Estados Unidos, que en el pasado amenazó con reducir de modo unilateral su contribución a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), apeló a los 187 miembros del foro mundial para modificar la escala actual de cuotas.
"Estados Unidos pide a las Naciones Unidas que haga su escala de cuotas más igualitaria", dijo el embajador estadounidense Richard Holbrooke el martes.
Al dirigirse al Comité Administrativo y Presupuestario, Holbrooke señaló que la escala actual ha estado vigente durante unos 25 años y fue establecida cuando sólo había 147 estados miembros.
"Muchas cosas cambiaron desde entonces y ya es hora de una reforma significativa de la escala", afirmó.
Holbrooke dijo que la ONU debe disminuir su "sobredependencia" de un solo miembro, o puñado de miembros, para obtener apoyo financiero.
Eso implica reducir la cuota de Estados Unidos de 25 por ciento del presupuesto habitual de la ONU a 22 por ciento, y la cuota para las misiones de paz de 30 por ciento a 25 por ciento, explicó.
Pero Anna-Maija Korpi, de Finlandia, quien habló en nombre de los 15 miembros de la Unión Europea y varios estados del este de Europa, destacó que como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, Estados Unidos tiene una responsabilidad especial hacia la organización.
Estados Unidos fue el único beneficiario del límite de 25 por ciento a las contribuciones, señaló. "El principio de la capacidad para pagar debe ser la piedra angular de la escala de cuotas".
De acuerdo con la escala actual, a la que se llegó a través de un complejo proceso que tuvo en cuenta la posición económica, el producto bruto interno, el ingreso por persona y la población de cada país, Washignton es el mayor contribuyente individual y representa 25 por ciento del presupuesto regular de la ONU, de 1.300 millones de dólares.
Le siguen Japón con 19,9 por ciento del presupuesto (que aumentará a 20,6 por ciento en el 2000), Alemania (9,8 por ciento que subirá a 9,9 por ciento), Francia (6,5 por ciento) e Italia (5,4 por ciento).
Holbrooke dijo que Estados Unidos está orgulloso de haber sido el mayor contribuyente a la ONU cada año desde su creación hace 54 años y que su país "continúa comprometido a pagar su justa contribución a esta organización".
Al referirse a los atrasos de Washington en el pago de su deuda al foro mundial, más de 1.300 millones de dólares, Holbrooke dijo que estuvo trabajando arduamente con el Congreso estadounidense para resolver este problema fundamental.
Durante varios años, el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, liderado por el republicano de extrema derecha Jesse Helms, condicionó el pago de los atrasos a reformas radicales en el sistema de la ONU y recortes en los gastos.
Holbrooke informó que últimamente se reunió en numerosas ocasiones con líderes clave del Congreso y que las próximas semanas serán cruciales.
Sin embargo, advirtió que el esfuerzo para resolver el tema de los atrasos no llegará muy lejos a menos que se cambie la escala de cuotas actual y se reforme "significativamente" al foro mundial.
La escala de cuotas sólo puede ser modificada por la Asamblea General, el órgano más importante en el trazado de políticas de la ONU.
Las reformas sólo serán posibles si la ONU observa una disciplina presupuestaria y hace su proceso de presupuesto y evaluación de programas "más racional y sensato", añadió Holbrooke.
A su juicio, es imperativo que la ONU implemente una elaboración del presupuesto basada en los resultados y fije restricciones temporales a todos los programas para que "los que no los cumplan" sean eliminados.
Es imprescindible que la ONU base su presupuesto para el período 2000-2001 en un crecimiento nominal de cero, a un nivel que no supere el último presupuesto bianual, y que implemente medidas de eficiencia, mejoras administrativas y otros ahorros para compensar cualquier aumento del presupuesto, agregó.
"El crecimiento nominal cero es nuestro punto mínimo aceptable", insistió Holbrooke.
Mientras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo al Comité que en 1997 el foro mundial se embarcó en un programa de reorganización y revitalización.
"Desde la cima hasta la base, la meta es nada menos que dar a la organización mayor unidad en sus propósitos, mayor coherencia a sus esfuerzos y mayor agilidad y flexibilidad para responder a un mundo cada vez más dinámico y complejo", declaró Annan.
Aunque la ONU tiene un largo camino por delante, es justo decir que en tres años hizo grandes y firmes avances, agregó.
La coordinación entre las entidades de la ONU mejoró y la dirección al estilo de un consejo es ahora la norma. El presupuesto y el personal están sujetos a una nueva y severa disciplina, señaló.
Annan admitió que la ONU ha sido "sobreadministrada" con demasiadas reglas y pasos que hacen que la dirección de la organización sea innecesariamente compleja.
Sin embargo, dijo que parte de la sobreadministración se debe a una plétora de resoluciones y responsabilidades impuestas por los estados miembros con el correr de los años.
En cuanto a las finanzas, señaló que las cuotas comunes y para las misiones de paz impagas ascendían a unos 2.150 millones de dólares desde fines de 1996 y que probablemente continuarán en esa suma a fines de 1999.
El embajador Samuel Insanally, de Guyana, habló en nombre del Grupo de los 77, integrado por 133 países, y dijo que la causa primaria de los problemas financieros sigue siendo el incumplimiento de ciertos estados miembros, en particular del mayor contribuyente, en el pago total de sus cuotas en tiempo y sin condiciones.
"La única solución práctica y definitiva es el pronto pago de las contribuciones y de los atrasos", concluyó. (FIN/IPS/tra- en/td/mk/at-mlm/ip/99