AMERICA CENTRAL: Las fronteras, punta de lanza de integración

Los pueblos fronterizos de América Central comparten similitudes culturales que podrían convertirlos en punta de lanza de la integración regional en los próximos años.

Luego de que quedaran atrás las disputas diplomáticas exacerbadas por décadas por los gobiernos del istmo, decenas de municipios limítrofes están llevando a cabo un plan, que incluye asociaciones y federaciones transfronterizas para resolver sus problemas de educación, carreteras y migración.

El llamado "Proyecto de Cooperación Transfronteriza en Centroamérica" es promovido por la no gubernamental Fundación del Servicio Exterior para la Paz y la Democracia (Funpadem), con sede en Costa Rica, con la intención de aumentar la cooperación e integración de la región por la vía de los pueblos fronterizos.

"Nos hemos dado cuenta que todos tenemos los mismos problemas de uno y del otro lado de la frontera, así que nos hemos unido para arreglar caminos en mal estado y aulas escolares, así como resolver conflictos migratorios", explicó a IPS Armando Mora, vecino de una localidad fronteriza entre Costa Rica y Nicaragua.

Mora es abogado y director ejecutivo de la Federación de Gobiernos Locales Costarricenses fronterizos con Nicaragua, una organización que nació en febrero y que agrupa a representantes de cinco municipios del norte de Costa Rica.

"La gente no se considera diferente por vivir a uno u otro lado de la frontera, pues hay mucha relación social y comercial", agregó Mora.

Las fronteras centroamericanas alcanzan una extensión de unos 4.000 kilómetros, en la que viven entre tres y cuatro millones de personas, que equivale a 10 por ciento de la población del istmo.

"Tradicionalmente la inversión en la región se ha quedado en las ciudades y por eso las fronteras hoy presentan un panorama de gran pobreza, eso es lo que queremos revertir", explicó a IPS Cecilia Cortés, directora ejecutiva de Funpadem.

Cortés añadió que la entidad está convencida que por la vía de las fronteras debe comenzar el proceso de integración centroamericana.

Funpadem ha organizado desde junio de 1997 talleres entre líderes y representantes de gobiernos locales, con el fin de mostrar la importancia de la unión transfronteriza.

Los trabajos se han centrado en las 10 fronteras que existen desde el límite de Guatemala con México hasta el de Costa Rica y Panamá.

De esta manera, ya muchos municipios están tratando de aprovechar los recursos dispersos a uno y otro lado de sus bordes territoriales.

Se han dado casos en que para construir un camino que va a beneficiar a muchas personas de las comunidades limítrofes los municipios de un país aportan la maquinaria y los de la otra nación contribuyen con la materia prima.

"Para conocer mejor estas zonas hicimos un diagnóstico inicial y constatamos que las fronteras de América Central son lugares marginales con grandes problemas ambientales, de delincuencia y, en general, socioeconómicos", dijo a IPS el politólogo Luis Solís, gerente técnico de este proyecto.

Lo que está promoviendo es un cambio de visión, pues por un lado se quiere fomentar la cooperación entre los municipios transfronterizos y, por otro, generar desde las fronteras las políticas de desarrollo locales y no esperar a que lleguen desde las capitales, agregó Solís.

La primera etapa del proyecto de Funpadem concluyó en mayo y la segunda fase, que ya está en marcha, se espera terminar en junio del 2001, con el soporte también de la no gubernamental Fundación Ford, de Estados Unidos.

"Los gobiernos muchas veces tienen disputas por las fronteras, pero esos son conflictos diplomáticos, ya que nosotros aquí vivimos en paz", dijo a IPS Marieth Jara, secretaria de la Federación de Gobiernos Locales Costarricenses fronterizos con Nicaragua.

Jara indicó que los habitantes de las zonas fronterizas pretenden con este tipo de cooperación darle una lección a los gobernantes de sus respectivos países de cómo deberían ser las relaciones vecinales entre naciones.

Lo que ocurre es que los conflictos diplomáticos entre los países centroamericanos por motivos fronterizos han sido constantes a lo largo de la historia.

Ejemplo de ello han sido las disputas pesqueras que surgen de manera constante entre Honduras, Nicaragua y El Salvador por la navegación del golfo de Fonseca, o los enfrentamientos verbales entre los diplomáticos de Nicaragua y Costa Rica por la navegación del fronterizo río San Juan.

La razón de muchas de estas luchas diplomáticas tiene su origen en que 60 por ciento de las fronteras del istmo está ocupada por cuencas de ríos binacionales.

De ahí que los funcionarios de Funpadem destaquen la importancia de mantener en las zonas limítrofes relaciones óptimas de cordialidad y solidaridad entre las poblaciones.

Como parte del proyecto ya se generó el Sistema de Información Geográfica y Documental, que es una recopilación de datos geográficos sobre los municipios fronterizos del istmo.

Además, Solís informó que entre las prioridades del proyecto para el futuro está el formar conciencia para que los gobiernos de América Central reconozcan que las fronteras deben ser una prioridad regional.

El politólogo añadió que se está elaborando un atlas de las fronteras centroamericanas y que se continuará fomentando la creación de asociaciones de gobiernos locales binacionales. (FIN/IPS/nms/dm/ip pr/99)

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