ESTADOS UNIDOS: Alcaldes piden menor emisión de gases invernadero

Más de 500 alcaldes de Estados Unidos, preocupados por el impacto causado por el recalentamiento planetario en sus comunidades, instaron al gobierno a que tomara medidas para reducir la emisión de "gases invernadero".

El "efecto invernadero" es producido por gases presentes en la atmósfera que retienen radiación emitida por la superficie terrestre. El aumento en la emisión de algunos de esos "gases invernadero", causado por la actividad humana, se señala como responsable del recalentamiento del planeta.

Desde la ciudad de Denver, en el estado centrooccidental de Colorado, y la de Milwaukee, en el nororiental de Wisconsin, hasta la de Miami, en el estado sudoriental de Florida, incluyendo muchas otras ciudades y pueblos, se informó que las condiciones climáticas extremas se han hecho más frecuentes.

Los informes se refirieron, entre otros fenómenos, a olas de calor y violentas tormentas, que la mayoría de los científicos habían pronosticado como consecuencia del recalentamiento global producido por los seres humanos al quemar combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas.

"Los fondos federales para catástrofes son muy insuficientes para cubrir las pérdidas económicas y humanas causadas por estos desastres", se señaló este martes en una declaración de los alcaldes, muchos de los cuales aún tratan de solucionar problemas causados este mes por el huracán Floyd en la costa oriental.

"Las comunidades locales sufrieron la mayor parte de esas pérdidas, y se ven afectadas por una disminución de la calidad de vida", se añadió.

La mayoría de los científicos está de acuerdo en que la emisión constante de gases invernadero ha producido un aumento gradual de la temperatura de la atmósfera que altera el clima del planeta.

Los últimos diez años han sido los más cálidos que se hayan registrado y 1998 fue el más caluroso de todos.

La frecuencia e intensidad con que se viene produciendo el fenómeno de El Niño, así como las inundaciones, sequías y otros cambios extremos del clima asociados con ese fenómeno, fueron señalados por los científicos como el tipo de consecuencias que podían esperarse del recalentamiento planetario.

Los expertos creen que si se mantiene la tendencia actual, la temperatura promedio de la Tierra podría llegar a aumentar entre uno y 3,5 grados en el año 2.050.

Ese incremento de la temperatura tendría efectos ambientales y climáticos de mucha importancia, que incluirían desde una brusca elevación del nivel del mar hasta la propagación de la malaria hacia zonas actualmente templadas del norte.

Los alcaldes declararon este martes que se enfrentarían a costos "potencialmente abrumadores" en el largo plazo, si se mantiene la tendencia al recalentamiento planetario.

El cambio climático podría afectar la posibilidad de obtener agua y la calidad de la misma en Estados Unidos, según un nuevo estudio del Centro Pew sobre Cambio Climático Planetario, un grupo de investigación fundado en 1998, que apoya las iniciativas internacionales para tratar el problema.

El recalentamiento altera los ciclos de lluvia, evaporación y filtración a la tierra del agua, y podría incidir sobre la magnitud, la frecuencia y los efectos de los fenómenos climáticos extremos en Estados Unidos, sostuvo el centro Pew en su informe, llamado "Recursos hídricos y Cambio Climático Planetario".

"Las últimas inundaciones y sequías nos recordaron a todos que el clima y el suministro de agua de nuestra nación están íntimamente ligados", comentó Eileen Claussen, directora ejecutiva del Centro Pew y ex subsecretaria de Estado.

Es difícil prever la naturaleza, el ritmo e incluso el sentido de los posibles cambios, debido a las incertidumbres respecto de las modificaciones climáticas, pero en el informe se afirmó que es posible anticipar en forma coherente algunos impactos.

El derretimiento prematuro y acelerado de la nieve tras los inviernos sobrecargaría el sistema de recursos hídricos de los estados occidentales del país, mientras la disponibilidad de agua podría ser más variable en las regiones áridas, y su demanda podría aumentar por las altas temperaturas.

"Las precipitaciones más intensas en ciertas áreas podrían provocar inundaciones, mientras la frecuencia e intensidad de las sequías podría aumentar en otras regiones y en otros momentos del año", advirtieron los autores del estudio.

Algunos impactos parecen inevitables, pero la planificación por parte de las autoridades de las ciudades, los estados y el gobierno federal es esencial para evitar las peores consecuencias, aseguraron los expertos del Centro Pew.

Es necesario que los funcionarios gubernamentales revisen las opciones para adaptar y expandir la infraestructura existente, incluyendo a los depósitos y represas, que desarrollen estrategias para el comercio de agua y que mejoren la administración de ese recurso, añadieron.

"Quienes administran el agua están acostumbrados a la planificación a largo plazo, pero si no tienen en cuenta el cambio climático, se sorprenderán", advirtió Peter Gleick, un experto en suministro de agua a nivel planetario, quien es coautor del informe.

La decisión más inteligente sería reducir las emisiones de gases invernadero, señalaron los autores de la investigación a los legisladores.

Los alcaldes sostuvieron en su declaración que la tecnología, manejada con inteligencia, permitiría a las comunidades reducir drásticamente las emisiones de gases invernadero.

Las medidas orientadas a solucionar el problema del recalentamiento planetario podrían servir además para "ahorrar dinero, crear empleos y fortalecer las economías locales", indicaron.

Más de 60 ciudades estadounidenses, entre las cuales figuran la sudoriental de Atlanta, la septentrional de Chicago, la occidental de San Francisco, la noroccidental de Seattle y la sudoccidental de Tucson, participan en el programa Ciudades por la Protección Climática, que apoya iniciativas locales de reducción de las emisiones de gases invernadero.

"Los líderes locales se están dando cuenta de que el recalentamiento planetario sugnifica un grave peligro para sus ciudades y condados", declaró Sharon Sayles Belton, la alcaldesa de la ciudad septentrional de Minneapolis.

"La buena noticia es que las comunidades pueden reducir su contribución a la contaminación que causa el recalentamiento planetario", agregó.

Las políticas que alientan el uso eficiente de la energía, la reducción de los desechos y el empleo de medios públicos de transporte sirven para reducir esas emisiones, y también para que los contribuyentes paguen impuestos más bajos, el tránsito se reduzca y la calidad del aire mejore, explicó Sayles Belton. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ceb/en ip/99

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