CHINA: Recuperación de Taiwan, principal desafío del siglo XXI

La reunificación con Taiwan representará el mayor desafío del próximo siglo para el régimen comunista de China, que este viernes 1 de octubre celebrará su aniversario número 50.

En medio de los preparativos, el gobierno realiza una evaluación de sus logros y estudia sus perspectivas para el siglo XXI.

Dos grandes temas dominaron la política nacional en el siglo que termina: el fin del dominio extranjero y la reunificación del territorio.

Cuando el presidente y líder del Partido Comunista, Jiang Zeming, tome su lugar en la tribuna de la plaza Tiananmen este viernes para pronunciar su discurso, proclamará la devolución de Macao a China, el próximo 20 de diciembre, como un paso importante hacia la reunificación.

Sin embargo, la recuperación de Taiwan será mucho más difícil. Si algún mandatario chino lo logra, pasará a ocupar un lugar en la historia junto a Mao Zedong y Deng Xiaoping, los más importantes líderes comunistas de los últimos 50 años.

Aunque Macao es un territorio muy pequeño (15,5 kilómetros cuadrados), su recuperación se considera un puente hacia la reunificación total. La devolución del enclave portugués se producirá un año y medio después de la devolución de Hong Kong por Gran Bretaña.

"No se trata sólo de Macao. Es una cuestión que afecta a todo el pueblo chino", explicó Wang Qiren, director de la filial en Macao de la Agencia de Noticias Xinhua, que funciona como embajada de hecho en la colonia portuguesa.

La forma en que Macao retorne al régimen chino bajo el principio de "un país, dos sistemas" significará mucho para Beijing y sus futuras negociaciones con Taipei sobre la posibilidad de una reunificación pacífica.

"El modelo de 'un país, dos sistemas' (aplicado a Hong Kong) se aplicaría también a Taiwan", aseguró Wang.

Bajo ese principio, concebido por el difunto líder Deng Xiaoping, China prometió mantener intacto el sistema capitalista de las antiguas colonias durante 50 años.

Pero el reciente intercambio de declaraciones provocativas de ambos lados del estrecho de Taiwan alejó la posibilidad de entablar negociaciones.

Beijing insiste en que el presidente taiwanés Lee Teng-hui debe desdecir públicamente su declaración en julio de que las relaciones a través del estrecho deberían realizarse "de estado a estado", por considerarlo un provocativo llamado a la independencia.

"Lee Teng-hui se perjudica a sí mismo al intentar alejar a Taiwan de la madre patria", sostuvo Wang.

Aunque China continental sólo tuvo la isla bajo su control durante cuatro de los últimos 100 años, sostiene que Taiwan es una provincia renegada, inherentemente parte de China, y que las relaciones entre ambos territorios son una cuestión exclusivamente doméstica.

Por otra parte, los taiwaneses sostienen que estos reclamos carecen de sentido debido a la larga separación, las diferencias fundamentales entre los dos sistemas políticos, la gran brecha en el nivel de vida de ambas poblaciones y el derecho de Taiwan a la autodeterminación.

Ni siquiera el devastador terremoto que mató a más de 2.000 personas en Taiwan la semana pasada logró aliviar la tensión a través del estrecho.

Interrogada sobre si Beijing haría a un lado su disputa con Taiwan debido al sismo, Zhang Qiyue, portavoz de la cancillería, respondió que se trata de dos temas separados y reiteró la demanda de que Lee Teng-hui desdiga sus declaraciones.

Tras el terremoto, la Cruz Roja China ofreció 100.000 dólares en efectivo y 60.000 dólares en artículos humanitarios, pero advirtió que todos los gobiernos extranjeros que ofrecieran ayuda a Taiwan deberían informarla antes de hacer las entregas.

Taipei también vinculó la política con el trabajo humanitario al exigir a los socorristas de China continental que se registraran ante la Fundación para el Intercambio a través del Estrecho, que maneja las relaciones bilaterales en ausencia de contactos oficiales, y probaran que no tienen motivaciones políticas.

Mientras los sobrevivientes del terremoto de Taiwan luchan por reconstruir sus vidas, Beijing se prepara para el mayor desfile militar de la historia comunista de China.

Este viernes, el Ejército de Liberación Popular desplegará en la capital los tanques, artillería, misiles y aviones que usaría para someter a Taiwan en caso de que la isla se atreviera a declarar la independencia, como advirtió Beijing en varias ocasiones. (FIN/IPS/tra-en/ab/ral/mlm/ip/99

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