La abundancia de economistas en el gabinete recién designado del presidente electo de Argentina, Fernando de la Rúa, augura una gestión signada por el orden de las cuentas públicas y la austeridad.
De los 10 ministros que acompañarán a De la Rúa a partir del 10 de diciembre, cuatro son economistas. El futuro jefe de gabinete Rodolfo Terragno, atribuyó la elección al "desbarajuste fiscal" que queda tras 10 años de gobierno de Carlos Menem.
"Se requiere de una capacidad económica enorme en el gabinete, como nunca antes la tuvo ningún gobierno", remarcó Terragno.
Los trascendidos sobre los nombres del futuro gabinete el domingo originaron un alza de cuatro puntos en el mercado bursátil el lunes. El miércoles, los nombramientos quedaron confirmados y la prensa especializada en economía y negocios los celebró ampliamente.
"Se trata de un gabinete sólido, equilibrado, con una línea de economistas de primer nivel, que aseguran una importantísima dosis de racionalidad en la toma de decisiones", pronosticó el diario El Cronista Comercial este jueves.
De la Rúa designó a sus ministros un mes después de su triunfo electoral. "El país atraviesa una situación fiscal muy compleja y vamos a necesitar ahorrar, por eso comenzamos por reformar la estructura del Poder Ejecutivo, reduciendo a la mitad secretarías y subsecretarías", declaró como primera medida.
"Sobre esta base, de una clara austeridad, vamos a comenzar esta etapa de crecimiento económico para aumentar el empleo, garantizar la seguridad de las personas y proveer un futuro como sólo lo puede hacer una buena educación", detalló luego.
Esta escala de prioridades se plasmó en un gabinete con cuatro economistas: José Luis Machinea en la cartera económica, Adalberto Rodriguez Giavarini en la cancillería, en Defensa Ricardo López Murphy en Defensa y Juan José Llach en Educación.
Otras designaciones de De la Rúa recayeron sobre Nicolás Gallo en Infraestructura y Vivienda, un ministerio nuevo surgido de un desprendimiento de Economía, Alberto Flamarique en Trabajo y Federico Storani en Interior.
Además, presentó a su hermano, el abogado penalista Jorge de la Rúa, como secretario de la Presidencia, y a Héctor Lombardo como ministro de Salud.
El área de Acción Social, que dependía hasta ahora de Salud, se erigió también en un ministerio nuevo, rejerarquizado. Una mujer fue designada al frente: la diputada Graciela Fernández Meijide, que perdió la elección para gobernador de la provincia de Buenos Aires.
La diputada estará secundada por otra mujer, Cecilia Felgueras. A su vez, la economista Beatriz Nofal secundará al futuro canciller Rodriguez Giavarini. Nofal es experta en asuntos del Mercado Común del Sur (Mercosur), un área que tendrá tratamiento de prioridad en la nueva administración.
Fernández Meijide y el vicepresidente electo Carlos Alvarez son los principales dirigentes del Frente País Solidario, la agrupación de centroizquierda que se alió con la Unión Cívica Radical de De la Rúa en 1997 para formar la Alianza que ganó las elecciones presidenciales de octubre.
De la Rúa dijo que los funcionarios fueron seleccionados por su capacidad, honestidad, austeridad y voluntad de trabajo en equipo, y reveló que pidió a cada uno un compromiso personal para luchar contra la corrupción y para promover la creación de empleos.
La honestidad fue la cualidad de De la Rúa más valorada por los votantes, según las encuestas. Este fenómeno se generó en contraste con las constantes denuncias de corrupcion que ensombrecieron al gobierno de Menem.
De la Rúa dijo, además, que cada uno de sus ministros deberá trabajar continuamente para eliminar la burocracia del Estado en procura de un gobierno ágil, con procedimientos simplificados, y, sobre todo, "transparente", remarcó.
Aseguró que para la designación de cada uno pensó en elegir a "los mejores", los que estuvieran dispuestos a un "esfuerzo y una entrega personal para construir un país diferente", y en este sentido aclaró que a nadie le preguntó su procedencia partidaria.
En el gabinete hay dirigentes de la Unión Cívica Radical, del Frente País Solidario personas pertenecientes a sectores independientes.
De la Rúa dijo que en la definición de los nombres contribuyó mucho la opinión de Alvarez, a quien agradeció la amplitud de criterio que demostró a la hora de respaldar a un candidato cuestionado como Llach, el economista neoliberal que encabezará a Educación.
La educación, junto con el desempleo, la corrupcion y la inseguridad, figura entre los problemas que más afligen a los argentinos. Este miércoles, mientras De la Rúa presentaba su gabinete, los maestros realizaron un paro por mayor financiamiento para el sector.
El centro de las críticas de los maestros durante la protesta fue justamente la figura de Llach, que fue secretario de Programación Económica con el ex ministro de Economía Domingo Cavallo durante la presidencia de Menem.
Es que, para De la Rúa, la medida más importante es la reducción del déficit fiscal, el más voluminoso de los últimos 10 años, y para ello, además de algunas medidas de ajuste, se comprometió a dar un ejemplo de austeridad que se ilustra en la designación de los cuatro economistas.
El mandatario electo planteó además dos requisitos formales a sus ministros. El primero es que ningun miembro de su gobierno puede tener jubilación de privilegio, un beneficio muy controvertido del que gozan algunas personas que pasaron por la función pública.
El segundo es que todos los funcionarios que integren su gobierno deben haber presentado previamente una declaración detallada de impuestos y del patrimonio personal, que será supervisada por Terragno, el jefe de Gabinete. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99