí que somete a Barlow a descargas eléctricas y luego llora por su hijo pequeño, muerto durante el bombardeo estadounidense.
Russell subraya en su película que la guerra siempre produce víctimas de ambos lados y convierte en villanos a todos, desde el oficial iraquí que espera que se vayan los estadounidenses para poder aplastar a los rebeldes, hasta los soldados de Gates, que no hacen nada para proteger a los insurgentes iraquíes.
La película contiene muchas ironías, y quizá la principal sea que los rebeldes iraquíes se escapan por la frontera hacia Irán.
Nadie se imaginaba que un día una película estadounidense presentaría a la ciudad sagrada de Qom, en Irán, como la tierra prometida. Quizá por esa idea rara y grotesca, "Three Kings" es uno de los filmes de acción más extraños de los últimos tiempos.
También es probable que se trate de la mejor película de guerra que se haya hecho después de que Robert Altman realizara "MASH", y Francis Ford Coppola dirigiera "Apocalipsis Now". (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ceb-mlm-mj/cr/99