El Frente Revolucionario Unido (FRU) de Sierra Leona no liberó a los prisioneros de guerra ni a los niños soldados que mantiene en cautiverio, en violación del último acuerdo de paz, denunció Human Rights Watch.
Aunque se cree que el FRU secuestró a miles de niños y adolescentes para luchar junto a los rebeldes, sólo liberó a 345 de acuerdo con el pacto firmado el 7 de julio en Lomé, señaló la organización defensora de los derechos humanos, con sede en Nueva York.
Human Rights Watch (HRW) estimó que unos 3.000 niños fueron secuestrados y obligados a servir en el FRU en una única ofensiva realizada el pasado enero en Freetown, la capital de Sierra Leona. No se sabe el destino que corrieron la mayoría de ellos.
Además, el FRU mantiene casi 100 prisioneros de guerra pertenecientes a la fuerza regional de paz Ecomog, tras liberar apenas a 18, observó el grupo.
HRW exhortó a Olara Otunnu, el enviado especial de las Naciones Unidas para la infancia y los conflictos armados, a presionar a los líderes rebeldes para que liberen a todos los niños secuestrados durante su visita a Sierra Leona, que comenzó el lunes.
"Estos niños ya sufrieron más que suficiente. Es imperativo que sean liberados para que puedan regresar con sus familias e ingresar a programas de rehabilitación", urgió Peter Takirambudde, director ejecutivo de HRW/Africa.
Así mismo, la organización envió una carta al líder del FRU, Foday Sankoh, recordándole la orden que emitió el pasado 28 de julio, que decía: "Todos los comandantes deben liberar inmediatamente a los restantes prisioneros de guerra y no combatientes".
Además de los 345 niños y adolescentes que fueron liberados formalmente por los rebeldes, otros 650 habrían sido liberados no oficialmente o escapado en el oeste y norte de Sierra Leona.
Muchos de esos menores relataron historias de horror a organizaciones de derechos humanos y funcionarios de las Naciones Unidas.
Sia, una adolescente de 14 años secuestrada durante la redada de enero en Freetown, contó a HRW que presenció terribles actos de violencia durante los seis meses que permaneció en cautiverio.
"Es como si hubiera entrado en otro mundo. Vi cómo le cortaban las manos a la gente, la violación y muerte de una niña de 10 años y cómo quemaban vivos a muchos hombres y mujeres entre cáscaras de arroz", relató.
Sahr, un niño de ocho años, dijo a HRW que nunca pensó en escapar porque, poco después de capturado, "un hombre intentó fugarse y los rebeldes lo atraparon, lo trajeron de vuelta al campamento, le cortaron la cabeza y la pusieron en un palo".
El FRU fue acusado de cometer numerosas atrocidades durante su guerra contra el gobierno, encabezado por el presidente Ahmed Tejan Kabbah.
Sin embargo, el pacto de Lomé -un acuerdo controversial que no fue aceptado por la ONU- estableció una amnistía general para todos los crímenes cometidos durante la guerra y ofreció a Sankoh y otros líderes rebeldes cargos en el gobierno a cambio del cese de los combates. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/mlm/ip-hd/99