TIMOR ORIENTAL: "Doctrina Clinton" no es aplicable

La llamada "doctrina Clinton", que justifica la intervención militar de Estados Unidos en aquellos lugares donde los derechos humanos estén amenazados, no se aplicó en el caso de Timor Oriental, señalaron analistas.

"Ya sea en Africa, Europa central o cualquier otro lugar, si alquien ataca a civiles inocentes e intenta asesinarlos en masa debido a su raza, origen o religión, y está a nuestro alcance detenerlo, lo detendremos", había declarado el presidente Bill Clinton en marzo.

La declaración se produjo tras el lanzamiento de la campaña de bombardeos de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) contra Yugoslavia en supuesta defensa de la población albanesa de la provincia de Kosovo.

Muchos consideraron el precedente de Kosovo como un gran avance hacia la protección de los derechos humanos en todos los países.

Fue comprensible, entonces, que todo el mundo se preguntara qué pasó con la "doctrina Clinton" durante el caos desatado por las milicias proindonesias en Timor Oriental luego del plebiscito de autodeterminación del 30 de agosto.

"Al promover la guerra en Kosovo, Estados Unidos proclamó que los derechos humanos son más importantes que la soberanía nacional", señaló la semana pasada un columnista en el diario italiano La Repubblica.

"La doctrina Clinton, nacida hace menos de seis meses, está muriendo en las calles de Dili, (la capital de) Timor Oriental", agregó.

La misma opinión expresó el periódico surcoreano Joong-Ang Ilbo. "El pasado marzo, Estados Unidos proclamó un 'nuevo internacionalismo' en el que los derechos humanos están por encima de la soberanía", destacó.

"Pero ese mismo país y las Naciones Unidas se limitan a observar el derramamiento de sangre en Timor Oriental", publicó el diario, y agregó que "Estados Unidos tomó una posición totalmente diferente en sólo cinco meses".

De hecho, la respuesta inicial de Washington a la violencia en Timor Oriental fue indiscutiblemente débil.

Pese a los informes sobre las matanzas de cientos de timorenses y el desplazamiento de otros miles por milicianos y soldados indonesios, altos funcionarios declararon que Washington no deseaba involucrarse.

"Estados Unidos no puede ni debe ser considerado como la policía mundial", dijo lacónico el secretario de Defensa, William Cohen, sólo 24 horas después que Yakarta declaró el estado de emergencia y prometió controlar la situación.

"Que hayamos bombardeado Kosovo no significa que debamos bombardear Dili también", agregó Sandy Berger, asesor de Clinton sobre seguridad nacional.

Estas declaraciones provocaron indignación tanto en Estados Unidos como en el exterior.

Legisladores demócratas y republicanos, de vuelta de un receso de un mes, expresaron creciente exasperación por la falta de energía en la respuesta del gobierno, aunque la mayoría de ellos se oponían a la intervención militar unilateral.

"¿Cómo se aplica la llamada doctrina Clinton a Timor Oriental? ¿Acaso existen criterios diferentes para Europa y el resto del mundo?", preguntó el presidente republicano del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes.

"Nos disculpamos por permitir que un millón de inocentes murieran en Ruanda, nos disculpamos por permitir aun el brutal asesinato de ciudadanos estadounidenses en Guatemala… ¿También tendremos que hacerlo por Timor Oriental, cuando ya sea demasiado tarde?", preguntó la representante demócrata Cynthia McKinney.

Miembros del gobierno, ante la presión del Congreso para adoptar sanciones contra Indonesia y el FMI en caso de que éste continuara apoyando financieramente a Yakarta, admiten ahora que sus declaraciones públicas iniciales fueron débiles.

Pero "en privado, éramos bastante duros, especialmente con el general Wiranto", jefe de las Fuerzas Armadas de Indonesia, declaró un alto funcionario.

"El Pentágono insistía en que debíamos dar al ejército indonesio la oportunidad de restaurar el orden, como Wiranto había prometido. Por eso no queríamos acometer públicamente contra ellos hasta que estuviese claro que no podían o no querían hacerlo", agregó.

Aunque admitieron paralelos con Kosovo, funcionarios del gobierno destacaron que Washington nunca consideró la acción militar unilateral en Timor Oriental.

Tal medida, explicaron, no sólo habría provocado una fuerte reacción nacionalista en Indonesia, sino que también habría confirmado los peores temores de China sobre las aspiraciones mundiales de Estados Unidos tras la crisis de Kosovo.

Además, Washington no integra ninguna organización militar en esa región asiática, como la OTAN en Europa, para obtener un mandato multilateral.

"No existe la OTAN en Timor Oriental", señaló el demócrata Joe Biden, miembro del Comité de Relaciones Exteriores del Senado.

Altos funcionarios insistieron en que, pese a su silencio público en los primeros días de la crisis, en privado orquestraron una campaña de presión sin precedentes sobre Yakarta.

"Promovimos declaraciones de advertencia del FMI y el Banco Mundial para que los indonesios supieran que podrían perder todo a menos que revirtieran la situación" en Timor Oriental, destacó un funcionario del Departamento de Estado.

"Creo que Yakarta nunca vinculó tanto sus acciones con una situación política como en este caso", añadió.

En definitiva, sin embargo, las acciones de Washington siempre dependerán de circunstancias específicas, independientemente del compromiso de "intervención humanitaria" expresado por Clinton, observaron funcionarios de Washington y analistas independientes.

"Por un lado quisiera que la comunidad mundial civilizada tuviera el poder de tomar medidas como en Kosovo en todas partes, pero reconozco que sólo puede hacerlo en muy pocos lugares, donde hay circunstancias especiales", declaró el representante Tom Lantos, presidente de la Asamblea de Derechos Humanos del Congreso.

"Los planificadores de la política de Estados Unidos pueden considerar seriamente los derechos humanos, pero sus decisiones siempre estarán determinadas por una variedad de intereses y consideraciones tácticas", escribió Richard Feinberg, ex asesor de seguridad nacional de Clinton, en Los Angeles Times. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/mlm/ip-hd/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe