La policía de Colombia capturó esta semana a un ex integrante del desarticulado Cartel de Medellín y otras 29 personas, en una operación contra el narcotráfico que contó con colaboración de Estados Unidos, Ecuador y México.
La captura se produjo en el marco de la llamada "Operación Milenio" que se cumplió en las ciudades de Bogotá, Cali (oeste) y Medellín (noroeste), informó Rosso Serrano, comandante de la policía colombiana.
Serrano afirmó que Fabio Ochoa, de la cúpula del desmantelado Cartel de Medellín, fue detenido bajo la acusación de que continuaba delinquiendo con la organización desarticulada el miércoles.
Con la "Operación Milenio" quedó desmantelada una de las organizaciones de narcotraficantes "más importantes del mundo, que controlaba buena parte del mercado estadounidense de la cocaína", agregó el funcionario.
Según Serrano, la organización de Ochoa, dirigida por Alejandro Bernal, capturado el lunes en Bogotá, traficaba un promedio mensual de 30 toneladas de cocaína.
Esta redada es, según Serrano, la tercera en importancia que se lleva a cabo en Colombia contra las redes internacionales de la droga, después de las ofensivas que se realizaron en la primera mitad de esta década y que acabaron con los carteles de Medellín y de Cali.
Tras el desmantelamiento de los dos mayores carteles colombianos de la droga, que llegaron a controlar hasta 80 por ciento del mercado estadounidense, los narcotraficantes se "reacomodaron" en pequeñas organizaciones autónomas que mantuvieron el negocio, según algunos expertos.
Ricardo Vargas, investigador de Acción Andina, organización que estudia el narcotráfico en Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Perú y Venezuela, dijo a IPS que la dinámica de estas "organizaciones autónomas" evidencia los errores de la estrategia antidrogas de Estados Unidos.
Según Vargas, se ha penalizado a los productores, pero quienes manejan los grandes capitales que genera el narcotráfico no han sido tocados, lo que les permite movilizarse de un lado a otro en busca de condiciones propicias.
El Cartel de Medellín fue desarticulado con la muerte de su líder, Pablo Escobar, en 1993, y el de Cali con la captura de los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, entre 1995 y 1997, en operativos que le valieron a Serrano, quien los dirigió, el calificativo de "mejor policía del mundo".
Ochoa tiene 40 años y encabeza el Clan Ochoa, junto con sus hermanos Jorge y Luis. Fue el primer narcotraficante que se entregó a las autoridades en 1991, acogiéndose a los beneficios de la rebaja de penas por colaboración con la justicia. Purgó una pena de ocho años por narcotráfico.
Serrano dijo en rueda de prensa que la captura de estas 30 personas, con pedido de extradición pendiente desde Estados Unidos, transmite el mensaje de que el narcotráfico hay que combatirlo "con la cooperación internacional".
Las operaciones de esta nueva organización fueron conocidas por la policía en Bogotá hace un año, con ayuda de las agencias antidroga en Washington, cuando fue detectado un cargamento de droga enviado por narcotraficantes colombianos a Houston y otro a Ecuador.
"Empezamos con la Fiscalía y con las autoridades norteamericanas a trabajar esa información" en la que se detectaron estas 30 personas, "entre ellas Fabio Ochoa", dijo Serrano.
El embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis Moreno, señaló desde Washington que la operación ha sido una de las más importantes realizadas en Colombia, y destacó la "invaluable colaboración" que se recibió de las agencias estadounidenses, de México y Ecuador.
Moreno llamó a la población estadounidense a prestar toda su colaboración para el control del consumo, que "es la mejor manera de ayudar a la paz de Colombia".
El diplomático colombiano indicó que la extradición de los supuestos narcotraficantes a Estados Unidos será estudiada "caso por caso".
Bogotá restableció sus acuerdos de extradición de delincuentes con Washington en 1998, tras la reforma de un artículo de la Constitución que prohibía la aplicación de este instrumento jurídico contra los nacionales colombianos.
Funcionarios de Estados Unidos participantes en la operación afirmaron que Bernal, conocido también como "Jubenal", tenía conexiones con jefes de organizaciones de narcotraficantes en México.
Durante este operativo fue detenido en México Guillermo Moreno Ríos, cuya extradición fue pedida también por Estados Unidos.
Las autoridades estadounidenses aseguraron que los detenidos en Colombia son "narcotraficantes de alto nivel" que controlaban también operaciones "de lavado de dinero". En el operativo se confiscaron 13 toneladas de cocaína.
Para Washington, la "Operación Milenio" envía un mensaje a los narcotraficantes que lucran "con la miseria e infelicidad" de los estadounidenses, para que entiendan que no están a salvo de la justicia, "no importa cuán poderosos sean y cuánta riqueza tengan".
La "Operación Milenio" es el segundo de varios pasos de un proceso que siguió al operativo llevado a cabo hace tres semanas en Estados Unidos y México y con el que se eliminó una organización de distribución de narcóticos y lavado de dinero. (FIN/IPS/yf/mj/ip/99