/BOLETIN-DD HH/ ONU: Situación femenina empeora en ex área comunista

La condición de las mujeres de los países de la ex Unión Soviética y de Europa oriental atraviesa en la actualidad una etapa de deterioro, señala un estudio encomendado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

En esas regiones, las mujeres gozaron de numerosas ventajas durante el régimen comunista, en especial en educación y salud, aunque sin alcanzar nunca la igualdad de género,

La evaluación solicitada por Unicef estableció que, desde el derrumbe del comunismo, las mujeres de la región han ganado en derechos democráticos y en libertad de expresión, pero han perdido, al igual que los niños, acceso a los servicios sociales básicos.

El estudio, denominado "Mujeres en Transición", describe el fracaso del régimen anterior en la promoción de una cultura real de la igualdad de género, pero reconoce que el sistema comunista dejó algunos legados positivos para la mujer.

Carol Bellamy, directora ejecutiva de Unicef, dijo en la presentación del trabajo que las mujeres de la región soportan mayor desempleo y obtienen ingresos menores que los hombres. También afrontan la reducción de los servicios a la infancia, y el deterioro de las prestaciones en educación y en salud.

Entre los 200 millones de mujeres y muchachas de los 27 países de la zona se registran altas tasas de nacimientos de madres adolescentes, elevado número de abortos, aumento del consumo de drogas y alcohol y propagación de enfermedades de transmisión sexual, precisó Bellamy en una rueda de prensa en Ginebra.

El informe advierte que la persistencia de esa tendencia amenaza a la región con la pérdida de una de sus grandes adquisiciones: las muchachas y mujeres sanas y educadas, con formación apropiada para contribuir a "las nuevas economías y sociedades democráticas".

Bellamy dijo que el informe había comprobado que algunas de las políticas del comunismo resultaron muy valiosas para las mujeres, como el acceso universal a la educación.

En la mayoría de los países, insistió, las jóvenes eran estimuladas no solo a estudiar, sino también a casarse, a tener una ocupación y a criar sus hijos.

A pesar de que todos esos países han ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discrimianción contra la Mujer, el estudio encontró un incremento de los niveles de violencia basada en el género, desde los abusos domésticos hasta el empleo del rapto como arma de guerra.

Una investigación efectuada en Moscú mostró que una de cada tres mujeres divorciadas habían sido golpeada por su maridos. En Azerbaiyán, la violencia doméstica afectaba a 26 por ciento de las mujeres, de las cuales una cuarta parte eran víctimas de palizas con regularidad.

En ese país, los abusos del esposo no están tipificados como delitos.

John Mickleweight, jefe de la investigación, observó que en Eslovenia, uno de los países que se apresta a integrarse a la Unión Europea, la violencia doméstica no es considerada delito en caso de heridas leves, que incluyen fractura de nariz y costillas, contusiones ligeras y pérdida de dientes por golpes.

El informe dictaminó que en esa región, durante el período comunista, la violencia contra la mujer, inclusive la doméstica, estuvo más arraigada de lo que se admitía. Pero la situación en ese terreno empeora y en la actualidad se encuentra en aumento.

Bellamy, de nacionalidad estadounidense, eludió una respuesta sobre si las mujeres se encuentran en peores condiciones bajo el régimen capitalista que con el comunismo.

La funcionaria dijo no creer que esta investigación pretenda sugerir la forma de estructura política que debe existir en un país, sino determinar cuáles son las necesidades de las mujeres, dijo.

La directora de Unicef puntualizó que en la mayoría de esos países se produjo un derrumbe de sus economías. Lo que se intentó con el informe es extraer algunas tendencias y localizar las áreas donde la ejecución de ciertas intervenciones podría mejorar las condiciones de la mujer, explicó.

En un resumen del cuadro que se registra en la región, Mickleweight mencionó la declinación anotada en las áreas de previsión y de servicios sociales, que tradicionalmente otorgan grandes beneficios a mujeres y a niños.

En esos sectores, precisó, la reducción ha sido proporcional a la verificada en toda la dimensión de las economías.

Como consecuencia de esa contracción de la economía, desde que comenzó el período de transición en 1990, todos los ciudadanos obnviamente se encuentran en peores condiciones, insistió el experto. Pero son las mujeres y los niños quienes más sufren por la caída del gasto en los servicios sociales básicos.

El informe afirma que en el terreno de la política se aprecia la fugacidad de las bondades de las políticas comunistas con relación a la mujer.

El número de mujeres en los parlamentos, que antes era muy elevado en razón de un rígido sistema de cuotas, cayó bruscamente apenas se realizaron las primeras elecciones democráticas, ejemplificó.

El porcentaje promedio de mujeres en los parlamentos de los países del Báltico y de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) es inferior en la actualidad a 10 por ciento y cae hasta apenas uno por ciento en el caso de Kirguistán.

Sin embargo, resaltó Mickleweight, la representación política de las mujeres es más notoria actualmente en las esferas locales que en el nivel nacional.

Por otra parte, esas mujeres, unidas a las que actúan en los parlamentos, ostentan una representación auténtica en lugar de ser parte de un sistema rígido de cuotas, estimó.

Bellamy declaró su confianza en que el informe de Unicef llame la atención de los dirigentes nacionales sobre la necesidad de colocar la igualdad de género en una posición privilegiada de los programas políticos. (FIN/IPS/pc/mj/hd/99

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