INDIA: Pobreza urbana llega a límites desesperantes

Muchos habitantes de las ciudades de India cayeron debajo de la línea de la pobreza desde la apertura del mercado y la implementación de políticas de liberalización económica en esta década.

El porcentaje de personas que viven en la pobreza en las ciudades disminuyó, según las cifras oficiales, pero el número absoluto aumentó de 60 millones en 1973-1974 a 76 millones en 1993- 1994, de acuerdo con los últimos datos.

A medida que aumenta el desempleo urbano, los pobres son llevados a límites trágicos, en especial en antiguos centros industriales densamente poblados como Kanpur, que fue una floreciente ciudad industrial del norte, conocida como "la Manchester de India".

Fue en esa ciudad que, incapaz de continuar soportando los conmovedores lamentos de sus hijos, que no habían comido en dos días, una mujer llamada Pushpa se quemó viva junto con ellos.

Muhammad Subhan, un obrero desempleado, también intentó quitarse la vida y matar a su familia, pero sus vecinos lo impidieron. Subhan dijo que no habían comido en tres días.

Varias fábricas cerraron, algunas debido a que los avances tecnológicos las volvieron obsoletas y poco rentables para sus propietarios, y otras por decisiones judiciales que aplicaron normas sobre las industrias contaminantes, como ocurrió en 1997 con 168 factorías de Nueva Delhi.

Unos 50.000 trabajadores quedaron sin empleo cuando la Corte Suprema de Justicia de India ordenó, en un fallo sin precedentes respecto de una petición de interés público, la remoción de molinos y fábricas de la contaminada capital.

La Corte Suprema también dispuso que se otorgaran compensaciones a los trabajadores que quedaron desempleados, pero sus patrones no les pagaron el dinero que les debían, lo cual llevó el año pasado a la trágica inmolación en señal de protesta, frente al parlamento, de uno de los obreros.

La fábrica Hindustan General Industries fue reubicada en el estado nororiental de Rajasthan por decisión de la Corte Suprema de Justicia.

Se pidió a los trabajadores que se presentaran a trabajar en las nuevas instalaciones, pero la mayoría no lo hicieron porque temían a la inseguridad de las condiciones de vida y de trabajo en Rajasthan.

Quienes se trasladaron dijeron que sus ingresos son ahora mucho menores, porque los propietarios de la fábrica redujeron los salarios, aprovechando la disponibilidad de mano de obra local barata.

Ambos grupos de trabajadores se vieron forzados a interrumpir la educación de sus hijos, y en algunos casos incluso a enviarlos de regreso a los pueblos que habían abandonado para salir de la pobreza.

Casi 100.000 trabajadores del sector del transporte de la capital también perdieron sus medios de vida por la aplicación de de normas de control de la contaminación, que impidieron el uso de vehículos antiguos con altos niveles de emisión de gases.

Amarjit Singh se vio obligado a deshacerse de su taxi modelo Ambassador de 30 años debido a la campaña "Por una Delhi limpia" dirigida a los taxistas.

Después de estar desempleado varios meses, y desesperado por no poder alimentar a su familia, vendió su pequeño apartamento y compró un taxi nuevo que cumple con las normas de control de la contaminación, pero la pérdida de su hogar hizo que la supervivencia de su familia fuera más precaria que antes.

En los pueblos de Raipur y Bhilai, en el central estado de Madhya Pradesh, casi 4.000 trabajadores fueron despedidos por varios industriales locales que querían evitar que se formara un sindicato.

Janak Lal Thakur, dirigente del Chattisgarh Mukti Morcha, sindicato de los trabajadores del área, dijo que los "industriales utilizan su poder para retrasar la aplicación de justicia y mantener sin empleo a los trabajadores. ¿Cuánto tiempo más pueden sobrevivir así?".

El gobierno no inició nuevos programas de asistencia y rehabilitación para el creciente número de personas que viven en la pobreza, y tampoco aumentó el presupuesto de los programas ya existentes que promueven el trabajo por cuenta propia.

Según el Informe de Recursos Mundiales 1998-99, que cita datos de la Organización de las Naciones Unidas, es probable que la población urbana de India, que actualmente es 20 por ciento, haya aumentado a 39 por ciento en el 2020.

Se prevé que en el 2015 la población de la ciudad de Mumbai, la capital comercial de India, en la costa oeste, llegará a más de 20 millones de habitantes.

En ese año la población de Nueva Delhi y la de la ciudad oriental de Calcuta llegarían a 17 millones cada una, y las de Madras y Bangalore, al sur, a nueve y ocho millones respectivamente. La pobreza urbana empeorará y se volverá más desesperante. (FIN/IPS/tra-en/bd/an/at/mp/dv pr/99

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