La Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing en 1995 es para muchos apenas un vago recuerdo, pero grupos de mujeres de Sudáfrica, como de otros países, ya comenzaron a prepararse para las reuniones de seguimiento.
Observada desde Sudáfrica, la conferencia de Beijing parece todavía más histórica. En su momento, el gobierno había cambiado de manos y el acontecimiento no concitó el mismo grado de atención que en otros países porque había otras prioridades.
Sin embargo, los preparativos ya están en marcha para los encuentros de seguimiento.
En marzo del 2000, mujeres de todo el mundo se encontrarán en la sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Nueva York, para evaluar los progresos en las 12 áreas de interés detalladas en Beijing hace cinco años.
Conocida como la "Conferencia de Beijing Más Cinco", será precedida por encuentros regionales. Africa deliberará en noviembre próximo en Addis Abeba.
La semana pasada en Sudáfrica, mujeres de ocho naciones del continente se constituyeron en un símbolo de cuánto progresó Africa tecnológicamente.
En sólo cinco días diseñaron y lanzaron un espacio en Internet, la red telemática mundial, con miras a convertirlo en un punto central de negociaciones y un lazo de unión con el próximo encuentro neoyorquino.
El espacio será dotado de todos los documentos relevantes e información ligada a otros espacios regionales y, además, se convertirá en un foro de discusión entre sus distintos puntos interactivos.
"Lo que estamos tratando de hacer es desarrollar una red para dar información a una vasta gama de organizaciones con acceso a Internet", explicó Rebecca Holmes, de Womensnet, el espacio sudafricano de mujeres al que se puede acceder con la siguiente dirección: www.sn.apc.org/sangonet/class99/beijing.
Se trata de un proyecto conjunto de la Comisión para la Igualdad de Género y Sangonet, un progresista distribuidor de Internet que entrena a la sociedad civil, habitantes rurales y grupos en general marginados en el manejo de computadoras.
Mujeres de organizaciones no gubernamentales (ONG), entidades microfinancieras, jurídicas y de otro tipo, se reunieron en Johannesburgo para diseñar el espacio africano.
Numerosas mujeres informaron que el proceso fue "muy potente" porque Internet, finalmente, quedó desmitificado para ellas. Muchas nunca habían tenido antes acceso a la red, pero a mitad de la semana ya habían aprendido el diseño básico para hacer el espacio.
"No todas las mujeres están capacitadas para usar este instrumento tan poderoso", observó Marie Helene Mottin Sylla, de APC-Africa-Women.
Esta organización también estará a cargo de cursos de información de Internet en la conferencia de Addis Abeba.
"Investigaremos cómo y si la informacion tecnológica ha cambiado la manera de trabajar de las organizaciones femeninas, y si también ha modificado la vida de las mujeres", dijo Holmes.
Ya está claro que esa tecnología hizo impacto al menos sobre el estrato de las mujeres activistas. Holmes informó que muchas organizaciones y países que no habían tenido ni siquiera acceso a Internet, ahora lo lograron.
El taller de trabajo de esta semana marcó el comienzo en Sudáfrica de un proceso acelerado con miras a la reunión de noviembre. Mientras muchos cuestionan la eficacia de esas masivas conferencias por las que la ONU es famosa, no hay duda que resultan importantes para enfocar temas de interés universal.
En Sudáfrica, Ellen Kornegay, directora de la Oficina sobre el Estatuto de la Mujer, que está situada en la Presidencia, dijo que Sudáfrica no tendrá listo a tiempo su informe para el encuentro de noviembre. Es desafortunado porque, sin informe, es difícil establecer cómo está el país.
Sin embargo, Kornegay explicó que se encuentra a mitad de camino en la preparación de una exhaustiva auditoría en materia de género en el gobierno. La iniciativa pretende coordinar todos los diversos programas sobre género a nivel de gobiernos locales, provinciales y nacional, con el fin de lograr un plan nacional de acción.
"Esto es esencial para nuestro sistema de administración de asuntos de género", explicó, y agregó que el plan servirá para establecer las prioridades sudafricanas sobre género. Sólo cuando la auditoría quede completada será posible compararla con el documento de la Plataforma de Acción de Beijing.
Por lo tanto, el informe sobre la situación en Sudáfrica sólo estará completado para la reunión de Nueva York.
Actuando paralelamente con la auditoría gubernamental, la Coalición Nacional de Mujeres (una federación de organizaciónes femeninas) mantiene audiencias con distintos departamentos oficiales y miembros de la sociedad civil para desarrollar su propia perspectiva sobre el grado de progreso de Sudáfrica desde 1995.
Nomtuse Mbere, de la coalición, expresó que la conferencia de Beijing "fue oportuna para que el gobierno mejore sus procedimientos".
Algunos de los procedimientos que Sudáfrica tomará de Beijing son su Presupuesto Femenino (una estimación extraoficial que determina el impacto de las decisiones de gastos públicos en las vidas de las mujeres) y leyes más severas para contrarrestar la violencia contra las mujeres.
En Sudáfrica hay la mayor cantidad de mujeres en el gobierno del continente, el aborto ha sido legalizado y el cuidado de la salud es gratuito para mujeres grávidas y niños menores de seis años.
Pero al mismo tiempo, el índice de violaciones y abusos domésticos todavía es altísimo. Y las audiencias del año pasado sobre pobreza, así como el Informe sobre Pobreza y Desigualdad, mostraron que la necesidad de empleo, alimentos, créditos y seguridad afecta especialmente a la mujer.
Se ha hecho mucho pero, para ser honesta, la delegación sudafricana en Addis Abeba deberá informar que puede hacerse mucho más para alcanzar los objetivos fijados por la Conferencia de Beijing en 1995. (FIN/IPS/tra-en/fk/mn/ego-mlm/hd/99