El gobierno de Cuba negó hoy versiones de un programa para facilitar la emigración de cientos de judíos cubanos a Israel, y aseguró que nunca ha impedido la salida del país de miembros de esa comunidad.
"No hay programa migratorio para la comunidad judía", dijo el portavoz de la cancillería, Alejandro González, quien desmintió la información de The Sunday Telelegraph, de Londres, de acuerdo secreto entre Cuba e Israel.
El funcionario aseguró que el gobierno de Fidel Castro jamás ha obstaculizado la salida de los judíos que desean emigrar, pero tampoco tiene como política estimular esas salidas.
La historia aparecida el domingo en The Sunday Telegraph y avalada luego por un funcionario israelí, "es puro sensacionalismo barato", aseguró González.
El periódico británico aseguró que un acuerdo secreto entre los dos gobiernos, que no mantienen relaciones, permitió la salida de Cuba de unos 400 judíos, y que otros 200 esperan su salida antes de junio del 2000.
Cuba rompió relaciones diplomáticas con Israel en 1973 a raíz de guerra librada ese año entre israelíes y árabes.
La Habana ha respaldado durante décadas la causa palestina, mientras Israel acompaña a Estados Unidos en las votaciones la Organización de las Naciones Unidas sobre el bloqueo de Washington y la situación de los derechos humanos en Cuba.
En la comunidad judía habanera, que comprende 80 por ciento de los judíos residentes en Cuba, las opiniones son contradictorias en cuanto a la existencia del acuerdo mencionado por el periódico de Londres, pero coincidentes en relación al flujo migratorio.
"Es completamente falso. No hay ningún programa de emigración secreta. Cualquier persona que tenga visa puede emigrar al país que sea", dijo la vicepresidenta de la Comunidad Hebrea de Cuba, Abela Dworin.
Por el contrario, Raquel Marichal, integrante de la junta coordinadora de esa organización, aseguró que desde hace cuatro años rige un convenio de migración entre Cuba e Israel, aunque no se trata de un pacto secreto.
"No hay emigración secreta. El hecho de que una cosa no sea conocida no quiere decir que es secreta", agregó.
Alrededor de 80 por ciento de las personas que formaban la comunidad hebrea en Cuba al triunfo en 1959 de la revolución encabezada por Castro emigraron entre 1960 y 1962, según la Enciclopedia Judaica.
La comunidad siguió reduciéndose, de 2.500 integrantes en 1965 a 1.500 en 1970.
La publicación de The Sunday Telegraph "podría poner en peligro a las 200 personas que todavía quieren venir a Israel. Castro sabe quiénes son", dijo el funcionario israelí que había confirmado la noticia, quien pidió reserva de identidad.
Según dijo, Castro permitió que los judíos, en su mayoría jóvenes de La Habana, partieran de la isla con la condición de que fueran a Israel y no a Estados Unidos. Las gestiones de viaje se abrían hecho a través de Canadá.
"No cuestionamos el país en el que un emigrante quiera residir", dijo el portavoz de la cancillería cubana, quien prefirió no hacer comentarios sobre el eventual convenio de Canadá con la Agencia Israelita de Emigración.
Sobre las facilidades creadas para la salida de miembros de la comunidad hebrea, González aseguró desconocer casos de salida ilegal de judíos de Cuba.
Además, calificó de "muy buenas" las relaciones del gobierno con esa comunidad. "Siempre se han respetado los envíos de alimentos desde el exterior y hemos participado en la reparación de varias sinagogas", añadió.
"Nunca tomaremos represalias contra la comunidad hebrea", que no es responsable del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba ni de la posición que al respecto mantiene el gobierno israelí, dijo el portavoz.
Las relaciones entre el Estado y la comunidad hebrea mejoraron sensiblemente a principios de esta década, tras una entrevista de representates de grupos religiosos con Castro.
Como un hito importante se considera la visita a la isla, en 1994, del Gran Rabino de Israel, que también mantuvo una reunión con Castro. (FIN/IPS/da/ff/pr ip/99