El presidente Bill Clinton insistió hoy en que "valores fundamentales" defendidos por Estados Unidos están en juego en Timor Oriental y ordenó la movilización de 200 soldados para participar en la operación de la ONU de restablecimiento del orden en ese ensagrentado territorio.
Clinton explicó, en un breve mensaje por televisión, que la mitad del contingente estadounidense intervendrá en la coordinación de comunicaciones, en asuntos de logística y de inteligencia y en el transporte de tropas de otros países incorporados a la operación de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Los restantes soldados serán destinados a Darwin, Australia, informaron funcionarios del Pentágono (Departamento de Defensa). Australia comandará las fuerzas internacionales de intervención en Timor Oriental.
"Desde luego, en toda misión de este tipo existe el riesgo de bajas. Pero estos efectivos están bien equipados para su tarea y se trata de una operación en beneficio de la paz y la estabilidad", dijo Clinton.
Mientras, informaciones procedentes de Dili, la capital de Timor Oriental, dieron cuenta de que el ejército indonesio comenzó a expulsar a los milicianos favorables a la anexión del territorio a Indonesia, que se lanzaron a la matanza al conocerse el resultado del plebiscito del 30 de agosto, ampliamente favorable al voto por la independencia.
Los milicianos, que fueron organizados y apoyados por las fuerzas de Yakarta, se marchan a Timor Occidental, el sector de la isla perteneciente a Indonesia, según informes de varias fuentes.
No obstante, algunos dirigentes de la milicia advirtieron que enfrentarán con las armas a la fuerza de la ONU, que comprende casi 8.000 soldados, la mayoría australianos.
Pese a su reducido número, las tropas de Estados Unidos tendrán intervención importante en el transporte de suministros y de soldados de otros países a Timor Oriental y a Darwin, que será la principal base de abastecimiento de las fuerzas internacionales.
Se espera que más de 15 naciones contribuyan con tropas a la operación, que estará al mando del general australiano Peter Cosgrove. El segundo jefe será un militar tailandés, de acuerdo con la decisión de la ONU.
Paradójicamente, Australia fue el único país que reconoció la soberanía de Indonesia sobre Timor Oriental. El ejército indonesio invadió el territorio en 1975, a la retirada de Portugal, la potencia colonial, y consolidó su control con una violenta represión.
El gobierno de Australia incorporó ahora 4.500 soldados a la fuerza internacional de paz organizada por la ONU, cuya avanzada llegará a Dili el sábado, según se cree. Un segundo contingente, compuesto por 2.500 efectivos australianos, desembarcará el lunes.
También participarán de la movilización tropas de Tailandia, Filipinas, Nueva Zelanda, Malasia, Corea del Sur, Francia, Italia, Gran Bretaña y Canadá.
También Argentina, Bangladesh, Brasil, China, Fiji, Pakistán, Noruega, Singapur y Suecia ofrecieron soldados, policías y personal sanitario para la operación.
No se ha aclarado la forma en que se relacionarán el contigente internacional y las fuerzas de Indonesia destacadas en Timor Oriental. Pero el general Kiki Syahnakri, comandante de los efectivos indonesios en el territorio, informó que Yakarta retirará sus soldados este fin de semana.
La organización Amnistía Internacional exhortó este jueves al gobierno de Estados Unidos a exigir a Indonesia que permita el acceso de inspectores de derechos humanos a los campos de refugiados timorenses.
Más de 7.000 personas fueron asesinadas por las milicias y el ejército indonesio desde el 4 de este mes, cuando se divulgaron los resultados del plebiscito de autodeterminación.
Entre las víctimas se cuentan estudiantes, activistas por la independencia y habitantes de barrios y aldeas opuestos al dominio indonesio. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/ff/ip hd/99