TIMOR ORIENTAL: EEUU y Banco Mundial presionan a Indonesia

Estados Unidos y el Banco Mundial presionaron hoy al gobierno de Indonesia al indicar que podrían negarle ayuda financiera a Yakarta si no logra imponer la paz en Timor Oriental.

El Banco Mundial, que otorga préstamos por cientos de millones de dólares a Indonesia, declaró en Washington su "profunda preocupación" por la violencia que padece el territorio tras el referéndum del 30 de agosto en que 78,5 por ciento de los electores optaron por la independencia.

Indonesia ocupó Timor Oriental en 1975, y al año siguiente lo anexó como provincia.

"Este problema era, y sigue siendo, de gran inquietud para nuestros accionistas, que constituyen los principales socios internacionales de Indonesia", agregó el Banco.

La declaración se refería a los acreedores de Yakarta que en julio se comprometieron a otorgarle 5.900 millones de dólares a Indonesia hasta marzo para ayudar al país a recuperarse de su crisis financiera.

Simultáneamente, la cancillería estadounidense denunció la violencia sin control de las bandas armadas y fuerzas de seguridad proindonesias y agregó que seguirá de cerca las consecuencias de la imposición por parte de Indonesia de la ley marcial y el toque de queda en Timor Oriental este martes.

El portavoz James Rubin insistió que Washington espera que las fuerzas armadas indonesias, comandadas por el general Wiranto, reimpongan el orden en la antigua colonia portuguesa.

Pero Rubin también reiteró las declaraciones hechas por la canciller Madeleine Albright en Vietnam el lunes de que quizá haga falta una fuerza internacional de mantenimiento de la paz que ponga fin a la violencia en Timor Oriental.

Australia, el vecino más próximo del territorio, propuso dirigir la fuerza internacional.

El primer ministro australiano John Howard habría presionado al presidente estadounidense Bill Clinton para que envíe soldados a la fuerza de paz, lo cual se ha convertido en un debate interno en el gobierno de Estados Unidos.

Altos funcionarios de Washington se reunieron el lunes para considerar la participación en la fuerza de Timor Oriental, pero no llegaron a ninguna conclusión, según fuentes del gobierno.

Howard, quien se reunirá con Albright en Nueva Zelanda este jueves, habría insistido en que Washington envíe al menos tropas de combate.

Pero un alto funcionario estadounidense dijo a IPS que quedaría muy sorprendido si Estados Unidos envía soldados armados.

"No obstante, si Indonesia no puede controlar la situación pronto, estoy seguro de que brindaremos apoyo logístico y de inteligencia (a la fuerza internacional), como hemos hecho en otros lados", agregó.

Las declaraciones de Estados Unidos y del Banco Mundial se conocieron mientras la situación se agrava en el territorio timorense.

Las bandas armadas proindonesias, con el apoyo de la policía y de unidades militares, tomaron el control de la mayoría de las ciudades, incluso de Dili, la capital, y asesinaron a cientos de independentistas.

Las bandas armadas también atacaron la residencia del arzobispo católico Carlos Belo, ganador en 1996 del premio Nobel de la Paz, quien se refugió en Australia, donde solicitó la ayuda de la comunidad internacional.

La declaración del Banco Mundial pretende advertirle a Yakarta que sus acreedores están listos para retener la ayuda financiera a menos que se controle rápidamente la situación.

Así mismo, el Fondo Monetario Internacional declaró el lunes que "observa atentamente la situación" en Timor Oriental. El organismo multilateral encabezó un plan de rescate financiero de 43.000 millones de dólares para Indonesia. La mayor parte de ese dinero ya se entregó.

La declaración del Banco Mundial fue más directa y sugirió que los principales acreedores bilaterales de Indonesia, que también controlan la junta de directores del organismo, podrían congelar la ayuda a Yakarta a menos que ponga fin a la violencia.

El Banco recordó que el presidente indonesio B.J. Habibie prometió que su gobierno brindaría su "total apoyo" a la Organización de las Naciones Unidas en la supervisión del referéndum del 30 de agosto.

Un funcionario del Banco dijo que la declaración fue una de las más fuertes hechas por el organismo en relación a la situación política de un país miembro. Su propia acta de fundación le impide al Banco Mundial vincular sus decisiones financieras a asuntos políticos.

Pero defensores de los derechos humanos, que exigen desde hace meses que los acreedores retengan la ayuda a Yakarta hasta que los militares dejen de respaldar a las bandas proindonesias en Timor Oriental, manifestaron su desilusión.

"Es útil que el Banco al menos se haya declarado al respecto", dijo Mike Jendrzejczyk, de Human Rights Watch, la principal organización de derechos humanos de Estados Unidos.

"Pero sigue la ambigüedad si suspenderá la financiación que aprobó, pero aún no entregó. Eso se debe aclarar", agregó.

Pero Lynne Fredericksson, directora de la Red de Acción para Timor Oriental, en Washington, dijo que la declaración del Banco Mundial era "patética en el contexto del intento de genocidio" perpetrado en el territorio.

"Hay que suspender los préstamos. Ahora es el momento para que Estados Unidos, el Banco Mundial y otras instituciones financieras internacionales cesen por completo sus fondos a Indonesia", exhortó.(FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq/ip/99

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