El programa japonés de ayuda para el desarrollo de los próximos cinco años seguirá concentrado en Asia oriental para contribuir a su estabilidad, sin descuidar proyectos que promuevan negocios para empresas de Japón.
Un borrador de ocho páginas sobre "La política de ayuda oficial para el desarrollo a mediano plazo" señala que Tokio la considera una herramienta "sumamente importante para la continuidad de la recuperación económica y la estabilidad social en Asia oriental".
Japón, el mayor proveedor de ayuda oficial para el desarrollo (AOD) del mundo, también pondrá énfasis en intereses nacionales y diplomáticos, según los lineamientos políticos publicados por el gobierno la semana pasada para el período 1999-2003.
Un funcionario de la cancillería que presentó el nuevo informe explicó que ésta es la primera vez que Japón elabora una política de AOD basada en la búsqueda de beneficios para empresas nacionales.
Según analistas, el cambio de política refleja la recesión económica de Japón, que forzó al gobierno a restringir su presupuesto, así como la presión de empresarios que ven una salida a la crisis en los mercados del exterior.
La nueva política promete ampliar las oportunidades para que las compañías japonesas participen en proyectos de AOD, así como aprovechar mejor las organizaciones no gubernamentales (ONG) para ampliar la participación de ciudadanos japoneses en actividades de ayuda al desarrollo.
El Plan Miyazawa de 30.000 millones de dólares anunciado por el gobierno el pasado octubre para la recuperación económica del sudeste asiático también está destinado a promover el objetivo japonés de internacionalizar el yen, su moneda nacional, observó Keiji Omura, experto del Instituto de Economías en Desarrollo.
"La promesa fue realizada con el propósito de acelerar la internacionalización del yen", explicó.
ONGs de Tokio expresaron su decepción por la nueva política. A su entender, el gobierno ignoró importantes tendencias globales en la planificación de la AOD, señaladas en la cumbre del Grupo de los Ocho realizada el pasado junio en Colonia, Alemania.
En la cumbre, donantes internacionales, entre ellos Japón, decidieron cancelar parte de la deuda de los países más pobres del mundo.
"El mensaje de esa importante reunión fue el de reducir los préstamos en yenes que tendían a obstaculizar el desarrollo de los países pobres, pero no vemos que esto se refleje en la nueva AOD de Japón", observó Tokihara Okazaki, de la organización ambientalista Amigos de la Tierra/Japón.
"Esto obviamente se debe a la presión de consultores empresariales que obtendrían enormes ganancias de los préstamos en yenes que apoyan grandes proyectos de infraestructura", agregó.
El Nikkey Weekly, la principal publicación financiera de Japón, expresó preocupaciones similares. El editorial de este lunes subraya que la nueva política elude la necesidad de reducir los créditos en yenes y apenas menciona "una revisión apropiada y oportuna" como respuesta a los cambios en la situación.
Además, señalan los críticos, el gobierno no estableció claramente el objetivo de incrementar los préstamos incondicionales.
El diario Yomuiri insistió en que el programa de AOD de Japón constituye el pilar de la política de seguridad del país, y por esa razón, debería marcar claramente su propósito de reducir la pobreza mediante esfuerzos de autoayuda.
El borrador publicado la semana pasada establece la búsqueda de la recuperación económica y la estabilidad política del sudeste asiático y promete elaborar medidas para rectificar diferencias regionales y problemas ambientales en China.
Así mismo, el documento señala que la nueva política intentará erradicar la pobreza y contribuir a la transición económica y el desarrollo sustentable en Mongolia e Indochina.
En cuanto a Asia meridional, el borrador destaca la necesidad de aclarar la política nuclear de India y Pakistán antes de considerar la extensión de la ayuda a esos países.
El gobierno japonés continuará destinando fondos para combatir problemas mundiales de ambiente, sobrepoblación, salud, alimentación, energía, tráfico de drogas, desastres naturales, rehabilitación posguerra y alivio de la deuda, dice el documento. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/mlm/dv/99