El déficit de 130.000 toneladas de azúcar de la Unión Europea (UE) debido a la sequía en la isla Mauricio, en el Pacífico, constituye una nueva oportunidad para los países productores de caña azucarera del Caribe.
Cuando Pepsi y Coca Cola se instalaron en China e India, en los últimos 10 años, la demanda de azúcar aumentó notablemente, y muchos países caribeños vieron en ello la oportunidad perfecta para ampliar esta industria, que constituye uno de los principales generadores de divisas de la región.
Sin embargo, sólo Guyana y otros pocos países caribeños tenían tierras cultivables suficientes para responder a la demanda.
Ahora, el Caribe tiene la oportunidad de obtener cerca de 70 millones de dólares adicionales debido a la sequía en la isla- estado de Mauricio, que produce en promedio más de 600.000 toneladas de azúcar por año.
Mauricio es, por lejos, el principal productor de todas las antiguas colonias europeas de Africa, el Caribe y el Pacífico (ACP) que le venden ese producto a la UE bajo un régimen preferencial de comercio. Le sigue Fiji y luego Guyana.
Pero el mal clima de Mauricio obligó a su gobierno a anunciar a la UE que no logrará cumplir con su cuota durante la primera mitad del próximo año.
Es habitual que la UE, en estos casos, procure compensar su déficit aumentando sus pedidos a otros países productores de azúcar de ACP.
Guyana ya anunció que podrá vender hasta 77.000 de las 130.000 toneladas que Mauricio no entregará, dejando así que otros países de ACP completen la demanda de la UE.
Esta venta significaría para Guyana cerca de 30 millones de dólares de ganancias.
Guyana puede ahora asumir ese compromiso, pero hace una década no estaba en las mismas condiciones. La producción de 1989, de 129.000 toneladas, fue la más baja de varias décadas, ya que hubo huelgas y otros problemas graves en el sector industrial.
El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional alentaron al gobierno a entregar la administración de ese sector a la compañía británica Booker Tate.
Booker Tate había sido dueña de la industria azucarera durante varias décadas, hasta 1976, cuando el gobierno de Forbes Burnham nacionalizó la producción de caña de azúcar.
Así que Booker Tate volvió al país en menos de 20 años, si bien esta vez fue con un contrato de administración y no como propietaria.
La situación mejoró de inmediato. La producción aumentó de nuevo, llegando a 200.000 toneladas a principios de la década del 90, y se espera que este año alcance 300.000 toneladas.
El azúcar volverá a convertirse en la fuente principal de divisas de Guyana si el país logra mantener ese nivel de producción a pesar de las lluvias, que se prolongaron dos meses más de lo habitual.
Este sería el primero en más de 20 años que el país produce un volumen tan alto de azúcar, si llega a las 300.000 toneladas esperadas.
"Nos fue muy bien y podremos exportar la mayor parte de nuestra producción. Creo que 1989 fue un año de crisis, cuando no teníamos adónde ir, y tocamos fondo", pero la superficie cultivada aumentó y con ella las oportunidades comerciales, sostuvo Kirk Douglas, director de marketing.
Los escasos 750.000 habitantes de Guyana consumen sólo 24.000 toneladas de azúcar por año. Otros países del Caribe le compran 20.000 toneladas.
Estados Unidos reduce cada año su compra de azúcar a los países del Caribe, que ahora se limita a 12.000 toneladas.
Pero el ministro de Agricultura, Reepu Daman Persaud, anunció que el país debe apuntar a producir al menos 500.000 toneladas dentro de pocos años.
El gobierno recibe millones de dólares por concepto de impuestos de la industria azucarera y los destina hacia otras áreas de desarrollo. Muchos críticos creen que esta estrategia limita el crecimiento.
La mayoría de los trabajadores de la industria azucarera proceden de India y fueron traídos a comienzos del siglo pasado para sustituir a los negros en las plantaciones costeras.
"Los trabajadores de la industria azucarera precisan que el impuesto sea eliminado, no reducido ni limitado", declaró Dev, un agricultor que presiona al gobierno para que abandone esa política y utilice el dinero recaudado para aumentar los salarios de los trabajadores.
Por otro lado, es poco probable que Jamaica pueda satisfacer parte de la demanda azucarera de la UE.
La industria lucha por sobrevivir en Jamaica desde hace casi cinco años. La cosecha de caña de azúcar de 1998/99 tendrá un déficit de 160.000 toneladas, lo cual significa que perderán la posibilidad de ganar ocho millones de dólares.
Barbados tampoco está en buenas condiciones de producción azucarera, y los últimos años tuvo que importar azúcar de Guyana y Guatemala para satisfacer la demanda interna.
Trinidad y Tobago, por su parte, lucha contra una invasión de alimañas que se comen las raíces de la caña de azúcar y la dejan sin vida y sin jugo. El año pasado sólo produjo 95.000 toneladas de azúcar de las 125.000 previstas. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/ceb-mlm/dv/99