EUROPA ORIENTAL: Pobreza y desempleo amenazan a la democracia

La pobreza, el aumento del desempleo y el menor crecimiento económico amenazan la estabilidad política de las nuevas democracias en las ex repúblicas soviéticas y en el resto de Europa Oriental, advirtió hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Diez años después de la caída del muro de Berlín, los avances democráticos son significativos, pero aún son vulnerables y podrían revertirse, agregó el PNUD en un estudio divulgado este lunes.

A pesar de los avances políticos logrados tras el fin de la guerra fría, "las pérdidas en cuanto a seguridad humana fueron graves", según el informe de desarrollo humano "Transición 1999", centrado principalmente en 25 países de Europa Oriental y en las ex repúblicas soviéticas,

"Se necesita con urgencia dirigir la atención a las consecuencias sociales y desigualdades que trajo la transición, si queremos que los países…tengan éxito en el siglo XXI", dijo Anton Kruiderink, director de la Oficina Regional del PNUD para Europa y la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

El estudio abarca a Belarús, República Checa, Eslovenia, Estonia, Georgia, Hungría, Kazajstán, Kirguistán, Letonia, Lituania, Moldavia, Polonia, Rumania, Rusia y Ucrania. La CIE incluye a todas las ex repúblicas soviéticas.

La publicación señala que la libertad política vino acompañada por la pérdida de muchos de los derechos sociales y económicos básicos que tenía la población.

"Millones de personas de la región están desempleadas o subempleadas. Un gran número de trabajadores tienen empleos mal pagos e inseguros en el sector informal", asegura el estudio del PNUD.

Además, incluso quienes tienen empleos formales no tienen garantizado el pago de sus salarios.

"El ingreso promedio en efectivo disminuyó enormemente y muchos beneficios que no consistían en dinero, como los subsidios para artículos básicos de consumo, desaparecieron o fueron reducidos radicalmente", según el PNUD.

Entre 1990 y 1997, sólo en la Federación Rusa, el producto interno bruto (PIB) disminuyó 41 por ciento, la producción industrial 38 por ciento y la inversión de capital 75 por ciento.

En 1998, la deuda externa equivalía a 30 por ciento del PIB y la fuga de capitales entre 1991 y 1998 representó 150.000 millones de dólares.

En Hungría, el desempleo a largo plazo aumentó de 91.000 puestos de trabajo en 1992 a 186.000 en 1994, en una población de poco más de 10 millones de habitantes. En Tayikistán, 80 por ciento de la población vive en la pobreza y el salario real descendió a 44 por ciento del monto en 1990.

En Eslovaquia, la deuda externa bruta aumentó de 6.000 millones de dólares en 1996 a 10.500 millones de dólares en 1998. En Lituania, la deuda externa equivalía a 22,3 por ciento del PIB en 1997, el doble que en 1993.

Según los Indicadores de Desarrollo Mundial de 1999 publicados por el Banco Mundial, la pobreza socavó la transición política en Europa Oriental y en las ex repúblicas soviéticas, incluso antes de la crisis.

"En 1989, alrededor de 14 millones de personas en el ex bloque comunista vivían con menos de cuatro dólares por día. A mediados de los años 90, ese número aumentó a unos 147 millones", informó el Banco Mundial.

El estudio del PNUD señala que la transición política del autoritarismo a la democracia multipartidaria fue "literalmente mortal para una gran cantidad de personas".

El mayor costo ha sido la pérdida de hombres jóvenes y de mediana edad, que se refleja en baja proporción poco común respecto de las mujeres en el resto de la población.

Según el estudio, hay casi 5,9 millones de "hombres desaparecidos" sólo en la Federación Rusa y otros 2,6 millones en Ucrania. El total en el ex bloque soviético es de casi 9,7 millones de personas.

"Las causas son múltiples y complejas, e incluyen crecientes tasas de suicidio, menor esperanza de vida, (falta de) atención médica, y aumento de los comportamientos autodestructivos", señaló el PNUD.

Los delitos relacionados con la droga se quintuplicaron en Rusia entre 1991 y 1996. Muchas enfermedades que podrían contenerse mediante programas de inmunización, como la tuberculosis, la poliomelitis y la anemia, reaparecen por la crisis en los sistemas de salud en la mayoría de los países.

En el estudio también se señala que la corrupción es un medio habitual para las transacciones económicas y políticas, y que "el mercado negro se convirtió en la única fuente de ingresos para muchos de los desempleados de la región".

Actualmente, la economía informal constituye 25 por ciento del PIB en Rusia y 40 por ciento en Yugoslavia, Armenia y Macedonia.

Entre los aspectos positivos está la eliminación de la hiperinflación, y que sólo cinco países tienen una tasa de inflación de más de 50 por ciento. A pesar de la mayor desigualdad, algunos países de la región siguen siendo de los más igualitarios del mundo.

En algunos países, informa el PNUD, la parte del gasto público utilizada en los sectores sociales se mantuvo y en algunos casos aumentó ligeramente, lo cual indica que muchos gobiernos hicieron lo posible por proteger el gasto social.

Otro aspecto positivo es la disminución del gasto militar en toda la región.

"Al procurar políticas económicas uniformes para lograr una distribución más eficaz de los recursos, los mecanismos de libre mercado son esenciales, pero también lo son los mecanismos para la igualdad social", dijo Kruiderink.

"Las reformas para construir economías de mercado florecientes y sustentables sólo tendrán éxito si se construyen sobre la inversión en la gente", agregó. (FIN/IPS/tra-en/td/mk/at/aq/dv/99

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