Una misión del Banco Mundial viajará a Timor Oriental con el fin de determinar las acciones necesarias para reconstruir el devastado territorio, aunque funcionarios de la institución admitieron que habrá grandes dificultades.
Cada necesidad del nuevo estado independiente, desde la reconstrucción de la infraestructura hasta el gobierno y el establecimiento de una nueva economía, representa un enorme desafío, destacaron los funcionarios.
La misión, que incluirá 30 expertos del Fondo Monetario Internacional, el Banco Asiático de Desarrollo, Australia, Japón, Portugal y agencias de la ONU, partirá el viernes de la ciudad australiana de Darwin, situada a 500 kilómetros de las costas de Timor Oriental.
Junto con la misión viajará un contingente timorense encabezado por el ex gobernador Mario Carrascalao.
"Este país debe ser reconstruido de la nada", declaró Graham Barret, asesor de asuntos externos del Banco Mundial para Asia oriental y el Pacífico.
"Todo es importante, desde la satisfacción de las necesidades humanitarias, que es la prioridad, hasta la recuperación de la infraestructura y los mecanismos que precisa un país independiente: gobierno, economía, marco jurídico, clínicas, escuelas, todo. Es una gran tarea", dijo a la prensa en Darwin.
La transferencia de la autoridad sobre el territorio a la ONU se formalizó el lunes cuando el Consejo de Seguridad aprobó la instalación de la Administración Provisional de las Naciones Unidas en Timor Oriental (UNTAET).
La misión de UNTAET consistirá en mantener la ley y el orden y establecer una administración efectiva, servicios sociales e infraestructura de desarrollo.
Milicias proindonesias iniciaron una serie de matanzas, incendios y saqueos en Timor Oriental luego que la abrumadora mayoría de la población eligió en un plebiscito la independencia de Indonesia, que había ocupado el territorio en 1975, tras el retiro de las tropas coloniales portuguesas.
Cientos de miles de timorenses huyeron de la violencia a las montañas o al vecino Timor Occidental, perteneciente a Indonesia. Los refugiados ya comenzaron a retornar lentamente, pero aún se desconoce el paradero de 300.000 de ellos.
Una fuerza multinacional de paz de 7.500 hombres, encabezada por Australia, se encarga del mantenimiento de la seguridad en el territorio, pero este contingente será reemplazado por soldados de la ONU en los próximos dos o tres meses.
La misión del Banco Mundial "fue diseñada para elaborar rápidamente un marco de acción", explicó Barret.
"UNTAET administrará Timor Oriental durante los próximos dos o tres años, hasta que los timorenses puedan hacerlo por sí mismos. Por lo tanto, en ese período tendremos que poner al país en pie", dijo.
Los resultados de la misión, que finalizará a mediados de noviembre, serán presentados a una conferencia de donantes en Washington, prevista para diciembre.
Carrascalao, vicepresidente del Consejo Nacional de Resistencia Timorense, destacó la importancia de la ayuda internacional para su pueblo.
"Necesitamos la asistencia de organizaciones internacionales porque no contamos con los medios para reconstruir nuestro país. Sólo contamos con nuestra voluntad", dijo Carrascalao, quien fue gobernador entre 1982 y 1992, bajo el régimen de Alí Suharto.
Carrascalao fue designado miembro de la Comisión Provisional encabezada por Xanana Gusmao, líder de la resistencia, de quien se cree será el primer presidente de Timor Oriental. La comisión trabajará junto a UNTAET en la administración del territorio antes de su plena independencia.
Aunque el Banco Mundial no estimará el costo de la reconstrucción hasta la conferencia de donantes, anunció la creación de un fondo fiduciario, en base a donaciones, para financiar inversiones en áreas de desarrollo.
Esta medida está destinada a disipar temores, expresados por organizaciones no gubernamentales (ONG), sobre la posible caída de Timor Oriental en una trampa de endeudamiento, explicó Klaus Rohland, líder de la misión.
"Muchas ONG están preocupadas porque la participación del Banco Mundial provoque el endeudamiento de Timor Oriental, pero el Banco financiará al país con donaciones durante tres años al menos", aclaró Rohland.
"El Banco comprometió parte de sus ingresos netos para la reconstrucción de Timor Oriental", añadió. (FIN/IPS/tra-en/ral/mlm/dv/99