El Coliseo de Roma se transformará en el emblema de una campaña de la ONU contra la pena de muerte: a partir del 12 de diciembre, se iluminará 48 horas cuando en cualquier parte de la Tierra se suspenda o se postergue una ejecución, se informó hoy.
El jefe del gobierno de centroizquierda de Italia, Massimo D'Alema, el alcalde de Roma, Francesco Rutelli, y el Vaticano expresaron ya su acuerdo sobre esta iniciativa que se prolongará durante todo el 2000, año del Jubileo.
Cuando el Coliseo se vea iluminado de dorado, incluso durante el día, significará que se ha salvado una vida, que al menos durante un tiempo no se ha roto el hilo tenue que liga a un condenado a muerte con la supervivencia.
Grandes pancartas explicarán "urbi et orbi" (a la ciudad y al mundo) por qué ha sido iluminado el Coliseo, inaugurado en el año 80 después de Cristo y donde se realizaban certámenes de violencia extrema.
Muchos de los protagonistas de estos espectáculos eran prisioneros de guerra o condenados a muerte a los que se ponía a luchar entre ellos o contra animales salvajes.
La ONU (Organización de las Naciones Unidas) decidió utilizar un monumento como símbolo, emblema y testimonio de una de sus campañas por los derechos humanos.
Esta iniciativa se presentará oficialmente el 12 de diciembre, día consagrado por la ONU a los derechos humanos, cuando en la sede de Nueva York se realizará un debate para aprobar una moratoria general de ejecuciones.
Ese será el primer día en que se iluminará el Coliseo, en presencia de las máximas autoridades italianas, en un acto que será transmitido a todo el mundo por televisión, explicó Staffan de Mistura, director del centro romano de la ONU y uno de los autores de esta particular iniciativa.
"Es un modo de iniciar el nuevo milenio con contenidos no solo religiosos, utilizando a Roma y a su mayor símbolo", agregó.
La ONU lanzó también otra campaña vinculada con el Jubileo (denominación de las conmemoraciones por los 2.000 años del nacimiento de Jesucristo), para anular de la deuda exterior del mundo en desarrollo, al menos para los países más pobres.
"La deuda externa asciende a más de 2.000 millones de dólares y el papa se ha movilizado por esta causa, en una ciudad como Roma, donde tienen su sede tres organizaciones de la ONU que cada día recuerdan a esa inmensa parte del mundo que carece de medios de subsistencia", expresó Mistura.
En Roma están la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA).
En "la búsqueda de objetivos posibles, por los cuales luchan estas organizaciones presentes en Roma, nació también esta iniciativa del Coliseo que recuerda que, hace dos milenios, la historia se inició también con una ejecución, la de Jesucristo", manifestó.
De esta manera, agregó, Roma puede llegar a ser, con su máximo monumento iluminado cada vez que se poner término a una vida, un faro de esta antigua, pero aún no ganada, batalla para poner fin a la pena de muerte.
"Yo espero que esta luz, que se verá en todo el mundo, pueda convencer a más de un gobernante de no aplicar" la pena capital, expresó Mistura.
El año pasado se llevaron a cabo 1.625 ejecuciones en 37 países. Además, 3.899 personas fueron condenadas en 78 naciones.
En 1998, la pena de muerte se aplicó al menos 1.067 veces en China, 100 en el Congo, 68 en Estados Unidos, 66 en Irán, cuatro países donde se llevaron a cabo el 80 por ciento de las sentencias capitales de toda la tierra.
En Estados Unidos, desde la restauración en 1977 de la pena capital, las ejecuciones fueron más de 500 y más de 3.500 las sentencias de muerte.
Un estudio de 1987 indica que entre 1900 y 1985 han sido condenadas al menos de 350 personas inocentes.
La pena de muerte fue abolida en 69 países, mientras otros 23 han renunciado de hecho, 13 la aplican en casos excepcionales y en más de 90 no existe. (FIN/IPS/jp/mj/hd/99