Legisladores de Estados Unidos intentan eliminar la ayuda financiera que brinda Washington a más de 100 países en desarrollo para que dejen de usar sustancias químicas que dañan la capa de ozono, advirtieron grupos ambientalistas.
Si los legisladores del opositor partido republicano logran que el Congreso deje de apoyar al Fondo Multilateral del Ozono, muchos países no podrán acatar la congelación obligatoria que comenzó el mes pasado en el uso de los clorofluorocarbonos (CFC) y otras sustancias químicas daniñas para el ozono.
"Una medida semejante no tiene precedentes en la historia del Congreso… y podría perjudicar seriamente los enormes progresos… (hechos para) corregir el deterioro estratoférico del ozono", señala el borrador de una carta que será enviada por varios grupo ambientalistas al legislativo.
El Fondo fue creado en 1991 por el Protocolo de Montreal, el tratado internacional acordado para eliminar gradualmente las sustancias químicas que dañan el ozono, como los CFC, usados en refrigeradores, equipos de aire acondicionado, solventes y aerosoles.
Desde su creación, el Fondo otorgó 900 millones de dólares a 124 países en desarrollo para desarrollar y comercializar alternativas a esas sustancias químicas.
Estados Unidos acató sus obligaciones financieras en el Fondo Multilateral del Ozono, pero dos representantes republicanos de la cámara baja intentan bloquear 22 millones de dólares requeridos para este año, según explicaron los ambientalistas.
"Sin el Fondo se frustrarán los esfuerzos para reparar el agujero del ozono y reducir el vertiginoso aumento de los casos de cáncer de piel en el mundo, así como afrontar sus costos terapéuticos", expresa la carta firmada por Amigos de la Tierra, Greenpeace y el Consejo de Defensa de Recursos Nacionales.
Cuando se debilita la capa de ozono, que hace las veces de filtro, las radiaciones ultravioletas del sol llegan con mayor intensidad a la tierra y acrecientan la incidencia del cáncer de piel, causan cataratas oculares, debilitan el sistema inmunológico humano y animal, y dañan las cosechas así como los ecosistemas océanicos.
La capa de ozono está constituída por masivas concentraciones gaseosas de oxígeno bivalente.
La molécula de oxígeno en el aire o el agua es monovalente, o sea dotada de un solo átomo de ese gas, mientras el ozono contiene dos átomos de oxígeno por molécula que forman una capa protectora natural contra el exceso de radiaciones solares.
En 1991, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente declaró que una sostenida disminución de 10 por ciento del ozono estratoférico aumentaría el riesgo de daños por cataratas oculares en un cinco por ciento anual.
El riesgo de cáncer de piel con melanoma aumentaría 10 por ciento, y el cáncer de piel sin melanoma se incrementaría en 26 por ciento, indicó.
Fue justamente esa amenaza a la salud y el ambiente que llevó a firmar el Protocolo de Montreal en 1987.
Hasta ahora, más de 80 por ciento de la producción y consumo de sustancias dañinas al ozono fueron erradicadas y lo que queda debería disminuir en la medida que los países en desarrollo terminen con los CFC y otras sustancias químicas, incluso el pesticida metilbromido.
Las naciones industrializadas dejaron de usar los CFC porque desarrollaron sustancias alternativas rápidamente, indicó la ONU. El sector de la refrigeración y el aire acondicionado está usando hidrocarbonos sustitutivos.
Sin el Protocolo de Montreal, el agotamiento de la capa de ozono para el 2050 podría haber alcanzado el 50 por ciento en las latitudes intermedias del hemisferio boreal y 70 por ciento en el hemisferio austral, o sea 10 veces peor que los niveles actuales.
"Las consecuencias habrían sido horrendas: 19 millones de nuevos casos de cáncer sin melanoma, 1,5 millones de casos con melanoma y 130 millones de casos adicionales de cataratas oculares", advirtió un documento del PNUMA el 16 de septiembre, el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono.
Sin embargo, si se reduce el dinero del Fondo Multilateral del Ozono, los progresos para reparar el escudo estratosférico se verán demorados, especialmente debido a que algunas sustancias químicas pueden quedar suspendidas en la atmósfera durante medio siglo, señalaron científicos.
La Administración Nacional de la Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos halló el año pasado que el agujero de ozono sobre la Antártida era el más grande, profundo y perdurable de la historia, con 17 millones de kilómetros cuadrados, cinco por ciento más que en 1996.
Ahora los investigadores pronosticaron otro hueco de ozono, que se abrirá y alcanzará gradualmente una expansión similar al de la Antártida, cubriendo alrededor de 20 millones de kilómetros cuadrados.
Según los modelos climáticos de la NASA, las mayores pérdidas de ozono sobre el Artico se producirán entre el 2010 y 2019.
Sin una acción tempestiva, la capa de ozono no comenzará a reponerse significativamente hasta el 2050, indicó Jessica Vallette, directora de la campaña atmosférica de Amigos de la Tierra.
El recalentamiento planetario provocado por el uso de combustibles fósiles como petróleo y gas, podría exacerbar el efecto del agotamiento del ozono, acotó. "Sin dinero para la protección del ozono todos saldrán chamuscados", aseguró Vallette. (FIN/IPS/tra-en/dk/mk/ego/aq/en/99