El primer ministro de India, Atal Bihari Vajpayee, comenzó hoy su segundo mandato consecutivo, en una ceremonia marcada por la preocupación ante el golpe de Estado del ejército en el vecino Pakistán.
Vajpayee afirmó que la situación en Pakistán ha pasado a ser "el problema más apremiante" para India, cuyas fuerzas armadas fueron declaradas en estado de alerta máximo.
El golpe de Estado en Pakistán se produjo el martes, luego de que el ex primer ministro Nawaz Sharif decidiera destituir al poderoso jefe del ejército, general Pervez Musharraf, quien asumió el gobierno.
Sharif, presionado por Estados Unidos, ordenó a comienzos de julio el retiro de los combatientes que habían invadido la zona fronteriza de Kargil, en la región de Cachemira controlada por India, y Musharraf no estuvo de acuerdo con esa decisión.
Los combates en Kargil dieron lugar al peor conflicto entre los dos países vecinos desde la guerra que libraron en 1971, cuando India intervino en apoyo de las fuerzas independentistas de Pakistán Oriental (hoy Bangladesh).
Desde la independencia de India y la creación de Pakistán en 1947, ambos países libraron tres guerras por el control del territorio de Cacjhemira, de mayoría musulmana. Pero ahora India y Pakistán poseen armas nucleares.
Las tropas indias apostadas en la frontera con Pakistán recibieron la orden de estar atentas a cualquier actividad militar pakistaní.
Vajpayee aseguró a los periodistas que desea "continuar la política de relaciones amistosas" con el país vecino y que "le desea lo mejor al pueblo de Pakistán", pero añadió que el gobierno pakistaní debe crear un clima adecuado para ello.
"Estamos observando el desarrollo de los acontecimientos y nos mantenemos totalmente informados", señaló Vajpayee, quien mantuvo una reunión con la comisión de seguridad del gabinete ministerial después de la ceremonia de toma del mando.
El general indio V. P. Malik, jefe del Estado Mayor del ejército, declaró que los acontecimientos en Islamabad no contribuian a la estabilidad regional.
Vajpayee encabeza la Alianza Democrática Nacional, de 24 fuerzas políticas y liderada por su Partido Bharatiya Janata (BJP), fundamentalista hindú.
Esa alianza obtuvo una clara mayoría en las elecciones generales realizadas entre el 5 de septiembre y el 3 de octubre, precipitadas por un voto de censura parlamentario al anterior gobierno de Vajpayee, en abril.
El primer ministro prometió una "era de gobierno de coalición estable, después de varios años de incertidumbre política en el país".
Esta es la tercera vez que Vajpayee, de 75 años, es elegido primer ministro. Su primer gobierno, en 1996, duró 13 días a causa de la falta de apoyo en un parlamento dividido, y el segundo se extendió durante 13 meses.
El BJP, cuya popularidad creció a comienzos de esta década a causa de una campaña contra los musulmanes centrada en el norte del país, ahora tiene poderosos aliados regionales y ha debido dejar de lado sus políticas contra las minorías.
De hecho, el BJP perdió por amplia diferencia en el estado norteño de Uttar Pradesh, en el cual se lanzó en diciembre de 1992 explotando sentimientos religiosos para arrasar una mezquita medieval.
Aquel ataque inció una ola de violencia entre hindúes y musulmanes en todo el país, que causó la muerte de miles de personas.
Los estrategas del BJP parecen haberse dado cuenta de que la clave para mantener el poder en un país tan grande está en cooptar a los partidos regionales, irritados por el ejercicio casi monopólico del gobierno por parte del Partido del Congreso desde la independencia de 1947.
El BJP no logró aumentar en esta elección el número de sus propias bancas parlamentarias, que volcieron a ser 182, pero los resultados fueron muy favorables para sus aliados, que insistieron en mantener sus identidades diferenciadas.
La decisión de Vajpayee de nombrar un enorme consejo de ministros de 70 miembros fue una clara señal de que los partidos regionales fueron los verdaderos ganadores de las elecciones generales.
El primer ministro dijo a los periodistas que la asignación de cargos en el gabinete se anunciaría el jueves, pero es muy probable que no haya cambios en los ministerios más importantes.
Se espera que Lal Krishan Advani permanezca en el Ministerio del Interior, George Fernandes en el de Defensa, Yashwant Sinha en el de Finanzas, y Jaswant Sinha en el de Relaciones Exteriores.
El primer ministro había comenzado a asignar los puestos teniendo en mente un gabinete de 50 miembros, pero esa cantidad debió aumentar para responder a "la presión y los egos", según el periódico The Hindu.
Sin embargo, el cuidadoso acto de equilibrio de Vajpayee aparentemente no agradó a por lo menos uno de sus socios en la alianza que iba a formar parte del gabinete, el partido Akali Dal, cuyo líder, Sukhdev Singh Dhindsa, no asistió a la ceremonia de toma del mando.
Parkash Singh Badal, el jefe de gobierno del estado de Punjab y presidente del Akali Dal, dijo a los periodistas que su partido no tenía diferencias con el BJP pero había optado por estar fuera del gobierno "como el Partido Telegu Desam (TDP)", informó la agencia de noticias india United News.
El TDP, un partido regional liderado por Chandrababu Naidu, el jefe de gobierno del estado sureño de Andhra Pradesh, fue el aliado más importante del gobernante BJP en las elecciones, y logró una amplia mayoría en su estado, pero decidió que su apoyo al gobierno de Vajpayee se definiría "caso por caso".
Naidu se reunió con Vajpayee en la noche del martes, y se piensa que logró que el primer ministro aceptara que G.M.C. Balayogi, un parlamentario del TDP, siguiera siendo el portavoz de la Cámara baja del parlamento.
El TDP formó parte entre mayo de 1996 y comienzos de 1998 del gobierno del Frente Unido, de tendencia izquierdista, al cual se oponían tanto el BJP como el Partido del Congreso, pero Naidu se alió con el BJP tras las elecciones generales de 1998.
Está por verse si Vajpayee podrá mantener unidos a sus diversos socios, dada la fuerte influencia sobre el BJP de sus mentores radicales de derecha, el Rashtriya Swayamsevak Sangh y el Vishwa Hindu Parishad.
El primer ministro deberá cumplir con los lineamientos acordados por la coalición antes de las elecciones, incluyendo la prioridad de mejorar las relaciones con Pakistán. (FIN/IPS/tra- en/an/at/mp/ip/99