La captura en México de miembros de una banda internacional que obtenía más de tres millones de dólares por mes con una red ilegal de telefonía de larga distancia puso a funcionarios de la empresa defraudada en la mira de la justicia.
La procuraduría general de justicia de la capital detuvo el martes a diez integrantes de una organización cuyo centro de operaciones se hallaría en Miami, Estados Unidos, y se propone ordenar el arresto de 15 empleados de la compañía Teléfonos de México (Telmex).
Los responsables del hecho utilizaban un equipo que permitía realizar conexiones internacionales con llamadas locales. Telmex, la empresa perjudicada, monopoliza el servicio de telefonía local en el país y enfrenta competencia sólo en el mercado de la telefonía de larga distancia.
Las llamadas locales se conectaban vía satélite a Estados Unidos, desde donde se realizaban enlaces de larga distancia mediante aparatos decodificadores.
La red ilegal de larga distancia vendía sus servicios a compañías privadas a precios hasta 70 por ciento más bajos que los de mercado, informó la procuraduría.
Las actividades ilícitas eran dirigidas desde hace dos años por Salim Hamue, de origen libanés, quien ofreció 200.000 dólares en efectivo a los agentes de la justicia para evitar su detención, aseguraron las autoridades.
Con instalaciones en seis puntos de la capital y en otras ciudades del país, la organización delictiva estaría vinculada supuestamente con una compañía telefónica de Miami.
El fraude, que ascendería a 600.000 dólares mensuales en cada uno de los seis sitios hasta ahora detectados, habría sido cometido con la complicidad de agentes judiciales mexicanos y de la policía internacional (Interpol), según fuentes cercanas al caso.
Telmex deslindó su responsabilidad en el caso, pero la procuraduría está dispuesta a investigar a 15 funcionarios y trabajadores de la empresa.
Las autoridades encontraron en el domicilio de Hamue "una lista que al parecer es de personal de Telmex", afirmó el director de Investigación Interna de la Policía Judicial, Héctor López.
Los investigadores también intentarán identificar a las empresas que contrataron el servicio con pleno conocimiento de que se trataba de conexiones ilegales.
Telmex es la cabeza del poderoso Grupo Carso, dirigido por Carlos Slim, quien dispone de una fortuna de 7.200 millones de dólares y es el empresario más rico de América Latina, según la revista estadounidense Forbes.
El conglomerado encabezado por Slim continúa en expansión. Hace diez días anunció la ampliación de su posición en los sectores comercial y de telecomunicaciones, al adquirir participación en dos nuevas compañías.
El emporio compró 14,1 por ciento de las acciones de CompUSA, una firma de Estados Unidos especializada en la venta de equipo de cómputos, que tiene de clientes de 210 comercios de 82 ciudades de ese país. Esa transación ascendió a 86,4 millones de dólares.
Además, sumó a su imperio BizOnThe.Net, por 100 millones de dólares. La inversión le permitirá incorporar a 80.000 nuevos suscriptores a los servicios de acceso a Internet que el grupo ofrece a en Estados Unidos y en México a través de su filial Prodigy Communications Corporation.
Telmex asesora a la procuraduría general de justicia capitalina en la determinación del alcance de las operaciones efectuadas con el equipo de telecomunicaciones incautado.
Los cargos contra las diez personas detenidas hasta ahora abarcan defraudación fiscal, ataques a las vías generales de comunicación, cohecho y asociación delictiva en perjuicio de Telmex y del gobierno. (FIN/IPS/pf/ff/cr/99
