BRASIL: Católicos reaccionan ante avance de iglesias electrónicas

La Iglesia Católica de Brasil utiliza con eficacia la música popular para competir con las denominaciones protestantes y de las sectas, que crecen con apoyo en los medios electrónicos de comunicación.

Cerca de 170.000 personas se unieron en el estadio de fútbol Maracaná, en Río de Janeiro, el martes, día de Nuestra Señora Aparecida, patrona del país. Las estrellas de la prolongada celebración religiosa fueron los curas cantantes, especialmente Marcelo Rossi, un campeón de venta de discos.

Por lo menos 15.000 fieles no pudieron entrar en el estadio, cuya capacidad máxima, dentro de las normas de seguridad, es de 122.500 personas, según el responsable de su administración, Francisco de Carvalho. Hubo tumultos y disputas por el espacio.

En Aparecida, a 170 kilómetros de Sao Paulo y sede de los homenajes a la Patrona, 130.000 peregrinos concurrieron a la gigantesca Basílica construida en los años 30 en homenaje a la Virgen Negra, la santa de mayor adoración en Brasil.

Una atracción, en este caso, fue Roberto Carlos, el cantante más popular del país desde los años 60, cuando encabezó el movimiento del rock nacional para luego ampliar su público a todas las edades con música romántica.

Pero la devoción a la santa no depende de estímulos externos. El 12 de octubre de 1975 la visitaron 250.000 fieles. La Virgen María se llama Aparecida porque su imagen en una escultura negra apareció en un río local en 1917.

Este año, la gran romería empezó el sábado. Desde entonces hasta el martes, feriado nacional por la conmemoración, pasaron por el Santuario cerca de 280.000 personas, estimó la Arquidiócesis.

El arzobispo local, cardenal Aloisio Lorscheider, estimó que el total de visitantes en todo ese año alcanzará 7,8 millones, cinco por ciento más que en 1998, lo que hace del Santuario Nacional de Aparecida el mayor centro de peregrinación católica del mundo en este fin de milenio.

El tema central de la peregrinación, que proseguirá el próximo fin de semana, es el desempleo, problema que llevó muchos fieles a Aparecida en busca de ayuda de la Santa para obtener un trabajo o evitar el despido.

La movilización católica fue realizada también en otras numerosas ciudades del país, con el uso de espectáculos musicales o teatrales, recursos empleados principalmente por curas del movimiento Renovación Carismática, que trata de recuperar la popularidad del catolicismo entre los jóvenes.

La competencia religiosa en Brasil se concentra especialmente en la comunicación. Además del uso creciente de canciones de ritmo, melodía y versos de fácil asimilación por la población, la batalla se extiende a las emisoras de radio y televisión.

La Iglesia Universal del Reino de Dios exacerbó las disputas al adueñarse de la mayor red de radios evangélicas del país, con más de 120 emisoras. Además, posee una cadena televisiva y diarios.

Los católicos tratan de organizar en red a las cerca de 60 radios pertenecientes a sus congregaciones. El año pasado ingresaron en la televisión por cable, pero no a la abierta, de público más amplio.

En Sao Paulo las iglesias ya controlan por lo menos 20 de las 61 emisoras de radio locales. Además, alquilan tiempo de otras y estimulan las radios comunitarias o "piratas", que operan sin autorización legal, según expertos.

El dominio es de sectas fundadas en las dos últimas décadas, con vocación comercial evidente, como la Iglesia Universal o la Comunidad Cristiana Paz y Vida.

Los católicos, en desventaja aunque sean más de 70 por ciento de la población, tratan de reaccionar. Además de la red radiofónica, crearán una agencia de noticias que, según el presidente de la Conferencia Episcopal brasileña, Jayme Chemello, empleará a 300 periodistas y prestará servicios gratuitos.

Otra batalla se libra en las técnicas de comunicación masiva. La Iglesia Universal del Reino de Dios, por ejemplo, elige sus reverendos por la capacidad de alcanzar a grandes públicos con su prédica.

La Iglesia Católica es pésima en comunicar sus mensajes y por eso sus 140 radios dispersas por el país tienen baja audiencia, evaluó Antonio Kater Filho, un adepto del movimiento carismático católico.

Kater trata de enseñar a su religión las técnicas que usa como administrador de empresas. Para eso escriió el libro "El marketing aplicado a la Iglesia Católica". (FIN/IPS/mo/mj/cr/99

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