(Arte y Cultura) ESCULTURA-LIBANO: Sorpresa para los transeúntes de Beirut

La Corniche, uno de los pocos paseos peatonales de la capital de Líbano, al borde del mar, es el lugar donde 15 artistas jóvenes instalaron sus obras y esperan la respuesta de los transeúntes, poco acostumbrados al arte en la vía pública.

Rana Haddad y Pierre Sabbagh son dos de los artistas que instalaron sus inusuales producciones en algún lugar del paseo, de dos kilómetros de largo.

La obra de Haddad y Sabbagh consiste en 12 tablones de andamio clavados al piso a una distancia creciente. En cada uno luce una inscripción en árabe que dice "mi pie en el arte".

La expresión equivale a decir "al diablo con el arte". Así que un hombre se acercó a Haddad y le dijo que "esa frase se usa, por lo general, para blasfemar", y que ella no podía hacerle eso al arte.

Haddad le preguntó qué consideraba que ella era y hacía. "Una artista" y "arte", fueron sus respuestas. Entonces Haddad sonrió y le dijo que él había tenido que pasar por encima de su arte para acercarse a hablarle.

"Fantástico", exclamó el hombre, y se fue con una gran sonrisa.

"Arte fantástico" fue la siguiente oración que quedó escrita sobre las planchas. Más tarde se pudo leer también "patinando sobre el arte", ya que un grupo de patinadores había utilizado las tablas de Haddad como obstáculos para su diversión.

Las artes plásticas empezaron a mostrarse en espacios públicos de Líbano hace apenas dos años, varias décadas después que esa modalidad fuera adoptada en otros lugares del mundo.

"La gente de Líbano no está acostumbrada a esta forma de arte, así que nos da curiosidad ver sus reacciones", declaró el escultor Jaled Ramadan, que vive en Copenhague e integra Konglomerat, un grupo de seis artistas daneses que produce obras de arte en conjunto.

Para esta ocasión, Konglomerat realizó 15 esculturas con trozos de acero sacado de las paredes de cemento reforzado de edificios en demolición. Una vez prontos los esqueletos, cubrieron ciertas partes con plástico blanco.

"Fue muy interesante observar a la gente de la Corniche adoptar las esculturas como parte del ambiente. Se sientan entre ellas como si delimitaran espacios más privados. Utilizan los trozos de acero para colgar sus bolsos, y parece que realmente les gustan", comentó Ramadan.

Su esposa danesa, Stine, dijo que el cuidado de la gente para tratar a las esculturas la había impresionado.

"En Dinamarca, la gente las tocaría, estiraría, y empujaría, sólo para ver cuánto aguantan. A veces, terminan rompiendo cosas. Pero aquí, probablemente porque no están acostumbrados a ver arte en los espacios públicos, tratan a las esculturas casi con respeto", observó Stine.

Las esculturas serán exhibidas en un jardín en las montañas, cuando termine la muestra de la Corniche. Sólo dos de las 15 obras expuestas son permanentes, y para eso fueron instaladas cerca del mar.

"La Corniche tiene una identidad muy fuerte, no creo que necesite obras de arte en forma permanente. No deberíamos imponerle eso a la gente, si no lo pidió", sostuvo Tony Shakar, participante de la muestra.

"Parecen disfrutarlo, es cierto, pero es bueno que la exposición sea sólo temporaria", agregó.

Varios paseantes se mostraron disgustados, al principio, por las esculturas, ya que creyeron que serían un obstáculo para sus actividades al aire libre.

Shakar incluyó al banco más cercano en su obra, al agregarle algunos almohadones. Un grupo de personas se acercó al atardecer para avisarle que ese era "su" banco, "su" área.

Luego, como los almohadones resultaron cómodos, Shakar fue perdonado a pesar de haber invadido el espacio de esas personas. Y después de un tiempo, uno de los "dueños" del área empezó a repartir folletos sobre la obra del joven artista.

La obra de Shakar es muy diferente del resto de los trabajos, que son abstractos y en muchos casos, futuristas.

Shakar instaló una estatua que representa a una diosa romana, la vistió con ropa de la época, le agregó un pequeño recipiente, y pintó todo de dorado.

El conjunto se encuentra sobre una alfombra roja, y el banco con los almohadones está detrás. El título de la instalación es "Monumento retroactivo de una ciudad quimérica".

"El arte es demasiado fácil en Líbano. Cualquiera puede ser artista, porque no hay críticos que construyan o destruyan su carrera", se quejó Shakar.

"Le doy a la gente lo que quiere, lo que según les enseñaron, es lindo y artístico. Estatuas romanas, cuerpo femenino, oro, terciopelo. Tienen lo que quieren", agregó.

Algunas personas se detienen frente a la estatua, asienten con la cabeza, sonríen con educación y se van. El propio Shakar es la prueba viviente de su discurso, ya que él no es un artista. La estatua fue prestada por un vendedor y escultor amigo, y la carrera de quien figura en el folleto es ficticia.

La Suiza de Oriente de la década del 60 no existió realmente para Shakar. Se trata de una ciudad quimérica, la imagen que una generación más vieja tiene en la memoria, y se la transfirió a los jóvenes como si se tratara de una meta a alcanzar.

La libertad y la tolerancia son hoy una quimera en Beirut. El alcalde fue una vez a la Corniche para pedirle a los organizadores que retiraran la estatua romana porque las representaciones humanas están prohibidas en el Islam. Hay una mezquita en la calle que queda a espaldas de la estatua.

"Más de 100 hombres vinieron a mi oficina esta mañana después de las plegarias para quejarse" de la escultura, dijo el alcalde.

Otra de las instalaciones que recibió duras críticas de los religiosos fue una gran espiral hecha de sal, dentro de un círculo de baldosas de cerámica blanca.

"Venimos del Infinito. Vivimos en el Infinito. Volveremos al Infinito. Somos la encarnación del Infinito", rezan las baldosas.

Los fanáticos religiosos "dijeron que estaba negando a Dios por afirmar que 'somos la encarnación del Infinito'. Pero es exactamente lo opuesto", explicó la artista Nelly Shemaly.

La escultura no fue retirada ya que, según la organizadora, Christine Tohme, la Corniche es propiedad pública y por lo tanto, pertenece al pueblo de Beirut.

"Me dijeron que no hiciera un escándalo por esto pero quiero saber dónde está el límite entre la propiedad pública y la privada", declaró. (FIN/IPS/tra-en/mm ce/kg/ak/ceb-mlm/cr/99

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