MARRUECOS: Los ricos deberán pagar educación pública de sus hijos

Los ricos de Marruecos deberán pagar la educación pública secundaria y universitaria de sus hijos, como parte de una estrategia para reformar el costoso e ineficaz sistema educativo del país, anunció el rey Mohammed.

Las familias pobres seguirán recibiendo enseñanza pública gratuita en todos los niveles, añadió Mohammed en su primer discurso al parlamento desde que asumió el poder tras la muerte de su padre Hassan II, el 23 de julio.

Muchos observadores se preguntan si esa reforma y otras que están planteadas serán suficientes para alcanzar el objetivo prioritario de modernizar la educación y cerrar la creciente brecha socioeconómica que separa a los integrantes de la sociedad.

Según estadísticas oficiales, cerca de 13 por ciento de la población marroquí, de 28 millones de personas, vive bajo la línea de la pobreza, con menos de un dólar por día.

La decisión del nuevo rey respondió a crecientes críticas de quienes señalaban que la educación gratuita favorecía más a los ricos que a los pobres.

Un estudio conducido por Rachid Belmokhtar, un ex ministro de Educación, demostró que 65 por ciento del gasto público en los servicios de educación gratuita beneficiaba a la población rica, y sólo 5,5 por ciento a los más pobres.

El cobro de la enseñanza pública a los ricos forma parte de la "Nueva Estrategia Nacional de Educación", elaborada por un grupo de expertos nombrados por Hassan II.

El monarca trasladó al parlamento y los ministros las decisiones técnicas necesarias para implementar su iniciativa, incluyendo el monto de los pagos.

Como parte de la nueva política, sólo se otorgarán becas universitarias a estudiantes brillantes de familias necesitadas.

Las becas actuales ascienden a 130 dólares trimestrales por estudiante, y se otorgan a todos los alumnos universitarios. Eso representa un fuerte peso en el gasto oficial de educación, que absorbe 30 por ciento del presupuesto nacional.

El resultado económico del nuevo sistema será relativo, porque gran parte de los ricos marroquíes optaron hace tiempo por educar a sus hijos en instituciones privadas o fuera del país.

Mohand Ait Lahcen, propietario de una fábrica de telas en Sale, la ciudad genela de Rabat, dijo a IPS que envía a su hija de 18 años a la universidad privada Al-Akhawayne, en la ciudad central de Ifrane, porque piensa que las instituciones estatales no ofrecen una formación adecuada.

La Universidad Al-Akhawayne, concebida al estilo anglosajón, ofrece cursos de humanidades, ingeniería y administración de empresas a estudiantes que puedan pagar 6.000 dólares anuales.

Quienes están dispuestos a pagar a las escuelas secundarias y universidades estatales se preguntan si sus hijos recibirán, a cambio del dinero, una formación que les asegure el acceso a buenos empleos.

"Si se va a mantener el nivel actual de la educación pública, será mejor mandar a mis hijos a escuelas privadas", declaró Abdelmajid Kousbi, un médico de Rabat.

Según cifras que dio a conocer el ministro de Educación, Smael Alaoui, 280.000 estudiantes se inscribieron este año en las 14 universidades estatales de Marruecos. Las estadísticas permiten prever, sin embargo, que la mitad de ellos abandonarán los estudios en el primer año.

El rey Mohammed dijo que los ricos comenzarían a pagar en el año lectivo 2000-2001, cuando entrara en vigor la "Nueva Estrategia", pero Abderrahim Kherraz, un funcionario del Departamento de Educación, señaló a IPS que es probable que los servicios educativos empiecen a cobrarse tres años después.

"Así la gente tendrá tiempo suficiente para comprobar si las reformas tienen éxito", explicó.

El sistema educativo marroquí ha sido blanco de críticas durante varios años, por parte de quienes lo consideran anticuado e incapaz de acompañar el ritmo de constantes cambios de la era moderna. La crítica situación se refleja en los altos índices de desempleo y analfabetismo.

El desempleo es 20 por ciento, afecta a casi todos, desde los estibadores portuarios hasta los médicos, y llega a 54 por ciento entre los graduados en ingeniería.

El nivel de analfabetismo (55 por ciento) ubica al país por debajo de Argelia y Túnez, los socios de Marruecos en la Unión del Magreb, según estadísticas del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas.

"Los anticuados programas y métodos de enseñanza han hecho de las escuelas marroquíes meras máquinas que producen solicitantes de empleo mal preparados, para un limitado mercado laboral", dijo un inspector de educación.

Grupos de médicos, ingenieros y otros graduados universitarios sin trabajo protestaron durante varios meses frente a la sede del parlamento, en la principal avenida de Rabat.

Los manifestantes, que reclamaron su derecho constitucional a tener un empleo, interrumpieron en forma temporal las medidas luego de que el gobierno prometiera estudiar sus demandas. Los observadores dijeron, sin embargo, que eso ocurrió porque el rey iba a inaugurar un nuevo período de sesiones parlamentarias.

La "Nueva Estrategia" se propone corregir el atraso del sistema educativo, que perdura desde que el país se independizó del poder colonial de Francia, en 1956.

Las medidas previstas incluyen la promoción del desarrollo científico y tecnológico en las universidades, mediante incentivos para que los estudiantes realicen investigaciones prácticas, en especial en áreas vinculadas con prioridades nacionales.

"El camino será largo y difícil. Es por eso que las fuerzas vivas y los partidos políticos deben ponerse a tono con la nueva era, para evitar el peligro del extremismo que afecta a países vecinos como Argelia", apuntó un observador. (FIN/IPS/tra- en/na/cr/ego/mp/ip ed/99)

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