(Arte y Cultura) PINTURA-ITALIA: Expresionismo alemán, un movimiento vanguardista

Italia presenta por primera vez una exposición de los pintores alemanes que entre 1905 y 1913 dieron vida al expresionismo, uno de los movimientos vanguardistas más importante del siglo.

Una corriente gestada por estudiantes que se inspiraban en Van Gogh y querían cambiar la historia del arte con el movimiento "die Brüche" (el Puente), contando con la furia de los colores del campo y la ciudad, las sombras de prostíbulos y luces de cafeterías, mientras se anunciaban los relámpagos de la guerra.

Ernst Ludwig Kirchner, Erich Heckel, Fritz Bleyl y Karl Schmidt- Rottluff eran cuatro estudiantes de arquitectura que se habían encontrado en 1905 en la Universidad de Dresden y consumían su tiempo en dibujar y rehacer el mundo, sin saber, seguramente, que de esa pasión habría de surgir el expresionismo.

Un día decidieron dedicarse en alma y cuerpo a un arte vivido como una aventura colectiva, animados de la inquietud que los alejaba de los estudios, curiosos de las novedades artísticas que llegaban de Francia y ávidos de provocar un cambio profundo a un arte frío y académico como era el alemán de fines de 1800.

Kirchner propuso fundar un movimiento y Scmidt-Rottluff lo llamó "die Brücke", un puente que en poco tiempo se cargó de muchos significados.

Una expresión artística que era una mediación entre el hombre y la naturaleza y una relación entre pasado y futuro, pero sobre todo una sólida base para el nacimiento de una pintura capaz de expresar sentimientos de humanidad, a través de una explosión de colores fuertes y brillantes.

El 7 de junio de 1905 comenzó la historia del expresionismo, que 11 años después el crítico Hermann Bahr resumió como "un solo grito de angustia que surge de nuestro tiempo, también el arte grita en las tinieblas, llama al socorro, invoca el espíritu: es el expresionismo".

Una historia reconstruida por primera vez en Italia en una exposición en Milán, en el norte del país, que se inauguró el día 3 y se extenderá hasta el 23 de enero.

La muestra denominada "Die Brücke, el nacimiento del expresionismo" reúne cerca de 150 obras provenientes de la colección del Brücke Museum de Berlín, dirigido por Magdalena Moeller, responsable de la exposición.

Pinturas, dibujos, acuarelas y numerosas obras gráficas documentan paso a paso la evolución de esta corriente artística que se desarrolló entre 1905 y 1913, año en que el grupo se disolvió definitivamente.

Kirchner y sus compañeros se dedicaron en los primeros tiempos sobre todo a la gráfica, tallaban en la madera figuras de mujeres desnudas y recuperaban la xilografía estudiando las antiguas incisiones del renacimiento alemán.

Expresaban libremente su energía creativa, trabajando la madera como los artesanos para dar vida a imágenes que relataban su malestar hacia la sociedad burguesa, que se observa de manera aún más evidente en las pinturas inspiradas en Vincent Van Gogh.

En noviembre de 1905, los artistas del grupo alemán permanecieron como trastornados durante largo tiempo ente los cincuenta cuadros del pintor holandés expuestos en una galería de Dresden.

La fuerza simbólica del color, la interpretación existencial de la vida cotidiana y el estilo cargado de expresividad de esas telas abrieron definitivamente el camino a los trabajos de "die Brüche", que ya se había ampliado con la incorporación de Emil Nolde, Max Pechstein y Otto Müller.

Trabajaban en el campo, dibujaban desnudos, en medio de los arboles y de las flores, celebrando el regreso a la naturaleza como una nueva religión.

"Nosotros, el pueblo de los pintores, nos poníamos en camino cada mañana, con las modelos que nos seguían cargadas con cosas de comer y beber, vivíamos en absoluta armonía, trabajábamos y nos bañábamos", contó en aquellos días Pechstein.

Sus frutos fueron "El nudo en las dunas", de Karl Scmidt- Rottluff, y "Dos niñas en el baño", de Otto Muller, ambas obras presentes en la exposición de Milán.

La otra cara de "die Brücke" se dirigía, por el contrario, hacia la ciudad moderna, la metrópoli que vive de contrastes entre luces de las cafeterías y las sombras de los prostíbulos.

De esta manera, cuando la "die Brücke" se trasladó a Berlín para adherir al grupo de artistas vanguardistas que había fundado la Nueva Secesión, la naturaleza incontaminada fue sustituida por escenas de la vida en la metrópoli.

"Las luces de la ciudad moderna y el movimiento de las calles son para mi un continuo estímulo que siempre se renueva", escribió Kirchner, interprete perfecto de la vida nocturna de Berlín de los años que precedieron a la primera guerra mundial.

Cabaret y salas de baile animadas por prostitutas vestidas con trajes lujosos, protagonistas de la "Escena de calle de Berlín", está expuesto en Milán, junto a otro cuadro ligado a temas de la ciudad, como "El baile" de Müller.

Las mujeres aparecen todas tristes y pensativas, como en "Retrato de Rosa Schapire", de Schmidt-Rottluff, o en "Mujer en el barco", de Otto Müller.

En los años de Berlín, la actividad de estos pintores fue intensa, con exposiciones en diversas ciudades alemanas, entre ellas Munich, donde participaron en 1912 en una muestra organizada por otro movimiento expresionista fundado por Vasilij Kandinskij.

Mientras Kandinskij sostenía una pintura basada en los valores espirituales ligados a formas y colores puros, que lo llevó rápidamente a la abstracción, los artistas de "die Brücke" decidieron disolver el grupo en 1913 por conflictos internos.

Cada uno de ellos había logrado su propio estilo, mientras ya se sentía en el aire esa guerra que cambió para siempre la historia de Alemania. Todos adhirieron con entusiasmo al conflicto, que veían como "la guerra que habría puesto fin a todas las guerras". (FIN/IPS/jp/dm/cr/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe