Chamanes de comunas de la nación indígena tsáchila ubicadas cerca de Santo Domingo de los Colorados, en la región subtropical de la costa de Ecuador, decidieron reivindicar su cultura ante la pérdida de prestigio.
En los últimos meses han aparecido los llamados chimberos (falso en la jerga popular de este país) que intermedian entre los turistas y algunos chamanes (practicantes y autoridades de ritos y medicina tradicional indígena), lo cual es mal visto por los tsáchilas.
Los chimberos resaltan las bondades curativas de ciertos chamanes, recibiendo a cambio un porcentaje de lo que éstos cobran por atención. Esos chamanes han pasado "a llamarse vegetalistas por una cuestión de marketing".
El curandero tsáchila, que a fines del siglo pasado comenzó a ser denominado chamán, es desde tiempos inmemoriales el centro de las comunas. Si se generaliza la acción de los chimberos podría desprestigiar a toda la nación, explican quienes se oponen a esa práctica.
La tradición popular resalta la exactitud de las predicciones de los chamanes tsáchilas. Una de las que más se recuerda es cuando en 1912 uno de ellos anunció la próxima muerte del caudillo liberal Eloy Alfaro, impulsor del Ecuador moderno.
Alrededor del chamán gira la salud del grupo. Son ellos, con sus ritos, quienes realizan la "cura de nervios", "mal de ojo", "brujería", "mal de amores", reumatismo y otras enfermedades muy comunes en su pueblo.
Durante la ceremonia chamánica se utilizan distintas hierbas medicinales y se "limpia" a las personas con baños y dándole bebidas secretas para "espantar los malos espíritus".
Existen referencias de la existencia de los tsáchilas desde hace unos 500 años, y se sabe que descienden del pueblo chibcha que llegó de la zona donde hoy está la frontera entre Colombia y Panamá.
Para los tsáchilas, también conocidos como colorados por su costumbre de pintarse el pelo con arcilla roja, el arco iris fue el gestor de todo lo que existe sobre la tierra.
Luego, por medio de la chicha ceremonial, un "colorado" fue convertido en sol y su hermana en luna, y desde ese momento pasaron a ser parientes de todos los astros.
Hasta hace algunos años la estructura política de la comunidad se vinculaba al poder espiritual.
Las jerarquías grupales eran impuestas por el prestigio de los chamanes, quienes fueron los encargados de designar al gobernador vitalicio hasta 1940, cuando pasó a elegirse mediante elecciones generales con la participación de toda la comunidad.
Luego de que fuera elegido gobernador Manuel Calazacón, en 1996, se modificó la duración del mandato, que pasó de vitalicio a cuatro años.
El gobernador y los representantes de cada una de las ocho comunas que conforman la nación son quienes tienen la conducción política del pueblo tsáchila.
Luego del gobernador, los dos cargos que siguen en importancia son el representante en la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador y el teniente político, que debe velar por la supervivencia cultural del pueblo tsáchila.
Este año, decenas de tsáchilas protestaron ante el teniente político porque la aparición de los chimberos estaba "desvirtuando las raíces culturales del chamanismo".
Ante las quejas, el gobernador hizo un llamado de atención a los chamanes que se estaban dedicando al comercio de sus poderes, en lugar de conducir espiritualmente a la nación, integrada por 1403 personas.
El gobernador Manuel Calazacón asegura que la actitud de su pueblo ante los chimberos se debe a que en la actualidad su cultura está severamente amenazada.
"La cultura occidental llega muy fácilmente a nuestras comunas, porque nuestro territorio no está alejado en la selva o en lo alto de la montaña, sino que es bastante accesible", explicó.
Otro peligro para los tsáchilas es la invasión a sus tierras por campesinos mestizos, lo que ha hecho que se reduzca su territorio y las zonas de plantíos.
"La nueva Constitución de Ecuador (aprobada en noviembre de 1997) establece que se debe respetar el territorio de las distintas naciones indígenas, por lo tanto nos respalda, y no aceptaremos que se nos robe territorio", dijo Calazacón.
En Ecuador, 3.500.000 de los 11.500.000 habitantes son indígenas, repartidos en 11 nacionalidades. La principal de ellas es la quechua.
La mayoría de los indígenas viven en áreas rurales, en especial en las regiones de la sierra, el oriente del país y en la Amazonia.
Las naciones awa, chachi, epera y tsáchila residen en la costa.
La nación quechua, integrada por los pueblos aranqui, natabuela, otavalos, cayambi, quitu-cara, panzaleo, quisapincha, chibuleo, salasaca, waranka, puruhá, cañari y saraguro, está en la sierra y la Amazonia.
Las naciones cofán, siona, secoya, huaorani, achuar y shuar viven en la Amazonia. (FIN/IPS/kl/dm/cr/99