URUGUAY: De la mano de Vázquez la izquierda llega a la cima

Conducida por Tabaré Vázquez, la izquierda se convirtió en la mayor fuerza política de Uruguay y la única duda de los analistas es la ventaja que logrará este domingo sobre los otros partidos, en la primera vuelta electoral.

El médico oncólogo Vázquez es el candidato a la presidencia del Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) y en todas las encuestas de empresas independientes fue el preferido por la mayoría relativa (hasta 38 por ciento) de los consultados.

En los sondeos se ubicó en segundo lugar el liberal Jorge Batlle, candidato del gobernante Partido Colorado, a unos diez puntos porcentuales de distancia de Vázquez entre los entrevistados.

Batlle, quien sostuvo que el programa de gobierno de Vázquez sólo puede ser implementado por «una dictadura» e implicaría la instalación de «una Habana» en Uruguay, fracasó en cuatro tentativas anteriores de llegar a la Presidencia (1966, 1971, 1989 y 1994).

Si los resultados de este domingo corresponden a esos indicadores, Vázquez y Batlle se enfrentarán en una segunda y definitiva vuelta el 28 de noviembre.

Las encuestas realizadas hasta el momento indican para la segunda ronda una distribución equilibrada de preferencias por Batlle y Vázquez.

Por primera vez desde el triunfo de Salvador Allende en Chile, en 1970, un candidato de la izquierda de raíz marxista parece cerca de la victoria en elecciones presidenciales en América del Sur.

Los partidos uruguayos Colorado y Nacional, fundados en 1836, son los más antiguos de América Latina, y se han alternado en el gobierno durante toda la historia del país, con la excepción de un período de dictadura militar entre 1973 y 1985.

El Frente Amplio, que se convirtió este año en EP-FA, es una coalición fundado en 1971 que sufrió durante la dictadura la más dura represión conocida este siglo en Uruguay.

Hoy la integran, entre otros grupos, los partidos Socialista y Comunista, ex guerrilleros tupamaros, demócratacristianos y escindidos de los partidos tradicionales.

El ex presidente Luis Alberto Lacalle, del Partido Nacional, tercero en los sondeos preelectorales, sostuvo que Vázquez «es un socialista» que «trata de buscar el centro», pero «los radicales» del EP-FA lo arrastran «hacia la izquierda».

Mientras, uruguayos residentes en Buenos Aires aseguran que, si gana Vázquez, volverán a este país «al otro día» de la segunda ronda electoral.

Diez mil de los 200.000 uruguayos radicados en Argentina viajarán a Uruguay para votar el domingo, informó el semanario Brecha, de Montevideo.

Vázquez ha estado afiliado durante muchos años al Partido Socialista, pero sólo pasó a los primeros planos de la vida política en junio de 1989, cuando con 49 años fue postulado al gobierno municipal de Montevideo, un cargo que obtuvo en las elecciones de noviembre de ese año.

Fue la primera vez que la izquierda logró un cargo ejecutivo, y la exitosa campaña de Vázquez se produjo en un momento muy difícil para el Frente Amplio, en el marco de la crisis de la izquierda mundial y de importantes problemas internos.

En Montevideo viven 45 por ciento de los 3,2 millones de habitantes de Uruguay.

Vázquez asumió el gobierno municipal el 15 de febrero de 1990, y ese mismo día anunció una serie de medidas populares, incluyendo el subsidio al pasaje del transporte urbano, que había sido su promesa más difundida durante la campaña.

Desde el gobierno impulsó políticas sociales para los barrios más pobres y un proceso de descentralización, mediante la división administrativa de la ciudad en 18 Centros Comunales Zonales.

También intentó reformar el régimen tributario municipal, mediante una actualización del catastro y la aplicación de tributos mayores a las propiedades más valiosas. Pero el parlamento dejó sin efecto esa medida, con los votos de los legisladores de los partidos Colorado y Nacional.

Su gestión en el gobierno de Montevideo recibió altos niveles de aprobación en los sondeos de opinión realizados aquellos años.

Vázquez se ha caracterizado por responder a los ataques y denuncias de sus adversarios políticos con una sonrisa en los labios y hablar pausado, sin devolver los agravios, y esto parece haber sido uno de las razones del aumento de su popularidad.

En las elecciones de noviembre de 1994 se presentó por primera vez como candidato presidencial y fue derrotado por una diferencia de apenas dos puntos porcentuales.

El 5 de febrero de 1996, el líder histórico del Frente Amplio, Líber Seregni, renunció a la presidencia del Frente Amplio. Diez meses más tarde, Vázquez fue nombrado presidente de la coalición.

En abril de este año, Vázquez triunfó holgadamente en las elecciones internas para definir al candidato a la presidencia del EP-FA.

Esas elecciones se realizaron en cumplimiento de la reforma constitucional de diciembre de 1996, que estableció la obligación de que los partidos presentaran un solo candidato a la Presidencia. Hasta entonces, cada partido presentaba varios aspirantes, que sumaban sus votos, aunque el Frente Amplio nunca tuvo más de un candidato.

Esa reforma, a la cual se opuso el Frente Amplio, determinó tambiénb que la elección de presidente se dirimirá en una segunda vuelta en el caso de que ningún aspirante logre la mitad más uno de los votos válidos en la primera.

Uno de los objetivos de esa iniciativa fue evitar que el Frente Amplio llegara al gobierno nacional con la mayoría relativa de los votos, que ya parecía muy probable que obtuviera.

Antes de volcarse a la política, el candidato izquierdista ganó un sólido prestigio en su especialidad de médico oncólogo. Se graduó en 1969 y a partir de 1976 se especializó en el Instituto Gustav Rousy, de París.

Luego dictó conferencias y participó en congresos en Argentina, Austria, Brasil, Cuba, Egipto, Estados Unidos, Israel, Japón y Turquía, entre otros países.

Es fundador de la Sociedad Hematológica del Uruguay y de la Sociedad Latinoamericana de Radioterapeutas, miembro de las sociedades de Radiología y Cancerología del Uruguay y de la Sociedad Latinoamericana de Cancerología Pediátrica, entre otras.

Ha sido autor de casi 150 trabajos científicos y de investigación, varios de ellos en colaboración con especialistas de otros países.

En la actualidad es propietario de la principal clínica oncológica privada de Uruguay, trabaja en otros centros de salud y es profesor de la estatal Facultad de Medicina.

Vázquez fue también presidente del club de fútbol Progreso, una pequeña institución profesional del barrio de obreros del mismo nombre en el que nació el 17 de febrero de 1940. Durante su presidencia desarrolló una intensa actividad social, y Progreso obtuvo el campeonato de primera división en 1984.

La condición de dirigente deportivo lo condujo a su primer enfrentamiento con el poder. En 1986 fue propuesto para presidir la Asociación Uruguaya de Fútbol, que atravesaba una de sus frecuentes crisis, pero dirigentes de filiación colorada le cerraron el paso.

Desde entonces, Vázquez aumentó su actividad en el Partido Socialista cuyo Comité Central pasó a integrar.

Durante dos años actuó como secretario de finanzas del grupo de organizaciones sociales y políticas que intentaron, sin éxito, derogar mediante un referendo la ley que en 1986 amnistió a militares y policías acusados de violar los derechos humanos en los años de la dictadura.

Vázquez está casado con María Auxiliadora Delgado, católica practicante, y tiene cuatro hijos, uno de los cuales es adoptado.

Su hijo mayor abandonó sus estudios para convertirse en sacerdote católico. Ante las cámaras de televisión, refirió que el episodio más emotivo de su vida fue una larga charla con el papa Juan Pablo II, que mantuvo en el Vaticano junto con su padre, el actual candidato del EP-FA. (FIN/IPS/rr/mp/ip/99

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