Cuatro presidentes de América Central intentarán este jueves, una vez más, hincar el diente en un hueso: lograr el aumento de las preferencias arancelarias que otorga Estados Unidos a través de la Iniciativa para la Cuenca del Caribe (ICC).
Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Alvaro Arzú, de Guatemala, Carlos Flores, de Honduras, y Arnoldo Alemán, de Nicaragua, aprovecharán su visita a Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas para solicitar al Congreso la aprobación de tal proyecto.
"Queremos insistir en que la ayuda económica tiene mucho valor, pero aún más importante es la apertura del mercado estadounidense", afirmó el ministro de Relaciones Exteriores de Costa Rica, Roberto Rojas.
Esto significa, aseguró, que América Central agradece la ayuda recibida para enfrentar los efectos del huracán Mitch -que a fines de octubre causó en la región cerca de 10.000 muertos y pérdidas económicas por 7.000 millones de dólares- pero el beneficio mayor sería un mercado abierto para sus productos.
Según Rojas, la única forma de generar empleos e inversiones que contribuyan a superar la pobreza que agobia a 60 por ciento de los centroamericanos es la apertura del mercado estadounidense, hacia el cual el istmo dirige más de 50 por ciento de sus exportaciones, calculadas en 1998 en poco más de 14.000 millones de dólares.
Los presidentes centroamericanos serán acompañados al Congreso estadounidense por representantes del Caribe, interesados también en la aprobación del viejo proyecto de lograr de Estados Unidos un trato comercial similar al que tiene México en su calidad de socio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Una amplia lista de productos centroamericanos y caribeños ingresan con arancel cero a Estados Unidos, pero los centroamericanos se quejan de que, desde la firma del TLCAN, muchas inversiones destinadas a esta región se han desviado hacia México, para aprovechar los beneficios del libre mercado.
Diez firmas maquiladoras de ropa se retiraron en los primeros seis meses de este año de Honduras para instalarse en México.
Las industria más afectada por esta situación ha sido, sin duda, la textil, que en América Central tiene gran importancia económica, porque genera 250.000 empleos.
En Honduras, El Salvador y Nicaragua predominan los capitales asiáticos, no así en Costa Rica y Guatemala, donde hay mayor presencia de inversiones procedentes de otras regiones, como Estados Unidos. incluyendo estadounidense.
Jesús Canahuati, presidente de la Asociación de Maquiladores de Honduras, señaló que los problemas de seguridad pública favorecen la retirada de las inversiones de América Central. En Honduras aumentaron este año los casos de asesinato de ejecutivos de empresas maquiladoras.
El presidente costarricense Rodríguez será el encargado de exponer ante las dos cámaras del Congreso de Estados Unidos los argumentos de los países centroamericanos y caribeños a favor de un proyecto de equiparación de beneficios con México que ya tiene cerca de cinco años en lista de espera.
A juicio de expertos de la región, el desastre provocado por el huracán Mitch generó las condiciones propicias para la aprobación de la iniciativa, pero a casi un año de la tragedia, eso aún no ha ocurrido.
Rodríguez se reunió el martes con el presidente Bill Clinton en Nueva York, quien, una vez más, reiteró su apoyo a la iniciativa y al trabajo de cabildeo de los mandatarios.
"El presidente Clinton me señaló que hacíamos muy bien al realizar la gestión ante el Congreso, porque considera que éste es el momento más oportuno para que se apruebe ese proyecto a favor de los países centroamericanos y caribeños", declaró Rodríguez tras el encuentro.
Tanto gobiernos como sector privado cifran sus esperanzas de desarrollo en la ampliación de facilidades para el ingreso en el mercado estadounidense. Muestra de ello es El Salvador, donde se calcula que, de aprobarse el proyecto de ley, en los próximos tres años se podrían generar 100.000 empleos.
Así lo asegura Ricardo Simán, presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (Anep), de El Salvador. Aunque no explicó en qué basa la organización esos cálculos, Simán destacó que un beneficio de esa naturaleza es directamente reactivador de cualquier economía.
El empresario declaró al diario La Prensa Gráfica, de El Salvador, que de no lograrse ahora el beneficio de la paridad, América Central tendría que esperar otros dos años para poder tratar de nuevo el tema.
Una nueva postergación tendría impacto negativo. "Las inversiones que están esperando sobre ese tema en esta área se irían, posiblemente a México, y otras inversiones quedarían para después en los países de la región centroamericana", advirtió Simán. (FIN/IPS/mso/ff/dv if/99