El tenso período de espera por los resultados del plebiscito de autodeterminación de Timor Oriental comenzó hoy al iniciarse el proceso de escrutinio.
Hubo algunos informes sobre casos de violencia e intimidación, aunque la votación del lunes para decidir entre la independencia o la integración a Indonesia bajo un plan de autonomía transcurrió sin mayores incidentes.
Miembros de grupos proindonesios, en especial la milicia Aitarak, intentaron impedir algunas salidas del aeropuerto de Dili, y otros grupos intentaron bloquear algunas calles, según informes.
Además, un miembro timorense de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Timor Oriental (Unamet) fue asesinado en el distrito de Ermera.
Aunque no hubo violencia en gran escala, muchos timorenses orientales temen lo que pueda ocurrir en el período previo al anuncio de los resultados de la votación y en el futuro.
"Mi barco parte hacia Bali mañana, pero dejo mi casa ahora. Será mejor que pase la noche en el puerto", dijo Munir Aballa, un comerciante de Sulawesi del Sur.
Muchos otros pasaron la noche posterior al plebiscito en el puerto de Dili, donde acamparon con todas sus pertenencias. "No tenemos idea si volveremos", manifestó Samsul Muhadi, otro comerciante.
Otros timorenses expresaron que deseaban irse de Timor Oriental por temor a que las milicias proindonesias, responsables de la mayoría de los hechos de violencia de los últimos meses, no acepten la derrota.
"Nos vamos ahora, antes de que las cosas empeoren. Estaré en Yakarta algún tiempo y luego regresaré si todo anda bien", declaró Lien Yang Nie, propietario de una tienda en la calle Americo Thomas, de Dili.
Es muy pronto para anticipar si todo andará bien, aunque la jornada electoral desafió las predicciones de violencia similar a la ocurrida en los días previos a la votación, que causó decenas de muertes.
Las urnas de votación eran enviadas este martes a Dili, donde serán juntadas y verificadas antes del escrutinio.
Desde distintos puntos de vista, el plebiscito fue más exitoso de lo que se esperaba.
Observadores internacionales destacaron la alta participación, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calculó en más de 90 por ciento de los 450.000 votantes inscriptos, e informaron que la jornada transcurrió pacíficamente.
Pero "aún es muy pronto para suspirar de alivio, porque pueden pasar muchas cosas", advirtió Antônio Guterres, primer ministro de Portugal, el antiguo dominador colonial de este territorio.
La propia ONU, organizadora y supervisora del plebiscito, no estuvo libre de controversia.
Algunos residentes acusaron a la organización de parcialidad porque su personal local pertenecería en su totalidad al Consejo Nacional de Resistencia de Timor Oriental (CNRT), que agrupa a los partidarios de la independencia del territorio de Indonesia.
Una mujer de la localidad de Manatuto acusó a funcionarios locales y miembros del CNRT de intimidar a personas para que votaran a favor de la independencia, pero integrantes de Unamet aclararon este martes en conferencia de prensa que su misión es imparcial y está abierta a todos los timorenses.
"No examinamos los antecedentes políticos de los funcionarios locales antes de reclutarlos. Todos los timorenses son bienvenidos a nuestra misión", explicó Ian Martin, jefe de Unamet.
Aunque algunos funcionarios del gobierno indonesio realizaron declaraciones sobre la supuesta falta de neutralidad de la ONU, el general Wiranto, jefe de las fuerzas armadas, dijo en Yakarta que "en general, Unamet cumplió bien su tarea".
Algunos analistas predijeron que otras regiones de Indonesia reclamarán un plebiscito similar de autodeterminación, especialmente la provincia de Aceh, en el extremo norte de la isla de Sumatra.
Mientras los timorenses orientales hacían fila para votar el lunes, cientos de estudiantes de Banda Aceh marchaban por las calles en demanda de una votación para decidir entre la independencia o la permanencia como parte de Indonesia.
También reclamaron el retiro de los soldados indonesios enviados para controlar la inquietud popular y justicia por los abusos cometidos durante una campaña militar contra separatistas musulmanes desde 1989.
Pero el presidente indonesio, Bacharuddin Jusuf Habibie, adoptó una línea dura desde el principio.
"No habrá referéndum (en Aceh) este año, en los próximos cinco años ni en los próximos 10 años", sentenció el presidente el lunes. (FIN/IPS/tra-en/ky-js/js/mlm/hd/99