Los combates entre el ejército de Angola y la insurgente UNITA obligaron a 250 civiles a huir a la vecina Zambia, informó hoy la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Lusaka.
El portavoz de la agencia en la capital de Zambia, Dominik Barstch, dijo a IPS este miércoles que los refugiados ingresaron por Chavuma, un remoto puesto fronterizo, la semana pasada. ACNUR estima que más civiles ingresarán a este país a medida que se intensifiquen los combates en Angola.
"Aún estamos entrevistando a los refugiados, y los camiones con alimentos para ellos deben llegar a Chavuma" este miércoles, aseguró Barstch.
Se trata de la mayor cantidad de refugiados que recibió el país en una semana desde que se reanudaron los combates en Angola hace cuatro años. El número promedio de personas que se fugan a Zambia no supera los 110 por semana.
Luego de averiguar la situación en que se encuentran los angoleños, serán transferidos al campamento de Meheba, en el noroeste del país, informó ACNUR. Allí hay más de 13.000 refugiados, la mayoría de Angola y de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire).
ACNUR precisó que 110 refugiados más esperan en Mwinilunga, un pueblo fronterizo en Zambia, su traslado a Meheba.
El gobierno del presidente José Eduardo dos Santos está en guerra con UNITA (Unión por la Independencia Total de Angola), liderada por Jonas Savimbi, desde que el país se independizó de Portugal en 1975.
Desde entonces, fracasaron las gestiones regionales e internacionales para ponerle fin al conflicto. El cese del fuego firmado en 1994 en Lusaka colapsó cuando UNITA reanudó los combates.
La maquinaria de guerra de Savimbi se sustenta con la venta de diamantes producidos en zonas controladas por UNITA, mientras la del gobierno se financia con el petróleo del país.
Zambia, con 10 millones de habitantes, alberga a más de 150.000 refugiados que comenzaron a llegar a este país de Africa austral a principios de los años 60. Muchos de ellos proceden de Burundi, Ruanda y Somalia.
La semana pasada, refugiados congoleños de Mwange, en la frontera con RDC, se quejaron ante un legislador zambiano de las malas condiciones de vida que padecen en los campamentos.
El legislador Ackim Nkole, que visitó los campamentos, relató que vio refugiados viviendo en chozas de barro que podrían ser arrastradas fácilmente por el agua en la próxima temporada de lluvias.
Los refugiados también protestaron porque sólo reciben pequeñas raciones de frijoles y harina de maíz que no bastan para alimentar a sus familias.
Nkole prometió plantear las quejas a la oficina de ACNUR en Lusaka, pero el organismo las descartó y aseguró que los congoleños se encuentran entre los refugiados mejor alimentados de Zambia. (FIN/IPS/tra-en/am/mn/aq/pr/99