PAKISTAN: Ministro advierte que habrá disputas por falta de agua

El ministro de Agua y Energía de Pakistán, Gohar Ayub Khan, advirtió que la escasez de los depósitos de agua puede causar disputas entre las cuatro provincias del país en los próximos cinco a 10 años.

El principal temor del ministro es que se desate una guerra por el agua entre las dos populosas provincias de Punjab y Sindh.

La advertencia no fue una sorpresa porque, este verano, las principales ciudades, incluso Islamabad, tuvieron frecuentes cortes de agua.

Los cortes de agua de la capital fueron bastante graves para el principal organismo de investigación nuclear, el PINSTECH, y para el Instituto de Ciencias Nucleares y Tecnología de Pakistán.

El Consejo de Investigación de Sindh reveló que el gobierno central calculó mal la cantidad de agua que se necesita para surtir a todo el país, y que ese fue el principal motivo de la escasez que afectó a la provincia costera. Otra de las causas fue que durante la primavera no cayeron lluvias en el norte.

La estatal Autoridad para el Desarrollo del Agua y la Energía se ocupa de asignar recursos hídricos desde que se firmó un Acuerdo de Aguas en 1991. El Consejo informó que la falta de agua tuvo un costo de cerca de 5,4 millones de dólares para el sector agrícola de Sindh.

Punjab, la provincia más rica en términos agrícolas, fue la más beneficiada en la injusta repartición del agua, según el Consejo.

Balochistán, la mayor de las provincias del país, también tuvo carencias de agua, y las autoridades regionales advirtieron que las reservas de la capital provincial, Quetta, son escasas, y que la ciudad podría volverse inhabitable en la próxima década.

El agua subterránea de Quetta, antes a 150 metros de profundidad, se encuentra ahora a 210 metros. El gobierno provincial prohibió que se excaven nuevos pozos y pidió ayuda a Islamabad y a instituciones financieras internacionales para construir represas.

La importación de alimentos aumentó debido al crecimiento demográfico y a la caída de la producción nacional, consecuencia de la falta de agua, explicaron funcionarios del gobierno federal. Se calcula que la población de Pakistán se duplicará en 25 años.

Los expertos de un seminario titulado "La política del agua", organizado por el Instituto de Políticas de Desarrollo Sustentable, de Islamabad, sostuvieron que hay cuatro errores humanos que agravan el problema de la escasez.

La incapacidad de asumir que el agua es un bien económico y público, la entrega de los servicios de recolección de basura y suministro de agua a instituciones ineficaces, la fragmentación del manejo de los recursos hídricos, y el escaso reconocimiento de las inquietudes ambientales y de salud que generan las prácticas actuales, son los errores más comunes.

Uno de los indicadores de la magnitud del problema es que Pakistán debería tener una capacidad para depositar agua cercana a 7.648 millones de metros cúbicos para satisfacer todas las necesidades durante cinco a 10 años, dijo el ministro.

El consumo de agua potable por persona en 1995 fue de 3.603 metros cúbicos. El total de agua potable que se extrajo cada año fue de 153.400 millones de metros cúbicos, es decir, 32,8 por ciento del total de los recursos hídricos disponibles.

La agricultura es el destino de 98 por ciento del agua consumida cada año, y el resto fue a dar a la industria, la energía y el consumo doméstico.

Pakistán es el país del mundo que gasta más agua en riegos, según los expertos, y tiene uno de los mejores sistemas de irrigación, dijo Shaheen Rafi Khan, asesor del Instituto. El total de agua disponible para la agricultura es de 162.883,67 millones de metros cúbicos.

Pero se pierde 40 por ciento del agua en su trayecto hasta las granjas: cerca de 25 por ciento desde la boca del canal hasta la salida, y 15 por ciento desde la salida hasta la granja.

El gobierno federal lanzó el año pasado una campaña para construir la represa de Kalabagh, sobre el río Indus, que una vez finalizada irrigaría 1,6 millones de hectáreas de tierra.

Pero la mayoría de las provincias criticaron el proyecto porque, alegaron, sólo sería beneficioso para Punjab, la única que no protestó.

Sindh se quejó de que la represa afectaría su porción del río Indus, según el Acuerdo de Aguas de 1991. Además, disminuiría el volumen de agua que llega al Mar de Arabia, lo cual causaría erosión y degradaría el delta.

El primer ministro, Nawaz Sharif, se vio obligado a retrasar la construcción de la represa hasta que exista un consenso entre las provincias.

La represa de Kalabagh tampoco es una solución para el país, ya que "si empezáramos hoy, demoraríamos 15 años, cinco para los estudios de factibilidad, dos y medio para escuchar ofertas internacionales, y ocho más para construirla. Mientras, Pakistán tendría cada vez más problemas por la falta de agua", explicó el ministro Gohar Ayub. (FIN/IPS/tra-en/ni/an/ceb/aq/dv-en/99

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