Una ayuda de 70.000 millones de dólares de la comunidad financiera internacional a los países pobres y endeudados también servirá para el combate de la desertización, anunciaron hoy representantes de la Unión Europea.
Países industrializados y organismos multilaterales decidieron aportar estos recursos para reducir la deuda externa de las naciones más pobres, en graves dificultades económicas, dijo en rueda de prensa Ingrid Hoven, jefa de la División de Medio Ambiente de la cancillería alemana.
Con esa ayuda, estos países "podrán ejecutar políticas de reducción de la pobreza, con un margen para usar los recursos en la lucha contra la desertización", añadió.
Su declaración fue una respuesta de los europeos a las críticas a la escasa disposición de los países ricos de destinar mayor ayuda a los esfuerzos para contener la degradación de las tierras secas en países en desarrollo, en la Tercera Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha Contra la Desertización.
"Combatir la desertización es mitigar la pobreza", corroboró Hans-Dietrich Lehmann, director general del Ministerio de Cooperación Económica de Alemania.
Los Planes de Acción Nacionales (PAN), presentados por 41 países africanos, servirán de base a la ayuda de la Unión Europea en esa área, señalaron otros delegados a la Conferencia, como el francés, Pierre Jacquemot, director de Cooperación Internacional de la cancillería.
La calidad y seriedad de los PAN, que indican "la disposición de los países en enfrentar de hecho el problema", determinarán la actitud de los donantes, señaló.
Africa es el continente donde la desertización se presenta en forma más aguda, coincidiendo con una pobreza que no permite ninguna posibilidad de atacar el problema con recursos propios.
La soberanía nacional no será afectada, sostuvo Jacquemot, porque los países tendrán varias alternativas de apoyo a sus iniciativas, como los organismos de Naciones Unidas, el Mecanismo Global, un órgano creado especificamente para movilizar fondos contra la desertización, y la cooperación bilateral.
Los europeos reconocieron que, creados los PAN, se ingresa en la etapa más difícil, de su aplicación efectiva, que exige gran cantidad de recursos.
El problema es global, porque incluso países ricos, sin grandes áreas de tierras degradadas, sufren consecuencias indirectas, como la migración de los "refugiados ambientales", dijo Innge Gerremo, de la agencia de cooperaciónn internacional sueca.
Los 70.000 millones de dólares seguramente no terminarán con las protestas de los países en desarrollo, especialmente los africanos. El combate a la desertización en el mundo exige de 10.000 a 22.000 millones de dólares anuales, según estimaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
Esta es una estimación probablemente por debajo de la realidad, según el brasileño Heitor Matallo Junior, coordinador del Plan de Acción Nacional, en fase de conclusión.
Está basada en una metodologia de 1975 que no contemplaba fenómenos conocidos más recientemente, como el impacto de los cambios climáticos, de la escasez de agua y de la pérdida de biodiversidad, arguyó. (FIN/IPS/mo/ag/en/99
