La central de inteligencia antidrogas que operará en el sudeste de Colombia con apoyo de Estados Unidos combatirá a todos los grupos armados que participan en el narcotráfico, incluida la guerrilla, alertaron hoy las Fuerzas Armadas colombianas.
Las declaraciones en tal sentido del comandante de las Fuerzas Armadas, general Fernando Tapias, son contradictorias con las del ministro de Defensa, Luis Fernando Ramírez, quien aseguró el martes que la ayuda estadounidense se dirigirá en exclusiva a la lucha contra las drogas, no contra la guerrilla.
El general Tapias indicó también que la central antidrogas, que operará en la base militar de Tres Esquinas, en el departamento de Caquetá, es "un organismo conjunto" en el que participarán el ejército, la policía, la fuerza aérea y la marina.
Caquetá es uno de los departamentos colombianos que cuenta con mayor presencia de guerrilleros y de narcotráficantes.
El gobierno de Andrés Pastrana procura desde su asunción en agosto de 1998 negociar la paz con los principales grupos guerrilleros del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional.
La reanudación de la negociación con las FARC, la mayor fuerza insurgente, está prevista para este domingo.
El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Charles Wilhelm, quien concluyó este miércoles una visita de tres días a Bogotá, dijo que la central de inteligencia será apoyada con radares, equipos de comunicaciones y adiestramento de técnicos de su país.
Wilhelm dijo este miércoles que Estados Unidos continuará asesorando en lo que sea necesario para combatir el flagelo del narcotráfico y que la central de inteligencia será "de Colombia y para los colombianos".
La ayuda militar de Estados Unidos a Colombia es de unos 300 millones de dólares al año, la tercera más alta después de Israel y Egipto, sin tener en cuenta otros 100 millones de dólares que, según el investigador Eduardo Pizarro, ingresan a distintos fondos especiales de las Fuerzas Armadas.
Pizarro, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales de la estatal Universidad Nacional, dijo a IPS que Estados Unidos ha dado un giro radical a su política de ayuda militar a Colombia.
El respaldo decidido de Washington a las fuerzas armadas colombianas lo coloca "al borde de un apoyo directo en la guerra contrainsurgente", explicó.
La prioridad de Estados Unidos en su relación con Colombia era hasta hace un año la lucha contra el narcotráfico, y en ese marco la mayor parte de la ayuda se dirigiría a la policía.
Sin embargo, la tesis de "una participación" de Washington "en la guerra de contrainsurgencia" se ha ido abriendo paso, "pese a la resistencia de múltiples sectores en los Estados Unidos", señaló Pizarro.
La posibilidad de que Estados Unidos participe en la lucha contrainsurgente está implícita en afirmaciones del jefe de la Oficina de Política Nacional Contra las Drogas de la Casa Blanca, Barry McCaffrey, recordó el experto.
Según McCaffrey, los vínculos entre la guerrilla y el narcotráfico convierten a Colombia en un peligro para la seguridad regional.
Otras versiones han señalado la posibilidad de que Estados Unidos esté promoviendo entre los paises latinoamericanos una intervención militar para enfrentar el fenómeno de la "narcoguerrilla".
Tras la visita que realizó este año a Bogotá, McCaffrey pidió a la secretaria de Estado (canciller) estadounidense, Madeleine Albright, 1.000 millones de dólares adicionales para apoyar al ejército colombiano en su lucha antidrogas, que se libra sobre todo en el sudeste y el sur colombiano.
La creación de la central antinarcóticos con apoyo técnico y económico estadounidense es, según Pizarro, una evidencia de la política de "doble carril" que tiene el gobierno de Bill Clinton hacia Colombia.
Pizarro afirmó que, por un lado, el Departamento de Estado brinda un apoyo importante a las iniciativas de paz de Pastrana, mientras por el otro, desde el Departamento (ministerio) de Defensa (Pentágono) fortalece a las Fuerzas Armadas para que combatan a la llamada "narcoguerrilla".
La llegada de Wilhelm a Colombia esta semana coincidió con versiones sobre posibles operaciones encubiertas que militares estadounidenses estarían realizando en el sur de este país.
"Estados Unidos oculta algo en el Putumayo", en el sur de Colombia, dijo el estadounidense Chuck Odom en declaraciones a la cadena televisiva de noticias CBS, reproducidas por el diario colombiano El Espectador.
La esposa de Odom, capitana Jennifer Odom, murió junto a otros cuatro militares estadounidenses el 23 de julio, cuando el avión que piloteaba se estrelló contra el cerro Patascoy entre los departamentos de Putumayo y Nariño (sur).
La Embajada de Estados Unidos informó que la aeronave cumplía operaciones de cooperación en la lucha antinarcóticos, pero Odom sospecha que fue derribada por guerrilleros que operan en esa zona.
Oficialmente se desconoce el número de militares estadounidenses en misiones de cooperación con la lucha antidrogas en Colombia, pero según algunas fuentes serían cerca de 300. (FIN/IPS/yf/mj/ip/99