TIMOR ORIENTAL: El lunes se vota por independencia o integración

El referéndum que decidirá el futuro de Timor Oriental este lunes significa el fin de décadas de espera para su pueblo, pero podría desatar una ola de violencia aún mayor que los ataques diarios que sufren los partidarios de la independencia.

Más de 450.000 timorenses decidirán el lunes, en una votación que fue aplazada dos veces y era impensable hasta hace apenas un año, si el territorio será una región autónoma de Indonesia o si se convertirá en un estado independiente.

Para que eso ocurra, el referéndum deberá ser justo y libre, ambas condiciones difíciles de garantizar.

Timor Oriental era una colonia portuguesa hasta 1975 cuando, ya casi independiente, fue invadido por Indonesia, que un año más tarde lo anexó como provincia. Los primeros en reconocer dicha anexión fueron Australia y Estados Unidos, en 1977.

Carlos Ximenes Belo, obispo católico de Dili y ganador del premio Nobel de la Paz en 1996, reza para que "las fuerzas de Indonesia permitan que esta decisión se tome libremente y, si el resultado es la independencia, la acepten sin venganzas violentas".

La violencia se convirtió en algo casi cotidiano en el ex enclave portugués desde que el presidente de Indonesia, Bacharuddin Jusuf Habibie, declaró a principios de año que el gobierno estaba dispuesto a otorgarle la independencia a Timor Oriental si el pueblo rechazaba la autonomía.

Los enfrentamientos entre las fuerzas que apoyan la integración y las que en cambio quieren la independencia provocaron la muerte de muchas personas y obligaron a decenas de miles a escapar del territorio insular en los últimos meses.

Los militares de Indonesia fueron acusados de armar a grupos favorables a la integración que atacaron incluso al personal de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se trasladó a la isla para preparar y supervisar el referéndum del lunes. El ejército indonesio rechazó las acusaciones.

Pero la violencia es tal que los expertos temen que sea la principal amenaza contra el referéndum del lunes.

"La votación será un éxito si todos los inscritos tienen la oportunidad de decidir su voto sin temor", declaró Gerry van Klinken, editor de la revista Inside Indonesia, de Australia.

"No es ningún secreto que la mayoría de los timorenses se opone a seguir bajo el dominio de Indonesia. Si no fuera así, no sería necesario hacer una campaña de violencia para impedir que se lleve a cabo una elección libre", indicó Belo.

Belo manifestó su inquietud porque ni siquiera la presencia de la Misión de la ONU en Timor Oriental (Unamet) logró detener la violencia de las bandas armadas. El foro mundial envió a más de 700 policías desarmados al territorio, y la seguridad general está a cargo de 65.000 policías indonesios.

Funcionarios de la ONU dijeron esta semana que la votación en alguno de los 13 distritos de Timor Oriental se podría aplazar, si es necesario.

Mientras, los líderes timorenses de Dili y Yakarta llamaron a la población a cesar la violencia para permitir que una votación libre. De todos modos, el sector favorable a la integración advirtió que Unamet sería investigada si ganan los independentistas.

"Tenemos pruebas de que algunos funcionarios de Unamet no son neutrales ni justos al hacer su trabajo", declaró el timorense Tito Baptista, cónsul de Indonesia ante la ONU.

"Estuve en varios pueblos y concluí que la mayoría de los timorenses prefieren la autonomía. Entienden que esa opción es la mejor manera de obtener un Timor más próspero", agregó.

Pero Leandro Isaac, del Movimiento Nacional de Resistencia de Timor Oriental, aseguró que las fuerzas favorables a la independencia defenderán a Unamet de cualquier ataque.

"Este es un organismo internacional que se comprometió a ser neutral. Si no fuera neutral, no habría sido enviado aquí", afirmó.

David Wimhurst, portavoz de Unamet, acusó a los grupos armados a favor de la integración de provocar violencia aterrorizando a la gente. "Hasta hoy, muchos aldeanos son intimidados", dijo.

Sin embargo, el jefe de los grupos a favor de la integración, Hermenio da Silva, asegura que no tienen el poder del ejército indonesio. "Lo que tenemos son las Fuerzas de Combatientes por la Integración (PPI). No son una milicia. Son combatientes por la integración", declaró.

Cualquiera sea el resultado del referéndum, seguramente continuará la incertidumbre en Timor Oriental.

Si ganan las fuerzas a favor Indonesia, los grupos que quieren la independencia no lo aceptarán fácilmente. "Sus guerreros regresarán a las montañas y los bosques y recurrirán a la lucha armada", dijo un observador.

Si ganan los grupos independentistas, muchos temen que haya violencia por parte de las milicias y sus aliados.

Van Klinken dijo que las fuerzas a favor de la integración son conscientes de la fuerza del movimiento independentista, especialmente dada la muestra de apoyo de muchos timorenses que celebraron el aniversario de Falintil, los guerrilleros del territorio, el día 20.

Cuando eso ocurrió, "las milicias se dieron cuenta de que estaban frente a la derrota, pero sus líderes no están en posición de desertar y podrían…reforzar los actos de intimidación contra la población", señaló.

Otros advirtieron acerca de las posibles disputas económicas con Yakarta si ganan los independentistas, diciendo que Indonesia podría retirar bienes del Estado e instalaciones públicas de la isla.

Cuatro bancos estatales y 10 sucursales de oficinas de telecomunicaciones de Indonesia, por un valor de ocho millones de dólares, se encuentran en Timor Oriental, con 117 empleados.

Así mismo, Yakarta envió 30.000 empleados públicos, designó a más de 10.200 maestros y construyó escuelas en la isla.

"Imagine si Indonesia retirara esos servicios", dijo el timorense Clementino dos Reis Amaral, secretario general de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. "Estaríamos sumamente aislados, como hace tres décadas", agregó.

La violencia ya llevó a miles de aldeanos, incluso maestros, comerciantes y empleados públicos indonesios, a huir y buscar refugio en el otro lado del territorio, en Nusantenggara Occidental.

"¿Si nos separamos, dónde conseguiremos el dinero?", preguntó Amaral. "Timor Oriental necesita a Indonesia e Indonesia necesita a Timor Oriental. Eso es un hecho".

Dewi Rosa Damayanti, de Solidaridad Indonesia para Timor Oriental (Solidamor), comparte el temor de que haya derramamiento de sangre después de la votación, pero cree que Timor Oriental encontrará la forma de sobrevivir.

"Si los timorenses se separan tendrán la autoridad plena para administrar sus propios recursos. Tienen recursos naturales y humanos. Otros países se comprometieron a ayudarlos e invertir", dijo.

Antes de eso, Timor Oriental tiene que pasar la votación del lunes. Si opta por la independencia, la decisión aún deberá ser ratificada dos meses después por el parlamento de ese país, la Asamblea Consultiva del Pueblo.

Muchos creen que ese período de dos meses antes de que el gobierno indonesio formalice el proceso de independencia será muy peligroso para Timor Oriental. (FIN/IPS/tra-en/ky/ral/js/ceb-at/aq/ip/99

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