(Arte y Cultura) MUSICA-MALASIA: Tradiciones indígenas buscan un lugar en el mundo

El músico canadiense Randy Raine- Reusch se encargará de buscar un lugar en el mercado mundial para las tradiciones musicales indígenas del estado occidental malayo de Sarawak, tarea que le encomendaron las autoridades locales de turismo.

Raine-Reusch sostiene que Malasia está asentada sobre una mina de oro de música tradicional que debería atraer a un público internacional. La riqueza musical del estado de Sarawak es tal que sería una lástima que sólo unos pocos escucharan lo que el pueblo malasio disfrutó durante varias generaciones, sostiene.

Pero el entusiasmo del canadiense con la música de Sarawak es anterior al hecho de haber sido contratado por las autoridades del estado.

De hecho, fue en parte debido a ese entusiasmo por el "descubrimiento" de la música malasia que hizo Raine-Reusch hace algunos años que las autoridades decidieron hacer realidad su sueño de que Sarawak pase a formar parte del panorama mundial.

Sarawak tiene unos 26 tribus indígenas, y cada una cuenta con su propia cultura musical. Sin embargo, los malasios que viven en las ciudades apenas conocen el sonido tradicional de esas etnias, que suelen vivir en comunidades en lo profundo de los bosques.

Pero ahora, Raine-Reusch y los funcionarios de Sarawak piensan llevar esa música más allá de las fronteras de Malasia. Hace dos años realizan el Festival Mundial de Música del Bosque, una muestra de los sonidos indígenas del estado y del resto del mundo.

Los organizadores y los participantes explican que el festival muestra la música local al mundo, a la vez que presenta los instrumentos musicales y las melodías de Sarawak a los extranjeros.

"Traemos músicos extranjeros para escucharlos, ver lo que están haciendo e inspirarnos a partir de eso. Por otro lado, cuando ellos llegan y ven los instrumentos indígenas, también se interesan" por lo nuestro, explicó uno de los organizadores.

El segundo festival tuvo lugar en septiembre, y reunió a músicos de Canadá, China, Cuba, Escocia, Madagascar, Malasia y Perú.

"Queremos traer a nuestros músicos de las comunidades y los kampongs (pueblos) del interior, y mostrarlos junto con los músicos internacionales", explicó Mohd Tuah Jais, presidente del comité que organiza el festival.

Así, el festival incluyó varios talleres donde los músicos de Sarawak y de América Latina probaron nuevos sonidos y ritmos producidos al mezclar los instrumentos de cada uno, y enseguida improvisaron piezas.

Mohd anunció que, si la grabación quedó bien hecha, se pondrá en venta un disco compacto para integrarlo a un sector de la industria musical que se va globalizando poco a poco.

La mayoría de las novedades musicales salían de Occidente, sobre todo de Estados Unidos, aunque sus raíces fueran africanas o latinoamericanas, hasta que en esta década surgió el nuevo rubro de la "música mundial".

Ahora, los valores musicales y culturales de los indígenas de Africa, América Latina, Asia y otros lugares del mundo se exportan hacia otras regiones, sin tener que adoptar las lenguas de Occidente para tener éxito.

Los músicos occidentales son los que hoy copian y adoptan otras formas y estilos musicales como el gamelan de Indonesia, el shakuhachi de Japón y la tabla de India.

La apuesta de Raine-Beusch y Mohd es que la guitarra de Sarawak, llamada "sape", sea el próximo instrumento no occidental que arrase los escenarios musicales.

"Hay un estilo de música de Africa occidental llamado 'kora' que se ha vendido muy bien (en el mundo). La música de 'sape' tiene los mismos atractivos", sostiene Raine-Beusch.

El "sape" es un tipo de laúd que tocan los orang ulu, una tribu del centro de Borneo, como acompañamiento de canciones y danzas. Tradicionalmente tenía sólo dos cuerdas, pero ahora se encuentran algunos con tres, cuatro y hasta cinco. La mayoría de los músicos le agregan un amplificador de guitarra eléctrica.

"Algunos músicos extranjeros identifican ahora la música de Malasia con el sonido del sape", señaló Matthew Ngau Jau, de Sarawak, uno de los principales ejecutores de ese instrumento que últimamente dio conciertos en Alemania y Francia.

El sape solía usarse en ceremonias comunitarias, pero los más jóvenes de Sarawak empezaron a perder interés y prefieren la guitarra, relató Ngau Jau. Pero el reconocimiento que ha adquirido el instrumento en el exterior puede cambiar la situación, agregó.

"Quizá podríamos hacer que el sape se modernice. Algunas bandas mezclan ese instrumento con música bailable. Los jóvenes ahora quieren tocar el sape cuando se usa junto con otros instrumentos", dijo a IPS.

Sin embargo, los líderes comunitarios criticaron los intentos anteriores de modernizar la música tradicional de Sarawak, porque según ellos corrompía las culturas musicales locales.

Pero Mohd sostiene que la mezcla de música tradicional con instrumentos de Occidente podría ser una manera de interesar a los extranjeros en la oferta musical de Sarawak.

Antares estuvo de acuerdo. "No me preocupa que la música tradicional se corrompa mientras que el espíritu se mantenga intacto, mientras ese espíritu subsista", aseguró.

Por su parte, Raine-Beusch sostuvo que "corromper" un poco la música tradicional puede servir para preservarla. "Muchas ceremonias y rituales están desapareciendo. Por eso no vemos jóvenes haciendo esta música. Ellos tocan rock", indicó.

"La única manera de mantener viva a esta música es cambiar su contexto, ya que los rituales están desapareciendo. Así que nos ponemos a hacer música. Eso la cambia, es verdad. Pero también la ayuda a sobrevivir e incluso podría permitirle crecer", explicó. (FIN/IPS/tra-en/ks/cb/ceb/aq/cr/99

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