Cuando faltan menos de dos meses para las elecciones presidenciales en Chile, las contradicciones entre las encuestas no sólo crean incertidumbre sobre los resultados sino también desconfianza acerca de los propios estudios de opinión.
De acuerdos con los sondeos preelectorales, en los comicios del 12 de diciembre habría una estrecha lucha "voto a voto" entre Ricardo Lagos, candidato de la gobernante coalición de centroizquierda, y Joaquín Lavín, de la oposición derechista.
En la elección compiten también la comunista Gladys Marín, el disidente democristiano Arturo Frei Bolívar, la ecologista Sara Larraín y Tomás Hirsch, del Partido Humanista, pero ninguno de ellos tiene posibilidades de triunfo.
El Centro de Estudios de la Realidad Contemporánea (CERC) difundió este lunes los resultados de su última encuesta, realizada en septiembre, según los cuales Lagos recoge 42 por ciento de la intención de voto, ante 35,4 por ciento de Lavín.
Este estudio contradijo el difundido el viernes por la Fundación Futuro, que pone en cabeza a Lavín, con 36,7 por ciento, frente a sólo 30,9 por ciento de Lagos.
Esta encuesta fue descalificada por el comando de la campaña de Lagos, cuyos directivos recordaron que el principal ejecutivo de la Fundación Futuro es el empresario y ex senador Sebastián Piñera, generalísimo de la postulación de Lavín.
Piñera defendió la rigurosidad científica de sus sondeos, que se basan en consultas telefónicas, al contrario de los del CERC, que se realizan sobre la base de entrevistas personales.
El día 8, una encuesta encargada por el seminario Qué Pasa, de orientación derechista, marcó un virtual empate entre Lagos y Lavín, con una ligera ventaja para este último.
Gustavo Martínez, experto en estudios de opinión pública de la Universidad de Chile, señaló este martes que las contradicciones entre las diferentes encuestas tienden a crear desconfianza en el público sobre la validez de estas mediciones.
Uno de los pocos elementos que queda en limpio tras esta guerra de encuestas es que, a falta de menos de dos meses para las elecciones, existiría aún un alto margen de votantes indecisos, en proporción que oscila entre 20 y 30 por ciento.
La Constitución chilena establece la elección del presidente por mayoría absoluta, es decir con más de 50 por ciento de los votos. Si ningún candidato logra ese resultado en la primera elección, debe hacerse una segunda vuelta entre los dos más votados.
El mecanismo de la segunda ronda, instaurado en la Constitución de 1980, no se aplicó en los comicios presidenciales de 1989 y 1993, que Patricio Aylwin primero, y luego el actual mandatario, Eduardo Frei, ganaron en la votación inicial.
El parlamento estableció el sábado que en caso de segunda vuelta para las próximas presidenciales, se llevará a cabo el domingo 16 de enero. El mandato de seis años de Frei finaliza el 11 de marzo.
Según la encuesta de la Fundación Futuro, en una segunda vuelta persistiría un margen de indecisos de 20 por ciento y, si la orientación de los electores no se modificara, Lavín ganaría con 42,4 por ciento, en tanto Lagos llegaría sólo a 37,7 por ciento.
El sondeo del CERC, en cambio, otorga a Lagos una cómoda ventaja de 47 por ciento en la segunda ronda, ante 37 por ciento de Lavín, aunque establece que el candidato oficialista se impondrá en la primera elección.
En cualquier caso, el estudio del CERC ratifica que Lavín logra un aumento de las intenciones de voto en su favor, aunque ese avance no pondría en riesgo las posibilidades de victoria del candidato del oficialismo.
Los aspirantes menores también muestran disconformidad ante los últimos sondeos, que les atribuyen votaciones muy por debajo de sus expectativas.
De acuerdo con el CERC, Marín, la candidata comunista, sólo obtendría tres por ciento, seguida por Frei Bolívar con 1,5, Hirsch con 1,2 por ciento, y la ecologista Larraín ocuparía el último lugar, con sólo 0,6 por ciento de los votos.
Marín confía en que el apoyo a su candidatura supere seis por ciento y aspira a llegar a ocho por ciento, aunque el temor de un triunfo del derechista Lavín puede llevar a muchos de sus seguidores a apoyar al postulante oficialista.
Lagos es el líder de las corrientes de izquierda de la Concertación por la Democracia, que está integrada por los partidos Demócrata Cristiano, Por la Democracia, Socialista y Radical Socialdemócrata.
Lavín es militante de la Unión Demócrata Independiente, que configura la coalición opositora Unión por Chile en conjunto con el Partido Renovación Nacional. (FIN/IPS/ggr/ff/ip/99
