TIMOR ORIENTAL: Crece costo de intervención militar australiana

La intervención en Timor Oriental se está volviendo demasiado cara para Australia, que dirige la fuerza multinacional encargada de restaurar el orden en el devastado territorio timorense.

Los australianos deberán prepararse para tasas de interés más altas, recortes en la asistencia social o pérdida de beneficios fiscales, mientras el gobierno destine por lo menos 1.300 millones de dólares por año a su compromiso militar en Tinmor Oriental.

El primer ministro australiano, John Howard, había estimado que costaría 325 millones de dólares mantener a 2.000 soldados a Timor Oriental durante seis meses, pero dijo al parlamento esta semana que el costo será mayor, porque los efectivos serán más y permanecerán en el territorio durante más tiempo.

Ya hay 3.000 soldados australianos en Timor Oriental, y el Departamento de Defensa está listo para aumentar esa cifra a 4.500, durante por lo menos un año.

El ministro de Hacienda australiano, Peter Costello, aprovechó su viaje a Washington, donde asistió esta semana a la reunión anual conjunta del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para buscar apoyo internacional al esfuerzo que realiza su país en Timor Oriental.

Costello advirtió a los australianos que la reconstrucción de Timor Oriental tendrá un gran impacto sobre las finanzas de Australia.

"Habrá nuevos costos significativos y esto significa que tendremos que restringir nuestros gastos en otras áreas. Nos aseguraremos de que no le falten recursos a los soldados australianos en Timor Oriental", dijo a la Australian Broadcasting Corporation.

Soldados franceses, gurkhas (nepaleses de la etnia rajput) del ejército británico, neocelandeses, portugueses y tailandeses ya se unieron a la fuerza australiana en suelo timorense, y está previsto el despliegue de 5.000 soldados más en las próximas semanas.

Darwin, una ciudad del norte de Australia, a unos 500 kilómetros de Timor Oriental, es la principal escala de las Fuerzas Internacionales para Timor Oriental (Interfet).

El 15 de septiembre, el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó que se llevaran a cabo "todas las medidas necesarias" para detener la masacre y la destrucción en la ex colonia portuguesa por las milicias partidarias de que continúe la dominación de Indonesia.

La violencia se desató luego de que casi 80 por ciento de los timorenses optaran por la independencia en el plebiscito de autodeterminación realizado el 30 de agosto bajo supervisión de la ONU.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación calculó que unas 7.000 personas murieron como resultado de la violencia, y que entre 300.000 y 400.000 de los 850.000 habitantes del territorio huyeron de sus hogares o fueron obligados por las milicias a trasladarse al vecino Timor Occidental.

El economista Chris Richardson calculó que el despliegue de la fuerza australiana enviada a Timor Oriental costará a Canberra por lo menos 1.300 millones de dólares por año.

"Actualmente gastamos 7.183 millones de dólares anuales en defensa. Si aumentáramos ese gasto y volviéramos al promedio de las dos décadas posteriores a la guerra de Vietnam, gastaríamos 1.300 o 1.600 millones de dólares más por año. Eso es mucho dinero", señaló.

A juicio de Richardson, el gobierno tiene sólo tres opciones y todas tienen sus desventajas.

"En primer lugar, podemos tomar los fondos del excedente presupuestario con el que actualmente tenemos la suerte de contar. Pero esta opción no sería gratuita. Es en parte gracias al excedente que tenemos una baja tasa de interés. Si lo tocamos, no podemos garantizar que esa tasa se mantenga", explicó.

Costello aseguró que el aumento del gasto en defensa no se realizará a expensas del excedente presupuestario, que asciende a 3.265 millones de dólares, y opinó la mejor opción sería recortar otros gastos.

"La clave de la economía australiana es el presupuesto con superávit. Trabajamos muy duro para conseguirlo y es nuestra intención mantenerlo. Debemos ser muy rigurosos en el proceso presupuestario para asegurarnos de poder destinar recursos suficientes a Timor Oriental", declaró a la ABC.

La segunda opción señalada por Richardson fue una disminución del gasto social, pero el economista indicó que recortar los gastos en hospitales y escuelas sería "una decisión muy difícil de tomar".

Richardson añadió que la tercera posibilidad es que el gobierno rebaje los impuestos menos que lo que prometió. "Dado el aumento del costo de la seguridad nacional, las autoridades no pueden darse el lujo de reducir los impuestos a las empresas. El problema es que esto afectará al australiano común".

El gobierno está estudiando reformas tributarias que rebajen los impuestos a las empresas a 30 por ciento, para atraer inversiones extranjeras, un régimen de bajos impuestos al comercio y la disminución de los impuestos a las utilidades del capital.

Richardson dijo que las autoridades se verán obligadas a realizar recortes en el área del gasto social.

El gobierno prevé que tanto un descenso de los gastos sociales como una disminución de impuestos menor que la prometida causarían reacciones políticas adversas, y anunció el jueves que estudia la posibilidad de vender tierras del Departamento de Defensa por valor de 10.400 millones de dólares para pagar las actividades en Timor Oriental.

Las autoridades piensan que es posible vender esas tierras, en forma directa o mediante acuerdos de arrendamiento y posterior cesión de la propiedad, en vez de recurrir al excedente presupuestario, para financiar el despliegue en Timor Oriental, según el periódico The Age.

El Departamento de Defensa ha resistido hasta ahora las presiones para que venda sus terrenos y edificios, pero funcionarios del gobierno sostuvieron, según el periódico, que en las actuales circunstancias deberá acceder a hacerlo. (FIN/IPS/tra- en/si/ral/at/mp/ip if/99

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