AGRICULTURA: Marcado escepticismo ante conferencia de Seattle

Un "marcado escepticismo" precede la III Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que comenzará el próximo martes en Seattle, Estados Unidos, advirtió hoy Argentina, uno de los países más duros contra los subsidios a la agricultura.

El último intento por lograr el consenso de los casi 140 integrantes de la OMC en torno de un texto básico para la reunión de Seattle finalizó el miércoles en el fracaso, destacó el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la cancillería argentina, Jorge Campbell.

"Llegamos con un documento de 34 páginas hecho de retazos, con el que incluso desde el punto de vista práctico será casi imposible trabajar", advirtió Campbell, quien observa una "alta dosis de pesimismo" ante la conferencia.

Los países integrantes de la OMC se reunirán desde el martes hasta el viernes en Seattle, una ciudad del noroeste de Estados Unidos, para acordar el texto que define si habrá una nueva ronda multilateral para fijar las reglas del comercio de los años venideros.

Sin embargo, hay posiciones enfrentadas que impiden llegar a un consenso. Uno de los temas que genera los mayores desencuentros es el de los subsidios a la agricultura, una práctica que la Unión Europea (UE), Japón y Corea del Sur se niegan a desechar.

Estados Unidos también protege su agricultura, pero apoya las demandas de los 15 países del Grupo de Cairns, que producen alimentos de manera eficiente y se oponen a las subvenciones.

Campbell reveló que el documento básico de la conferencia presenta cuatro versiones posibles para discutir un mismo capítulo. La "eliminación de los subsidios", la "reducción" de los mismos, "la reducción sustancial" o la "gradual eliminación".

Del mismo modo, cuando se trata del reclamo del Grupo de Cairns de conceder a la agricultura el mismo trato comercial que a los bienes industriales, la UE pretende introducir una larga argumentación para justificar esas diferencias.

Se trata de la llamada teoría del "multifuncionalismo", que identifica a la agricultura como actividad de regulación social, al contribuir a crear empleo y a mantener limpio el ambiente y el paisaje rural.

Los miembros del Grupo de Cairns consideran que este multifuncionalismo es una construcción teórica erigida para justificar el mantenimiento de subsidios que insumen más de 300.000 millones de dólares al año entre los miembros de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, según datos de esa misma asociación de países del Norte industrial.

Argentina y Uruguay "son los países más duros de los duros" en el combate contra los subsidios agrícolas, afirmó Campbell. Luego aparecen Brasil y Paraguay, socios de los anteriores en el Mercado Común del Sur, y, por fin, el resto de los integrantes del Grupo de Cairns.

El Grupo de Cairns está conformado por Argentina, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Fiji, Filipinas, Indonesia, Malasia, Nueva Zelandia, Paraguay, Sudáfrica, Tailandia y Uruguay. Entre todos producen 25 por ciento del comercio agrícola mundial.

Campbell remarcó que, en materia de eliminación de subsidios a las exportaciones -incluyendo los créditos a las exportaciones- Estados Unidos tiene una coincidencia de prácticamente 100 por ciento respecto de los países de Cairns.

El funcionario dijo que la agricultura y los servicios son temas que se deben negociar "sí o sí" en Seattle, aún cuando no se realizara la anunciada Ronda del Milenio, porque son asuntos pendientes de solución desde la Ronda Uruguay, finalizada en 1994. Es decir, hay un mandato que se debe cumplir.

Argentina, dijo, no aceptará "de ninguna manera" la convocatoria a la Ronda del Milenio si no se negocia la agricultura con un trato igualitario respecto de bienes industriales que tienen aranceles diez veces inferiores a los de la producción agraria.

En este sentido, explicó que además de las cuestiones agrícolas, hay un amplio grupo de países en desarrollo, encabezados por India, que no son partidarios de encarar una nueva ronda multilateral, sino de cumplir con lo acordado en la última, e incluso si es necesario abrir capítulos cerrados.

Otro grupo muy amplio de naciones, del que sólo se sustrajeron los del Mercosur, propone una rebaja de los aranceles a los bienes industriales como tema principal de interés.

En cuanto al eventual lanzamiento de la Ronda del Milenio, Argentina apoya la idea de Estados Unidos y del Grupo de Cairns de una rueda breve -no más de tres años- para discutir asuntos concretos, como aranceles, agricultura y servicios.

En cambio, la UE sugiere una ronda larga con un temario amplísimo, que resulta muy difícil de acordar por la variedad y profundidad de cuestiones que plantea, como inversiones, competencia o derechos del consumidor.

"En Argentina creemos que una ronda tan compleja nunca va a terminar y en definitiva la agricultura, que es lo que más nos interesa, va a quedar diluída", señaló Campbell.

El funcionario también advirtió que en el peor escenario, que sería el aumento de los subsidios, quedaría una herramienta en favor de los países agrícolas, que es la llamada "cláusula de paz".

La cláusula de paz excluye hasta el 2003 las demandas contra los países que aplican subvenciones. Pero si la protección no disminiye, los negociadores no renovarán esa cláusula y comenzarán una lucha frontal contra quienes mantienen subsidios. (FIN/IPS/mv/ff/if/99

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